LO TRIBUTARIO (nº 432)

La aplicación de los tributos (5): los principios

Establece el artículo 1 del Código civil (derecho común supletorio) que las fuentes del ordenamiento jurídico español son: la ley, la costumbre y los principios generales del derecho. Añade que la costumbre sólo rige en defecto de ley aplicable siempre que no sea contraria a la moral o al orden público y que resulte probada; tienen la consideración de costumbre los usos jurídicos que no sean meramente interpretativos de una declaración de voluntad. Así, el art. 1287 Cc establece que el uso o la costumbre del país se tendrán en cuenta para interpretar las ambigüedades de los contratos, supliendo en éstos la omisión de cláusulas que de ordinario suelen establecerse. El art. 2 del Código de Comercio se refiere los usos observados en cada plaza. De la costumbre se ha dicho, TS s. 18.04.1951, que es una norma jurídica elaborada por la conciencia social mediante la repetición de actos realizados con intención jurídica. Los principios generales del derecho se aplican en defecto de ley o costumbre, sin perjuicio de su carácter informador del ordenamiento jurídico (art. 53.3 CE).

- La Constitución de 1978 se refiere a varios principios que deben informar todo el ordenamiento jurídico. Así, el artículo 9.3 garantiza: el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las normas; la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras, no favorables o restrictivas de derechos individuales; la seguridad jurídica; la responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos.

- La Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público, regula (art. 3) principios generales, primero, en su conjunto: Las Administraciones Públicas sirven con objetividad los interese generales y actúan de acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la Constitución, a la Ley y al Derecho (este sometimiento se establece en el art. 103 CE); y, luego, en una relación de 11 principios, de los que conviene destacar: b) Simplicidad, claridad y proximidad a los ciudadanos; d) Racionalización y agilidad de los procedimientos administrativos y de las actividades materiales de gestión; e) Buena fe, confianza legítima y lealtad institucional. En el apartado 4 establece: “Cada una de las Administraciones Públicas del artículo 2 (del Estado, de las Comunidades Autónomas, entidades de la Administración Local y el sector público institucional) actúa para el cumplimiento de sus fines con personalidad jurídica única. Y el artículo 4 señala como principios de actuación cuando la Administración limite derechos o exija el cumplimiento de requisitos: la proporcionalidad, le menor restricción, la motivación, la adecuación a los fines perseguidos y evitar diferencias.

- La LGT no incluye la costumbre ni los principios generales en su regulación (art. 7) de fuentes en el ordenamiento tributario; y señala que las normas del Derecho Administrativo común son de aplicación supletoria. En el artículo 3 regula dos grupos de principios. En la ordenación del sistema tributaria, que se base: en la capacidad económica y los principios de justicia, generalidad, igualdad, progresividad, equitativa distribución de la carga tributaria y no confiscatoriedad. Y en la aplicación del sistema, que: se basará en los principios de proporcionalidad, eficacia y limitación de costes indirectos derivados del cumplimiento de obligaciones formales; y asegurará el respeto de los derechos y garantías de los obligados tributarios.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

La lista de deportistas procesados por delito contra la Hacienda que han evitado la prisión pagando elevadas cantidades son la prueba del anacronismo que supone la actual regulación de ese delito. Son muchos otros los casos parecidos, que no se publican, en los que concluye el asunto aceptando el pago de lo que se reclama por la Administración. El contraste con lo que ocurre en otros delitos inquieta por la desigualdad y también porque esa “prisión por deudas”, ajena a un Estado de Derecho, justifica el ostracismo procesal desde el primer Código Penal hasta 1977 y confirma que lo actual, y más con la reforma de la Ley 34/2015, es una “infracción administrativa agravada a delito” a partir de una cifra -un céntimo de euro más- en la que la decisión -de denunciar, de exonerar, de evitar la prisión- está en la Administración que, además, durante el proceso, continúa sus actuaciones de investigación, de calificación, de liquidación -provisional, art. 257 LGT- de una deuda tributaria y de recaudación, sin que el afectado pueda impugnar (arts. 253 a 255 LGT) ni lo actuado ni la calificación ni las pruebas obtenidas. Otra cosa sería, esperar a la firmeza de la liquidación de la deuda tributaria y, a la vista de su importe y circunstancias, abrir diligencias en vía penal.

El cristiano sigue el camino de la vida que lleva al cielo con la alegría de la brisa mañanera, del apacible descanso al fin de la jornada o con el rigor de la nieve y el viento helado o con el ardiente calor del verano. El tiempo creado, como la línea recta, es una sucesión ininterrumpida y no tiene cortes ni parones, pero los humanos hemos señalado “determinados tiempos en el tiempo” y así vive el cristiano la Liturgia. Celebrado Pentecostés, en primavera, se vuelve al Tiempo Ordinario que durará hasta Cristo Rey, ya en otoño, y el Adviento que prepara para la Navidad. En este “volver a empezar”, al retomar el Tiempo Ordinario, hemos cogido impulso y más ánimos con la celebración de la Santísima Trinidad, el Corpus Christi, el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María. Y, así, confortados en Dios, los cristianos, en medio de las tareas ordinarias propias del día, de la semana y del mes que vivimos, acabando el curso escolar o académico, rindiendo cuentas anuales en la tributación, buscamos orientación y ayuda para “hacer mejor lo que hay que hacer”.

“Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?” preguntó el joven rico (Mc 10,17). La contestación de Jesús: “… No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no dirás falso testimonio, no defraudarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre”, no nos deja indiferentes porque sabemos que esas referencias concretas no son otra cosa que aspectos concretos del “amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mt 22,39) que es el corolario del “amarás a tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” (Mt 22,37). Y en ese amor y en esos aspectos sabemos que el amor a los otros hace que el “no matarás” sea no sólo no dañarlos de palabra o de obra ni tampoco desearles un mal, sino también ayudarles, escucharlos y comprenderlos y, desde luego, procurar su bien y estar disponibles e interceder en su favor. Y, así, todo lo demás.

Se trata de vivir la caridad y examinarnos con frecuencia en el ejercicio de esa virtud. “La caridad es paciente, la caridad es amable; no es envidiosa, no obra con soberbia, no se jacta, no es ambiciosa, no busca lo suyo no se irrita, no toma en cuenta el mal, no se alegra por la injusticia, se complace en la verdad; todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1 Co 13,4-7). Y se trata de pedir ayuda a nuestra Madre.

LA HOJA SEMANAL
(del 11 al 16 de junio)

Lunes (11)

San Bernabé, apóstol (10ª TO; Nª Sª de la Capilla)
Palabras: “Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis” (Mt 10,8)
Reflexión: Dijo Jesús a los apóstoles; nos lo dice; ¿qué no hemos recibido?
Propósito, durante el día: Acciones de gracias por lo que recibo, aunque no lo sepa

Martes (12)

San Juan de Sahagún, presbítero (10ª TO)
Palabras: “Alumbre así vuestra luz a los hombres… (Mt 5,16)
Reflexión: … para que vean vuestras buenas obras y den gloria vuestro Padre…”
Propósito, durante el día: Cuidar los detalles; trabajo bien hecho, amabilidad, escuchar

Miércoles (13)

San Antonio de Padua, presbítero y doctor de la Iglesia (10ª TO)
Palabras: “quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los Cielos” (Mt 5,19)
Reflexión: Los “preceptos menos importantes”. Los mandamientos son normas de amor
Propósito, durante el día: Examen: ¿qué no he hecho bien?, ¿qué he dejado de hacer?

Jueves (14)

San Fortunato de Nápoles, obispo (10ª TO)
Palabras: “… si tu hermano tiene queja contra ti… (Mt 5,23)
Reflexión: …deja la ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano”
Propósito, durante el día: Examen de amabilidad, de comprensión; ambiciones, envidias

Viernes (15)

Santa María Micaela del santísimo sacramento, virgen y fundadora (10ª TO)
Palabras: “El que se case con divorciada, comete adulterio” (Mt 5,32)
Reflexión: El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero
Propósito, durante el día: Pureza. Guarda de los ojos. La imaginación: “loca de la casa”

Sábado (16)

Santo Domingo Nguyen y compañeros mártires (10ª TO)
Palabras: No juréis en absoluto: ni por el cielo…ni por la tierra… (Mt 5,34)
Reflexión: Ni por tu cabeza pues no puede volver blanco o negro ni un pelo
Propósito, durante el día: Madre mía, no me sueltes de la mano y hasta el cielo

(la reflexión y el propósito los fijada cada uno, claro)

Las lecturas del día 10, domingo (10º TO; ciclo B) nos animan para cumplir bien los mandamientos y a confiar en la misericordia de Dios: “La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto, y comí” (Gen 3); “Y una tribulación pasajera y liviana produce un inmenso e incalculable tesoro de gloria” (2 Co 4); “El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre” (Mc 3). Como dice el salmo 129: del Señor viene la misericordia, la redención copiosa. Dios es amor.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Mientras nos nutrimos con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, nos asimilamos a Él, recibimos en nosotros su amor, no para retenerlo celosamente, sino para compartirlo con los demás. Esta lógica está inscrita en la eucaristía, recibimos su amor en nosotros y lo compartimos con los demás. Esta es la lógica eucarística. En ella, de hecho, contemplamos a Jesús como pan partido y donado, sangre derramada por nuestra salvación. Es una presencia que, como un fuego, quema en nosotros las actitudes egoístas, nos purifica de la tendencia a dar sólo cuando hemos recibido, y enciende el deseo de hacernos, también nosotros, en unión con Jesús, pan partido y sangre derramada por los hermanos.” (Angelus, día 3 de junio de 2018)

- “Nadie recibe la confirmación solo para sí mismo, sino para cooperar en el crecimiento espiritual de los demás. Solo así, abriéndonos y saliendo de nosotros mismos para encontrar a los hermanos, podemos realmente crecer y no solo engañarnos con hacerlo. Cuanto recibimos como don de Dios debe ser, de hecho, donado —el don es para donar— para que sea fecundo y que no sea, en cambio, sepultado por temores egoístas, como enseña la parábola de los talentos (cf. Mateo 25, 14-30). También la semilla, cuando tenemos la semilla en la mano, pero no está para meterlo allí, en el armario, dejarlo allí: está para sembrarlo.” (Audiencia general, día 6 de junio de 2018)

- “Felices los que lloran, porque ellos serán consolados”

75. El mundo nos propone lo contrario: el entretenimiento, el disfrute, la distracción, la diversión, y nos dice que eso es lo que hace buena la vida. El mundano ignora, mira hacia otra parte cuando hay problemas de enfermedad o de dolor en la familia o a su alrededor. El mundo no quiere llorar: prefiere ignorar las situaciones dolorosas, cubrirlas, esconderlas. Se gastan muchas energías por escapar de las circunstancias donde se hace presente el sufrimiento, creyendo que es posible disimular la realidad, donde nunca, nunca, puede faltar la cruz.
Saber llorar con los demás, esto es santidad.

“Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados”

78. Pero la justicia que propone Jesús no es como la que busca el mundo, tantas veces manchada por intereses mezquinos, manipulada para un lado o para otro. La realidad nos muestra qué fácil es entrar en las pandillas de la corrupción, formar parte de esa política cotidiana del “doy para que me den”, donde todo es negocio. Y cuánta gente sufre por las injusticias, cuántos se quedan observando impotentes cómo los demás se turnan para repartirse la torta de la vida. Algunos desisten de luchar por la verdadera justicia, y optan por subirse al carro del vencedor. Eso no tiene nada que ver con el hambre y la sed de justicia que Jesús elogia.

79…. Buscar la justicia con hambre y sed, esto es santidad.

(10.06.18)

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