LO TRIBUTARIO (nº 239)

Por qué la LGT (24): procedimiento de comprobación de valores

En el desarrollo del objetivo previsto al elaborar la LGT/2003 de multiplicar el número de procedimientos y la inseguridad jurídica propia de las liquidaciones provisionales, bajo el título “procedimiento de comprobación de valores” se incluyen dos preceptos: la práctica de la comprobación (art. 134) y la tasación pericial contradictoria (art. 135). Nada que ver con el esquema normativo lógico y habitual: iniciación, desarrollo, terminación. No se regula un procedimiento, se regula una práctica.

Pero aplicando el principio propagandístico de repetir una palabra hasta que se tenga como manifestación cierta de su contenido, en el artículo 57.4 LGT se regula una peculiar delimitación de supuestos: la comprobación de valores se puede realizar a través del procedimiento de los artículo 134 y 135 LGT o no. Desde luego, el administrado debe valorar los elementos determinantes de la obligación tributaria y corresponde a la Administración comprobar los valores mediante los medios relacionados en el artículo 57.1 LGT. En esta “actuación” la Administración “debe” actuar a través del “procedimiento” de comprobación de valores:1) cuando dicha comprobación sea el único objeto del procedimiento; y 2) cuando se sustancie en el curso de otro procedimiento de aplicación de los tributos (arts.83 a 177 LGT) como una actuación concreta del mismo.

Es difícil deducir de la ley en qué otros casos la Administración “puede” comprobar valores. Y la dificultad es mayor cuando el artículo (que regula los medios a emplear para la comprobación) acaba diciendo que “en todo caso” se aplicará el artículo 134 LGT (que regula el procedimiento de comprobación), “salvo el apartado 1”. En ese apartado se dice que la Administración “puede” comprobar los valores declarados por el administrado, salvo que fueran los publicados en aplicación de los medios (art. 57). Se establece: a) que el procedimiento se inicia por comunicación o por notificación conjunta de la comprobación y de la propuesta de liquidación; y b) que el plazo máximo (art. 104 LGT) para notificar la valoración y, en su caso, la liquidación, son seis meses. El “salvo” del “en todo caso” quizá se refiera esas comunicaciones y plazo.

El procedimiento de comprobación de valores (art. 134 LGT) puede precisar de la colaboración de los administrados que deberá facilitar la práctica de actuaciones (ap. 2). Si de la comprobación resulta diferencia, se comunica motivadamente y se da plazo de alegaciones. Acaba el procedimiento por caducidad o mediante notificación de la valoración comprobada y de la regularización procedente. No cabe recurso contra la valoración, pero se puede promover la tasación pericial contradictoria (arts. 57.2 y 135 LGT) o plantear cualquier cuestión sobre la valoración al impugnar la regularización (ap. 3). Si el valor comprobado debe producir efectos respecto de otros, la Administración queda vinculada y los afectados por el valor comprobado o por su aplicación pueden impugnarlo o pedir la tasación pericial contradictoria (ap. 4); si resulta un nuevo valor se aplica a todos los afectados.

La tasación pericial contradictoria (por peritos con titulación suficiente, motivación y examen directo, en su caso; y, cuya reserva tiene efectos suspensivos en los tributos en que así se prevea), permite corregir el valor comprobado por otros medios. El artículo 135 LGT establece los plazos, los efectos y las actuaciones y consecuencias.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Condena a un deportista por delito contra la Hacienda: pagada la deuda y la multa, evita la pérdida de libertad. Apreciada la culpa por “ignorancia culpable”, se desatan los comentarios de entendidos y de desconocedores. Los de más edad reflexionan sobre el conocimiento o la ignorancia fiscal de jueces, acusadores, defensores y contribuyentes.

El cristiano sabe que es templo de Dios (1 Co 3,16), que Dios habita en el alma del que le ama (Jn 14,23) y que debe glorificar a Dios con su cuerpo (1 Co 6,20), con su vida ordinaria, con su quehacer cotidiano, en las relaciones con sus próximos y con los que están lejos, incluso desconocidos. La vida de oración tiene ese amplísimo panorama de siembra, de petición, de desagravio, de acción de gracias. Como la oración de un niño a su Padre Dios: por mí, por estos que te pido, por todos los que no sé sus nombres; por los que te quieren amar más, por los que te aman poco, por los que te olvidan, por los que dicen que te odian, por los que dicen que no existes; por los moribundos, por los enfermos, por los heridos, por los que son objeto de violencia; por los que más te necesitan, por los que están en peligro, por los que sufren; por las familias, por los matrimonios, por el amor de los esposos, por la gracia y el amparo en el desánimo o en la desavenencia, por el amor de los hijos a los padres y de los padres a los hijos, por el amor entre hermanos, por la Iglesia, por el Papa, por los obispos y sacerdotes, por los religiosos; por las benditas almas del Purgatorio: vacíalo ahora... Gracias, Padre.

- Podemos encontrar preciosas referencias a la casa para mantener en Dios la vida del cristiano. Poner los medios, pedir fuerzas a Dios y ayuda a los demás: “Porque ¿quién de vosotros, al querer edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos a ver si tiene para acabarla? No sea que, después de poner los cimientos y no poder acabar, todos los que lo vean empiecen a burlarse de él, y digan: “Este hombre comenzó a edificar y no pudo terminar” (Lc 14, 28-30)

- Obras son amores. Pedir fidelidad. “Por tanto, todo el que oye estas palabras mías y las pone en práctica, escomo un hombre prudente que edificó su casa sobre roca; y cayó la lluvia y llegaron las riadas y soplaron los vientos: irrumpieron contra aquella casa, pero no se cayó porque estaba cimentada sobre roca. Pero todo el que oye estas palabras y no las pone en practica es como un hombre necio que edificó su casa sobre arena; y cayó la lluvia y llegaron las riadas y soplaron los vientos: se precipitaron contra aquella casa, y se derrumbó y fue tremenda su ruina.” (Mt 7,24-27)

- Tener la confianza en Dios y desconfiar de nuestras fuerzas. “Por eso: velad, porque no sabéis en qué día vendrá vuestro Señor. Sabed esto: si el dueño de la casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, estaría ciertamente velando y no dejaría que se horadase su casa. Por tanto, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis vendrá el Hijo del Hombre” (Mt 24, 42-44)

- Tener la seguridad de que el Malo existe. “Cuando el espíritu impuro ha salido de un hombre, vaga por lugares áridos en busca de descanso, pero al no encontrarlo dice: “Me volveré a mi casa de donde salí”. Y al llegar la encuentra bien barrida y en orden. Entonces va, toma otros siete espíritus peores que él, y entrando se instalan allí con lo que la situación última de aquel hombre resulta peor que la primera” (Lc 11, 24-26). Y, siempre, pedir a nuestra Madre que esté con nosotros, que nos ayude, que nos cuide.

LA HOJA SEMANAL
(del 11 al 16 de julio)

Lunes (11)

San Benito, abad, patrono de Europa (15ª TO)
Palabras: “El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre (Mt 19,29)
Reflexión: ... recibirá cien veces más y heredará la vida eterna”
Propósito, durante el día: Lo más rentable: invertir en amor, depositar obras buenas

Martes (12)

San Juan Gualberto, abad (15ª TO)
Palabras: “Se puso Jesús a recriminar a las ciudades (Mt 11,20)
Reflexión: ... donde había hecho casi todos sus milagros”
Propósito, durante el día: Examen de la vida: acción de gracias a Dios

Miércoles (13)

San Enrique, emperador (15ª TO)
Palabras: “Has revelado a la gente sencilla” (Mt 11,25)
Reflexión: Escondido para sabios y entendidos
Propósito, durante el día: Lectura del Evangelio: recrearse en Dios que me habla

Jueves (14)

San Camilo de Lelis, presbítero (15º TO)
Palabras: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados (Mt 11,28)
Reflexión: ... y yo os aliviaré ... Mi yugo es llevadero y mi carga ligera
Propósito, durante el día: Ofrecimiento. Todo es bueno para los que aman a Dios

Viernes (15)

San Buenaventura, obispo y doctor de la Iglesia (15ª TO)
Palabras: “No condenaríais a los que no tienen culpa” (Mt 12,7)
Reflexión: Misericordia quiero y no sacrificio
Propósito, durante el día: No juzgar. No murmurar. No criticar. Comprender.

Sábado (16)

Nª Sª del Carmen (15ª TO)
Palabras: “Todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, (Mt 12,50)
Reflexión: ... ése es mi hermano y mi hermana y mi madre”
Propósito, durante el día: Madre, mientras mi vida alentare todo mi amor para ti

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 10, domingo (15º TO, ciclo C), nos traen la experiencia del cielo, de la eternidad: “El mandamiento está muy cerca de ti: en tu corazón y en tu boca. Cúmplelo” (Dt 30); “Él es anterior a todo y todo se mantiene en él” (Col 1); “Haz esto y tendrás la vida” (Lc 10). Dios que es amor nos abarca, nos inunda y nosotros nos sumimos en su amor divino. Es una experiencia a repetir a menudo, a convivir sin pausa, a desear sin rutina y sin cansancio. Bajo el amparo de nuestra Madre.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “La misión del cristiano en el mundo es una misión estupenda, es una misión destinada a todos, una misión de servicio sin excluir a nadie; requiere mucha generosidad y sobre todo elevar la mirada y el corazón, para invocar la ayuda del Señor. Hay tanta necesidad de cristianos que testimonien con alegría el Evangelio en la vida de cada día. Los discípulos enviados por Jesús “volvieron llenos de alegría” (v. 17). Cuando hacemos esto, el corazón se llena de alegría. Y esta expresión me hace pensar en cómo se alegra la Iglesia, se alegra cuando sus hijos reciben la Buena Noticia gracias a la dedición de tantos hombres y mujeres que cotidianamente anuncian el Evangelio: sacerdotes, esos buenos párrocos que todos conocemos, religiosas, consagradas, misioneras, misioneros, y me pregunto, escuchen la pregunta: ¿cuántos de ustedes jóvenes, que ahora están presentes, hoy, en la plaza, sienten la llamada del Señor para seguirlo? ¡No tengan miedo! Sean valientes y lleven a los otros esta antorcha del celo apostólico que nos ha sido dada por estos ejemplares discípulos.” (Angelus, día 3 de julio de 2016)

- “83. En este contexto, no puedo dejar de decir que, si la familia es el santuario de la vida, el lugar donde la vida es engendrada y cuidada, constituye una contradicción lacerante que se convierta en el lugar donde la vida es negada y destrozada. Es tan grande el valor de una vida humana, y es tan inalienable el derecho a la vida del niño inocente que crece en el seno de su madre, que de ningún modo se puede plantear como un derecho sobre el propio cuerpo la posibilidad de tomar decisiones respecto de esa vida, que es un fin en sí misma y que nunca puede ser objeto de dominio de otro ser humano.” (Ex. Ap. Postsinodal “Amoris laetitia”. Sobre el amor en la familia)

(10.07.16)

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