LO TRIBUTARIO (nº 422)

Los impuestos especiales

El repaso a la imposición indirecta (impuestos que se exigen por manifestaciones indirectas -gastos, renta empleada para adquirir- de la capacidad económica -patrimonio que se tiene, renta que se gana, renta que se gasta- para contribuir), aunque sea elemental, no puede acabar sin dedicar, al menos, una referencia a los Impuestos Especiales. Sus orígenes son los mismos de toda la imposición indirecta (ventas en ferias y mercados; exigencia en las entradas a las ciudades con control “aduanero”), pero han tenido una pervivencia secular sin perfeccionamientos. Si el IVA (impuesto neutral sobre la diferencia de valor en cada entrega o prestación) que perfeccionó el IGTE (impuesto en cascada, acumulativo, en cada entrega o prestación) y que enlazó, siglos después, con la alcabala (impuesto establecido por Alfonso X para obtener recursos para el sitio de la ciudad de Niebla), los Impuestos Especiales del siglo XXI tienen relación directa con los Usos y Consumos que, en el siglo anterior, dieron nombre a una Dirección general del Ministerio de Hacienda y que se manifestaban en el impuesto sobre el tabaco en rama, sobre los fósforos, sobre el papel de fumar…

Mantenidos en la reforma del sistema tributario de 1978, actualmente la Ley 38/1992 regula de los Impuestos Especiales. Desde su aprobación, sobre todo por su eficacia recaudatoria, han sido muchas las modificaciones de la ley e, incluso, se ha creado algún impuesto nuevo, como el Impuesto sobre la Primas de Seguros o el Impuesto sobre las Ventas Minoristas de determinados Hidrocarburos. En general, se considera que la justificación de los Impuestos Especiales está en la trascendencia social de la producción y consumo de determinados productos que hace conveniente su control fiscal. Sin necesidad de repercusión, la carga fiscal se traslada hasta el consumo final.

a) Impuestos especiales de fabricación. Según artículo 2 LIE, son: 1) el Impuesto sobre la Cerveza; 2) el Impuesto sobre el Vino y Bebidas Fermentadas; 3) el Impuesto sobre Productos Intermedios; 4) el Impuesto sobre el Alcohol y las Bebidas Alcohólicas; 5) el Impuesto sobre Hidrocarburos; 6) el Impuesto sobre las Labores del Tabaco; 7) y el Impuesto sobre la Electricidad.

b) Impuesto especial sobre Determinados Medios de Transporte. Los artículos 65 a 74 LIE regulan el Impuestos especial sobre Determinados Medios de Transporte.

c) Impuesto especial sobre el Carbón. La Ley 22/2005 introdujo en la LIE los artículos 75 a 88 que regulan la aplicación del Impuesto sobre el Carbón.

d) Impuesto especial sobre las Primas de Seguros. La Ley 13/1996 (art. 12) regula el Impuesto sobre las Primas de Seguros que se aplica desde 1997.

e) Impuesto sobre las Ventas Minoristas de Determinado Hidrocarburos. La Ley 24/2001 (art. 9) reguló este impuesto especial que se empezó a aplicar en 2002. La LO 2/2012 modificó la LO 8/1980 para la integrar el Impuesto sobre Ventas Minoristas de Determinados Hidrocarburos en el Impuesto especial sobre Hidrocarburos. La integración se produjo por la Ley 2/2012. Las incidencias de anulación y devolución vinieron después y aún se producen sentencias para distinguir quien puede pedir la devolución y a quién procede devolver.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Declaración del IRPF. Si resulta a devolver es porque se pagó de más durante el año anterior y el exceso se recuperará un años después y sin intereses.

Sexta semana de Pascua de Resurrección. El cristiano ve que poco a poco se acaba la cincuentena pascual. Y la Liturgia de cada día le ayuda con lecturas llenas de sentimiento de despedida, con tristeza, pero también con alegría porque se va, pero se queda: “Dentro de poco no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver” (Jn 16,16). Como había dicho: “Todavía un poco más y el mundo ya no me verá, pero vosotros me veréis porque yo vivo y también vosotros viviréis” (Jn 14,19) Y se abre una sensación nueva en el alma con la esperanza por la anunciada llegada del Espíritu Santo: “Pero porque os he dicho esto, vuestro corazón se ha llenado de tristeza, pero yo os digo la verdad: os conviene que me vaya, porque si no me voy, el paráclito no vendrá a vosotros” (Jn 16,6-7). Y antes: “Si me amáis, guardaréis mis mandamientos; y yo rogaré al Padre y os dará otro Paráclito para que esté con vosotros siempre” (Jn 14,15-16)

Considerando con el corazón las palabras de Jesús: “El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama. Y el que me ama será amado por mi Padre, y yo le amaré y yo mismo me manifestaré a él” (Jn 14,21). Y también: “Si alguno me ama guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada en él” (Jn 14,23). A pesar de tan clara manifestación amor de Jesús, no faltan pasajes evangélicos de abandono: “En efecto, Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quien era el que le iba a entregar… Desde ese momento muchos discípulos se echaron atrás y ya no andaban con él” (Jn 6,64 y 66). Y también: “Mirad que llega la hora, y ya llegó, en que os dispersaréis, cada uno por su lado, y me dejaréis solo, aunque no estoy solo porque el Padre está conmigo” (Jn 16,32). Y en el prendimiento: “Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron” (Mt 26,56)

Estamos en un tiempo en el que sumamos al repaso diario, cada atardecer, anticipando y reviviendo esa otra tarde en la que nos “examinarán en el amor” (San Juan de la Cruz, “Dichos de luz y amor”), esa otra revisión que permite comprobar cómo hemos vivido la Pascua: desde aquellos días de la Semana Santa a los de la “Pascua Florida” en los que, como decía el catecismo de nuestra niñez, se debe cumplir con el mandamiento de la Iglesia y comulgar. Así hemos metido en nuestra vida el Pan de Vida.

- “¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, o la persecución, o el hambre, o la desnudez, o el peligro, o la espada?” (Rm. 8,35). “Porque estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las cosas presentes, ni las futuras, ni las potestades, ni la altura, ni la profundidad, ni cualquier otra criatura podrá separarnos del amor de Dios, que está en Cristo Jesús, Señor nuestro” (Rm 8, 38-39)

- “Mirad qué amor tan grande nos ha mostrado el Padre: que nos llamemos hijos de Dios ¡y lo somos!... Sabemos que cuando él se manifieste seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como es.” (1 Jn 3, 1 y 2)

Mes de mayo, mes de María. “Oh, dicha incomparable, la Madre de Dios es mi madre… Y madre quiere decir amor, preocupación por sus hijos, miradas dulces, tiernas caricias, sacrificios, beneficios sin cuenta para nosotros…” (sabatina de un colegio marista)

LA HOJA SEMANAL
(del 7 al 12 de mayo)

Lunes (7)

Santos Domitila, Flavio y compañeros mártires (6ª de Pascua; Virgen del Puerto)
Palabras: “También vosotros daréis testimonio… (Jn 15,27)
Reflexión: … porque desde el principio estáis conmigo”
Propósito, durante el día: Junto a Dios, con Dios, hacia y hasta Dios

Martes (8)

San Víctor, mártir (6ª Pascua; Nª Sª de Luján; de los Desamparados, del Toro)
Palabras: “Os conviene que yo me vaya; … (Jn 16,7)
Reflexión: … porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor
Propósito, durante el día: Actos de fe, esperanza y amor a la Santísima Trinidad

Miércoles (9)

Santa Luisa de Marillac, fundadora (6ª de Pascua)
Palabras: “Cuando venga él, el Espíritu de la verdad… (Jn 16,13)
Reflexión: … os guiará hasta la verdad plena
Propósito, durante el día: Espíritu Santo, Dios, aconséjame, guíame, defiéndeme

Jueves (10)

San Juan de Ávila, presbítero y doctor de la Iglesia (6ª de Pascua)
Palabras: “Vuestra tristeza se convertirá en alegría” (Jn 16,20)
Reflexión: Si ciegos al mirar, mis ojos no te ven… mantén mi fe
Propósito, durante el día: Eucaristía. Comuniones espirituales, visitas al Sagrario

Viernes (11)

San Mamerto, obispo (6ª de Pascua)
Palabras: “Volveré a veros y se alegrará vuestro corazón… (Jn 16,22)
Reflexión: … y nadie os quitará vuestra alegría”
Propósito, durante el día: Acciones de gracias. Actos de desagravio

Sábado (12)

San Pancracio, mártir (6ª de Pascua; Nª Sª de Argame; Bto. Álvaro del Portillo)
Palabras: “No os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, … (Jn 16,26)
Reflexión: … pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis…”
Propósito, durante el día: Madre: te ofrezco mi alma, mi vida, mi corazón. No me dejes

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 6, domingo (6º de Pascua; ciclo B) nos llena del amor trinitario a las mujeres y a los hombres: “cayó el Espíritu Santo sobre todos los que escuchaban” (Hech 10); “Dios envió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él” (1 Jn 4); “De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros” (Jn 15). Amamos porque Dios nos amó primero, porque no para de amarnos; somos instrumentos del amor de Dios a todos. Y nos ayuda la Madre.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra” (Gaudete et Exsultate, 14). Todos nosotros estamos llamados a ser santos; debemos ser santos con esta riqueza que recibimos del Señor resucitado. Cada actividad —el trabajo, el descanso, la vida familiar y social, el ejercicio de las responsabilidades políticas, culturales y económicas— cada actividad, pequeña o grande, si se vive en unión con Jesús y con actitud de amor y de servicio, es una ocasión para vivir en plenitud el Bautismo y la santidad evangélica.

Que nos sea de ayuda María, Reina de los santos y modelo de perfecta comunión con su Hijo divino. Que nos enseñe Ella a permanecer en Jesús, como sarmientos a la vid y a no separarnos nunca de su amor. Nada, de hecho, podemos sin Él, porque nuestra vida es Cristo vivo, presente en la Iglesia y en el mundo.” (Regina, día 29 de abril de 2018)

- “Queridos hermanos y hermanas, cuando mojamos la mano en el agua bendecida —entrando en una iglesia tocamos el agua bendecida— y hacemos la señal de la cruz, pensemos con alegría y gratitud en el bautismo que hemos recibido —esta agua bendecida nos recuerda el bautismo— y renovamos nuestro “Amén” —“Estoy contento”—, para vivir inmersos en el amor de la Santísima Trinidad.” (Audiencia general, día 2 de mayo de 2018)

- “40. El gnosticismo es una de las peores ideologías, ya que, al mismo tiempo que exalta indebidamente el conocimiento o una determinada experiencia, considera que su propia visión de la realidad es la perfección. Así, quizá sin advertirlo, esta ideología se alimenta a sí misma y se enceguece aún más. A veces se vuelve especialmente engañosa cuando se disfraza de una espiritualidad desencarnada. Porque el gnosticismo “por su propia naturaleza quiere domesticar el misterio”, tanto el misterio de Dios y de su gracia, como el misterio de la vida de los demás.

41. Cuando alguien tiene respuestas a todas las preguntas, demuestra que no está en un sano camino y es posible que sea un falso profeta, que usa la religión en beneficio propio, al servicio de sus elucubraciones psicológicas y mentales. Dios nos supera infinitamente, siempre es una sorpresa y no somos nosotros los que decidimos en qué circunstancia histórica encontrarlo, ya que no depende de nosotros determinar el tiempo y el lugar del encuentro. Quien lo quiere todo claro y seguro pretende dominar la trascendencia de Dios.

42. Tampoco se puede pretender definir dónde no está Dios, porque él está misteriosamente en la vida de toda persona, está en la vida de cada uno como él quiere, y no podemos negarlo con nuestras supuestas certezas. Aun cuando la existencia de alguien haya sido un desastre, aun cuando lo veamos destruido por los vicios o las adicciones, Dios está en su vida. Si nos dejamos guiar por el Espíritu más que por nuestros razonamientos, podemos y debemos buscar al Señor en toda vida humana. Esto es parte del misterio que las mentalidades gnósticas terminan rechazando, porque no lo pueden controlar.” (Exhortación Apostólica: “Gaudete et exsultate”)

(6.05.18)

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