LO TRIBUTARIO (nº 352)

Nociones de moral fiscal (y 7)

Hay criterios administrativos que se pueden referir a supuestos de responsabilidad moral. Lo que vale para el derecho sancionador tributario, vale a efectos morales: 1) la veracidad en los datos declarados elimina la malicia; 2) donde no hay ocultación, no hay sanción; 3) el error no entraña culpabilidad; 4) la discrepancia jurídica no es sancionable; 5) la discrepancia es razonable si no es absurda; 6) que la norma sea clara para los expertos no la hace clara para todos; 7) no hay negligencia cuando la diligencia exigiría más de lo que se puede; 8) la diligencia no puede exigir tener un asesoramiento externo; 9) que el contribuyente contrate asesoramiento externo ni permite sospecha de fraude ni presunción de infracción ni es agravante de la sanción.

En el otro extremo está la “ingeniería fiscal”, pero sólo en cuanto procura impedir o dificultar que se conozca la realidad de los hechos que tienen trascendencia tributaria. La “ingeniería” sin ocultación de datos y aprovechando normas jurídicamente válidas que determina una menor tributación no se puede calificar de fraude si no hay una infracción legal y un montaje para evitar que se descubra o que se pueda exigir la tributación procedente. Por lo general, las normas de cada Estado procuran salir al paso de vías de evasión o de elusión en general (fraude de ley, simulación, prueba de presunciones, ficciones legales, operaciones entre partes fiscalmente vinculadas, imputación de renta, atribución de renta, trasparencia fiscal, sociedades patrimoniales); o, en particular, respecto de la localización territorial (tributación de situaciones o de operaciones en o con paraísos fiscales, transparencia fiscal internacional) o de la operativa (cadenas de fraude, subcontrataciones). Paraíso fiscal no equivale a fraude. Entenderlo así, actuar como si así fuera, imputar conductas ilícitas sin otras consideraciones y hechos probados podría ser moralmente reprochable.

Es conveniente recordar que hay formas lícitas de eludir una tributación mayor actuando mediante una economía de opción (hay reacciones legislativas poco razonables como la autorización legal para exigir una tributación mayor cuando se considere que los actos o negocios del contribuyente son impropios, inusuales o artificiosos, aplicando el tributo a hechos, actos, negocios, importes, valores irreales que se consideran los propios o usuales, v art. 15 LGT) o mediante “fraude de ley” (art. 6 Cc), fraus legis, que consiste en aplicar una ley improcedente (de cobertura) en vez de la que se debería (defraudada), que no constituye infracción (no es “fraude a la ley”, fraus lege) y que se corrige aplicando la ley sin sanción. Actuar y exigir según un principio de “la mayor tributación de las posibles” (o incentivar una actuación así) podría ser moralmente reprobable.

Hay que excluir la justificación del incumplimiento tributario con la excusa de que el gravamen es injusto o es excesivo o que se exige de forma discriminada. El Estado de Derecho dispone de normas y procedimientos que permiten corregir esas irregularidades y no justifica la decisión individual de dejar de tributar.

El incumplimiento doloso es penalmente reprochable; el incumplimiento tributario culposo, cuando no concurre maquinación fraudulenta (el CIC se refiere al “fraude”), se corrige con multa administrativa, el reproche moral es menor y relativo. Hay que recordar que en la tributación no es verdad que: “lo que no paga uno se exige a otros”.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Una de las tareas ineludibles para los que profesan el Derecho Tributario, cuando regresan de su descanso estival, es ponerse al día en la jurisprudencia del verano. Se puede elegir como ejemplo, y también para la reflexión, esta reseña: En conceptos como la deducción de gastos sin justificar su realidad hay, AN s. 18.04.17, culpabilidad insita y no es apreciar culpabilidad por resultado (AN 20-7-17). Parece el principio de un nuevo Estado de Derecho que admite la responsabilidad objetiva, la culpa incorporada desde el nacimiento como el “fomes peccati”. ¿Para qué la necesidad de alegaciones? Ni presunción de inocencia (art. 24 CE) ni prueba del elemento subjetivo de la infracción.

El cristiano, que lo es porque Dios le salió al encuentro, le regaló la fe, le llenó de amor del Amor y le dio la alegría de la esperanza, también tiene la experiencia de las muchas ocasiones en que se ha olvidado de Dios; de las muchas más en las que ha prevalecido su “yo” sobre la voluntad de Dios; de las frecuentes críticas al hacer de Dios porque debería haber hecho algo o haberlo impedido o haber avisado o haber actuado de otro modo. Con dolor de amor, en momentos de sincera contrición, el cristiano lamenta las ocasiones en que arrinconó a Dios para vivir como si no existiera, como si no estuviera a su lado. Y las ocasiones en que, sabiendo que hacemos sufrir al Amor, lo hacemos.

- No faltan pasajes evangélicos en que algunos echan a Jesús de su lado. Llegó a Nazaret donde se había criado, entró en la sinagoga, leyó y empezó a predicar. Se maravillaban de las palabras de gracia y se extrañaban (¿No es éste el hijo de José?): “le echaron fuera de la ciudad y lo llevaron hasta la cima del monte sobre el que estaba edificada su ciudad para despeñarle” (Lc 4,9). Cuando, cruzando el Lago de Genesaret, llegó a Gerasa (o a Gadara), expulsó al demonio llamado “Legión” (“porque somos muchos”) y le permitió entrar en una piara, arrojándose los cerdos por la pendiente y pereciendo ahogados, los porqueros huyeron y contaron lo ocurrido. “Toda la ciudad vino al encuentro de Jesús y, cuando le vieron, le rogaron que se alejara de su región” (Mt 8,34; Mc 5,17; Lc 8,37). En otra ocasión se impide que Jesús se acerque: “Envió por delante a unos mensajeros, que entraron en una aldea de samaritanos para prepararle hospedaje, pero no le acogieron porque llevaba la intención de ir a Jerusalén” (Lc 9,53).

- Los momentos más tristes son los de la huida personal. Así ocurrió con aquel rico que preguntó: “Maestro bueno ¿qué puedo hacer para heredar la vida eterna?”; Jesús le dijo que guardara los mandamientos; él contestó que lo hacía desde la adolescencia; Jesús le dijo “Aún te falta una cosa” y añadió que vendiera todo lo que tenía, lo diera a los pobres y le siguiera. “Pero al oír estas cosas se puso triste, porque era muy rico” (Lc 18,23). Después del discurso del Pan de Vida (“Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo…”), “desde ese momento, muchos discípulos se echaron atrás y ya no andaban con él” (Jn 6,66). Y en el prendimiento de Jesús en Getsemaní: “entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron” (Mt 26,56)

- Cuando Jesús curó en un sábado al hombre de la mano seca, “los fariseos (con los herodianos) se pusieron de acuerdo contra él, para perderle” (Mt 12,14; Mc 3,6; Lc 6,11). Cuando curó al paralítico que yacía en el templo de Jerusalén, “los judíos, con más ahínco intentaban matarle” (Jn 5,18). Cuando Jesús resucitó a Lázaro, algunos fueron a decírselo a los fariseos, se reunió el Sanedrín y “desde aquel día decidieron darle muerte” (Jn 11,53). Ingratitud, ceguera, soberbia. ¡Cuánta misericordia de Dios!

LA HOJA SEMANAL
(del 18 al 23 de septiembre)

Lunes (18)

San José de Cupertino, mártir (24ª TO)
Palabras: “Dilo de palabra y mi criado quedará salvo” (Lc 7,7)
Reflexión: Llevar a Jesús. Interceder por otros. Dar, darnos.
Propósito, durante el día: Oración de petición por los que lo necesiten

Martes (19)

San Jenaro, obispo y mártir (24ª TO)
Palabras: “Le dio lástima y le dijo: - “No llores” (Lc 7,13)
Reflexión: En Naín: dos gentíos, Jesús y la viuda que iba a enterrar a su hijo
Propósito, durante el día: Consuelo: acompañar en la soledad. Comprensión

Miércoles (20)

Santos Andrés Kim, Pablo Chong y compañeros mártires en Corea (24ª TO)
Palabras: ¿A quién se parecen los hombres de esta generación? (Lc 7,31)
Reflexión: Como los niños que gritan unos a otros, que no actúan como procede
Propósito, durante el día: Aligerar el alma de obstáculos, de inquietudes, confiar

Jueves (21)

San Mateo, apóstol y evangelista
Palabras: “- Sígueme”. Él se levantó y lo siguió” (Mt 9,9)
Reflexión: Jesús lo vio al pasar. San Mateo patrono de tributaristas
Propósito, durante el día: Encomendarme. Hacer bien lo que hay que hacer

Viernes (22)

San Landelino, ermitaño (24ª TO)
Palabras: “Le acompañaban los Doce y algunas mujeres” (Lc 8,2)
Reflexión: Ser de los doce. Ser una acompañante de Jesús. “Le ayudaban”
Propósito, durante el día: Presencia de Dios: con Él en cada tarea y en el descanso

Sábado (23)

San Pío de Pietrelcina, confesor (24ª TO)
Palabras: “Los de tierra buena son los que con un corazón noble y generoso… (Lc 8,15)
Reflexión: … escuchan la palabra, la guardan y dan fruto perseverando”
Propósito, durante el día: Madre mía, guarda mi corazón en el tuyo, para Jesús

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 17, domingo (24º TO; ciclo A) nos llaman al perdón: “Del vengativo se vengará el Señor” (Eclo 27); “en la vida y en la muerte somos del Señor” (Rm 14); “¿No debías tú también tener perdón de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?” (Mt 18). Tiempo de poner atención al rezar: “Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos”; “Yo pecador me confieso a Dios… y a vosotros hermanos… por esos pido… que intercedáis por mí”. Y a María: “ruega por nosotros”

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “El Evangelista recuerda que el llamado de los primeros discípulos fue a orillas del lago de Genesaret, allí donde la gente se aglutinaba para escuchar una voz capaz de orientarlos e iluminarlos; y también es el lugar donde los pescadores cierran sus fatigosas jornadas, en las que buscan el sustento para llevar una vida sin penurias, una vida digna y feliz. Es la única vez en todo el Evangelio de Lucas en la que Jesús predica junto al llamado mar de Galilea. En el mar abierto se confunden la esperada fecundidad del trabajo con la frustración por la inutilidad de los esfuerzos vanos. Y según una antigua lectura cristiana, el mar también representa la inmensidad donde conviven todos los pueblos. Finalmente, por su agitación y oscuridad, evoca todo aquello que amenaza la existencia humana y que tiene el poder de destruirla.

Nosotros usamos expresiones similares para definir multitudes: una marea humana, un mar de gente. Ese día, Jesús tiene detrás de sí, el mar y frente a Él, una multitud que lo ha seguido porque sabe de su conmoción ante el dolor humano... y de sus palabras justas, profundas, certeras. Todos ellos vienen a escucharlo, la Palabra de Jesús tiene algo especial que no deja indiferente a nadie; su Palabra tiene poder para convertir corazones, cambiar planes y proyectos. Es una Palabra probada en la acción, no es una conclusión de escritorio, de acuerdos fríos y alejados del dolor de la gente, por eso es una Palabra que sirve tanto para la seguridad de la orilla como para la fragilidad del mar.” (Homilía en el parque Simón Bolívar, Bogotá, el día 7 de septiembre de 2017)

- Lo primero, “ir a lo esencial”. No quiere decir “romper con todo”, romper con aquello que no se acomoda a nosotros, porque tampoco Jesús vino “a abolir la ley, sino a llevarla a su plenitud” (Mt 5,17). Ir a lo esencial es más bien ir a lo profundo, a lo que cuenta y tiene valor para la vida. Jesús enseña que la relación con Dios no puede ser un apego frío a normas y leyes, ni tampoco un cumplimiento de ciertos actos externos que no llevan a un cambio real de vida. Tampoco nuestro discipulado puede ser motivado simplemente por una costumbre, porque contamos con un certificado de bautismo, sino que debe partir de una viva experiencia de Dios y de su amor. El discipulado no es algo estático, sino un continuo camino hacia Cristo; no es simplemente el apego a la explicitación de una doctrina, sino la experiencia de la presencia amigable, viva y operante del Señor, un permanente aprendizaje por medio de la escucha de su Palabra. Y esa palabra, lo hemos escuchado, se nos impone en las necesidades concretas de nuestros hermanos: será el hambre de los más cercanos en el texto proclamado, o la enfermedad en lo que narra Lucas a continuación.” (Homilía en el aeropuerto Enrique Olaya Herrera, Medellín, el día 9 de septiembre de 2017)

(17.09.17)

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