LO TRIBUTARIO (nº 519)
Procedimientos tributarios (20): recaudación (1)
Decía la LGT/1963 (art. 90): “Las funciones de la Administración en materia tributaria se ejercerán con separación en sus dos órdenes de gestión, para la liquidación y recaudación, y de resolución de reclamaciones que contra aquella gestión se susciten, y estarán encomendadas a órganos diferentes”. La LGT/2003 dice (art. 83.2): “Las funciones de aplicación de los tributos se ejercerán de forma separada a la de resolución de las reclamaciones económico-administrativas que se interpongan contra los actos dictados por la Administración tributaria”. Antes (art. 83.1 LGT), dice que la aplicación de los tributos comprende todas las actividades administrativas dirigidas a la información y asistencia de los administrados y a la “gestión, inspección y recaudación…”. Y dice, después (art. 83.3 LGT), que la aplicación de los tributos se desarrollará a través de los procedimientos administrativos de “gestión, inspección, recaudación” y los demás previstos. Como se ve, a la suficiencia y simplicidad de la ley “de los maestros” le ha seguido una regulación compleja y confusa.
De las “actuaciones y procedimiento de apremio” trata el capítulo que incluye en su contenido (arts. 160 a 178 LGT) las actuaciones de recaudación, el procedimiento de apremio y el procedimiento frente a responsables y sucesores tributarios. Y empieza así: “La recaudación tributaria consiste en el ejercicio de las funciones administrativas conducentes al cobro de las deudas tributarias” (art. 160.1 LGT). A continuación, se regula la recaudación: en período voluntario, que exige el pago o el cumplimiento en los plazos establecidos en el artículo 62 LGT; y en período ejecutivo, cuando se produce el pago o cumplimiento espontáneo (no requerido) fuera del período voluntario (según se señala en el art. 161.1 LGT) o mediante el procedimiento administrativo de apremio.
Hasta que se inicia el procedimiento ejecutivo de apremio por el que la Administración procura por sí el cumplimiento de lo que debió cumplir el administrado, la actuación de la Administración se limita a recibir los pagos y, en su caso, a liquidar los recargos y, si proceden, intereses (arts. 25 a 28 LGT) por extemporaneidad o por iniciación del período ejecutivo (art. 161.3 y 4 LGT). La presentación de una solicitud de aplazamiento, fraccionamiento o compensación en período voluntario impide el inicio del período ejecutivo durante la tramitación del expediente. La interposición de un recurso o de una reclamación contra una sanción impide la iniciación del período ejecutivo hasta que sea firme en vía administrativa y haya finalizado el plazo para el ingreso voluntario
El artículo 162 LGT regula las facultades de la recaudación tributaria. Para asegurar o efectuar el cobro de la deuda tributaria los empleados públicos: a) podrán comprobar e investigar la existencia y situación de los bienes y derechos; b) tendrán las facultades que se reconocen a la Inspección (art. 142 LGT: examen de documentación, entrada en locales, requerir la personación de los administrados, ser considerados agentes de la autoridad con protección y auxilio de las autoridades); c) y podrán adoptar las medidas cautelares (proporcionadas, temporales, sin causar perjuicios irreparables) en los términos del artículo169.2 LGT. Los administrados deben cumplir las resoluciones y requerimientos y, si no lo hacen, se podrá acordar la ejecución forzosa subsidiaria (art. 102 Ley 39/2015, PAC) realizando la Administración por sí o por terceros lo necesario.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Una resolución considera prueba diabólica la exigida para probar que los bienes en el extranjero se adquirieron con rentas obtenidas treinta años antes. El diablo fiscal.
Pascua de Resurrección. Mes de María. El cristiano vive procurando estar unido a Jesús resucitado que se hizo como nosotros, que nació y vivió como nosotros, que trabajó, descansó, se divirtió y tuvo los mismos sentimientos que nosotros. Sentir cerca la Santísima Humanidad de Dios, es saber, en todo momento y en cada momento: que Jesús me ve, que me oye, que sabe lo que pienso, que no le engaño, que me comprende, que me anima en las caídas, en los fallos, que me consuela, que me llama para que vaya con Él, que me ve desde lejos cuando, cansino, dudoso, pesaroso, me acerco; que corre a mi encuentro y me abraza y me besa y se alegra… El cristiano sabe que es la ilusión de Dios, como el niño pequeño lo es para su madre; que puede ser ¡la alegría de Dios!
- Resurrección. “Un gran silencio envuelve la tierra: un gran silencio y una gran soledad. Un gran silencio, porque el rey duerme. La tierra está temerosa y sobrecogida, porque Dios se ha dormido en la carne y ha despertado a los que dormían desde antiguo… Va a buscar a nuestro primer Padre como si éste fuera la oveja perdida. Quiere visitar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte. Él, que es al mismo tiempo Dios e Hijo de Dios, va a librar de sus prisiones y de sus dolores a Adán y a Eva… “Yo soy tu Dios, que por ti y por todos los que han de nacer de ti me he hecho tu Hijo. A ti te mando: Despierta, tú que duermes, pues no te creé para que permanezcas cautivo en el abismo; levántate de entre los muertos, pues yo soy la vida de los muertos” (“Antigua homilía sobre el grande y santo Sábado”, en el CIC nº 635)
- Amor a la Madre. “Oh tú, que caminando por este miserable valle de lágrimas andas zozobrando entre las tempestades del mundo, si no quieres verte sumergido entre las olas, no apartes jamás los ojos de esta brillante y luminosa estrella. / Si se levanta el huracán de las tentaciones, si tropiezas contra los escollos de la tribulación, mira la estrella, llama a María. / Si eres combatido por las olas del orgullo, de la envidia, mira la estrella, invoca a María. / Sila cólera, la avaricia o los estímulos de la carne arrastran la navecilla de tu alma, vuelve tus ojos hacia María. / Si te turba el horror de tus pecados, la conciencia se estremece a la vista de su gravedad y número; si el temor de los terribles juicios de Dios te induce a la desesperación, piensa en María. / En los peligros, en las angustias, en las dudas invoca a María. / No se aparte su nombre de tus labios, ni de tu corazón; y si quieres que Ella ruegue por ti, procura imitar sus ejemplos. / Siguiéndola, no te desvías; rogándole, no desesperas; contemplándola, no yerras. / Si Ella te protege, no temas, con su apoyo no caerás; si Ella te guía, no te cansarás; si Ella te es propicia, llegarás finalmente al puerto” (San Bernardo, com. Evang.: “Missus est”)
- Oración. “Siempre he entendido la oración del cristiano como una conversación amorosa con Jesús, que no debe interrumpirse ni aun en los momentos en los que físicamente estamos alejados del Sagrario, porque toda nuestra vida está hecha de coplas de amor humano a lo divino…, y amar podemos siempre” (san Josemaría, “Forja”, nº 435). “Para evitar la rutina en las oraciones vocales, procura recitarlas con el mismo amor con que habla pro primera vez el enamorado…, y como si fuera la última ocasión en que pudieras dirigirte al Señor” (san Josemaría “Forja” nº 432)
LA HOJA SEMANAL
(del 27 de mayo al 1 de junio)
Lunes (27)
San Agustín de Canterbury, obispo (6ª de Pascua; mes de María)
Palabras: “Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, … (Jn 15,26)
Reflexión: … el Espíritu de la verdad que procede del Padre, dará testimonio de mí”
Propósito, durante el día: Espíritu Santo, Dios, llena los corazones de tus fieles
Martes (28)
San Germán de París, obispo (6ª de Pascua; mes de María)
Palabras: “Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, … (Jn 16,7)
Reflexión: … no vendrá a vosotros el Defensor”
Propósito, durante el día: Espíritu Santo, Paráclito, danos tu amor y tu consuelo
Miércoles (29)
San Maximino de Tréveris, obispo (6ª de Pascua; mes de María)
Palabras: “Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad… (Jn 16,13)
Reflexión: … os guiará hasta la verdad plena”
Propósito, durante el día: Espíritu Santo, nuestro Defensor, danos consejo y ayuda
Jueves (30)
San Fernando III, rey (6ª de Pascua; mes de María)
Palabras: “mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, … (Jn 16,20)
Reflexión: … pero vuestra tristeza se convertirá en alegría”
Propósito, durante el día: Espíritu Santo, Consolador, danos alegría y paz de ánimo
Viernes (31)
La Visitación de la Virgen María (6ª de Pascua; mes de María)
Palabras: “María se puso en camino y fue aprisa a la montaña … (Lc 1,39)
Reflexión: … entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel”
Propósito, durante el día: Madre de Dios y madre nuestra, no nos sueltes de tu mano
Sábado (1)
San Justino, mártir (6ª de Pascua; Nª Sª de la Luz; mes del Sagrado Corazón)
Palabras: “Pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis… (Jn 16,27)
Reflexión: … y creéis que yo salí de Dios”
Propósito, durante el día: Madre de Dios y madre nuestra, llévanos contigo al cielo
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 26, domingo (6º de Pascua; ciclo C) nos animan a mantener el amor a la Iglesia, aconsejada por el Espíritu, iluminada por Dios, morada de todos: “Hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables” (Hech 15); “La ciudad no necesita sol ni luna que la alumbre porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero” (Ap 21); “El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él” (Jn 14). Vivir con la Iglesia.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “198. El amor que se da y que obra, tantas veces se equivoca. El que actúa, el que arriesga, quizás comete errores. Aquí, en este momento, puede resultar de interés traer el testimonio de María Gabriela Perin, huérfana de padre desde recién nacida que reflexiona cómo esto influyó en su vida, en una relación que no duró pero que la hizo madre y ahora abuela: “Lo que yo sé es que Dios crea historias. En su genialidad y su misericordia, Él toma nuestros triunfos y fracasos y teje hermosos tapices que están llenos de ironía. El reverso del tejido puede parecer desordenado con sus hilos enredados –los acontecimientos de nuestra vida– y tal vez sea ese lado con el que nos obsesionamos cuando tenemos dudas. Sin embargo, el lado bueno del tapiz muestra una historia magnífica, y ese es el lado que ve Dios”. Cuando las personas mayores miran atentamente la vida, a menudo saben de modo instintivo lo que hay detrás de los hilos enredados y reconocen lo que Dios hace creativamente aun con nuestros errores.
199. Si caminamos juntos, jóvenes y ancianos, podremos estar bien arraigados en el presente, y desde aquí frecuentar el pasado y el futuro: frecuentar el pasado, para aprender de la historia y para sanar las heridas que a veces nos condicionan; frecuentar el futuro, para alimentar el entusiasmo, hacer germinar sueños, suscitar profecías, hacer florecer esperanzas. De ese modo, unidos, podremos aprender unos de otros, calentar los corazones, inspirar nuestras mentes con la luz del Evangelio y dar nueva fuerza a nuestras manos.” (Exh. Ap. Postsinodal “Christus vivit”)
- “El amor que se ha manifestado en la cruz de Cristo y que Él nos llama a vivir es la única fuerza que transforma nuestro corazón de piedra en corazón de carne; la única fuerza capaz de transformar nuestro corazón es el amor de Jesús, si nosotros también amamos con este amor. Y este amor nos hace capaces de amar a los enemigos y perdonar a quien nos ha ofendido. Yo os haré una pregunta, que cada uno de vosotros responda en su corazón. ¿Yo soy capaz de amar a mis enemigos? Todos tenemos gente, no sé si enemigos, pero que no están de acuerdo con nosotros, que están “del otro lado”; o alguno tiene gente que le ha hecho daño… ¿Yo soy capaz de amar a esta gente? Ese hombre, esa mujer que me ha hecho mal, que me ha ofendido. ¿Soy capaz de perdonarlo? Que cada uno responda en su corazón.” (Regina coeli, 19 de mayo de 2019)
- “Hoy terminamos el ciclo de catequesis sobre el Padre Nuestro. Podemos decir que la oración cristiana nace de la audacia de llamar a Dios con el nombre de “Padre”. Esta es la raíz de la oración cristiana: llamar “Padre” a Dios. ¡Hace falta valor! No se trata tanto de una fórmula, como de una intimidad filial en la que somos introducidos por gracia: Jesús es el revelador del Padre y nos da familiaridad con Él. “No nos deja una fórmula para repetirla de modo mecánico (cf Mt 6, 7; 1 R 18, 26-29). Como en toda oración vocal, el Espíritu Santo, a través de la Palabra de Dios, enseña a los hijos de Dios a hablar con su Padre”. (Catecismo de la Iglesia Católica, 2766)” (Audiencia general, día 22 de mayo de 2019)
(26.05.19)
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