LO TRIBUTARIO (n.º 1053)

Ciencia de la Hacienda: y 64) Ciencia de la Hacienda y Derecho Tributario

Hubo un tiempo en que en la Facultad de Derecho se impartían tres asignaturas en tres cursos sucesivos: Economía Política, Hacienda Pública y Derecho Tributario. Las preparaciones académicas de los catedráticos llevaron a contenidos que convirtieron la Economía del Sector Público en Economía, para mayor dificultad de los alumnos procedentes del Bachiller de Letras y el Derecho Tributario, incluyendo la materia de Derecho Financiero, se centraba en el estudio de los impuestos. La Hacienda Pública, ahora opcional y cuatrimestral, quedó dividida en su esencia con prevalencia de contenidos económicos o convertida en la “Filosofía de la fiscalidad” que enseñaba el “por qué” de los gastos y de los ingresos públicos y de la políticas presupuestarias, la justificación ética de las actuaciones coactivas del Sector Público. Justicia y Derecho son las columnas básicas que deben servir de apoyo racional y comunitario a la colaboración, obligatoriamente ejercida y soportada, en la satisfacción de las necesidades colectivas.

Con ese contenido los conceptos pasan a ser relevantes. Y las diferencias: tributos (tasas contribuciones especiales e impuestos), exacciones, prestaciones patrimoniales, precios (políticos, públicos, cuasiprivados y privados); no sujeción, exención, bonificación y gravamen; presupuesto de hecho y hecho imponible; reducciones, deducciones y desgravaciones; retenciones, ingresos a cuenta y pagos fraccionados; sujeto pasivo, contribuyente, sustituto del contribuyente y obligado tributario; tipo de gravamen (efectivo, medio, marginal); traslación y repercusión; efecto multiplicador, efecto acelerador, efecto fermentación; estabilización, desarrollo y redistribución; fraude a la ley y fraude de ley; elusión y evasión; economía de opción; abuso de derecho; conflicto en la aplicación de la norma tributaria, simulación … Y, en el fondo, como base, las instituciones del Derecho común: el Código civil, los principios del Derecho Penal, los institutos del Derecho Mercantil. Y, las construcciones lógicas de las actuaciones, los procedimientos y los procesos.

Porque la ley debe ser una ordenación racional es por lo que hay leyes ilegales, como la que lleva a mantener que es instantáneo el hecho imponible “ser titular del patrimonio”, o convertir un impuesto autonómico en pago a cuenta del posterior impuesto estatal sobre la misma manifestación de la capacidad económica (patrimonio); o rodear la esencia de la autonomía financiera alterando la estructura de los diferentes sistemas tributarios autonómicos mediante el establecimiento de nuevos impuestos que modifican las incidencias sectoriales y la carga fiscal individual; discriminando, como el “privilegio negativo”, contra la “generalidad” , que es la nota esencial del impuesto (por muy inteligible que fuera la teoría “batagliana” de que el privilegio de uno es la aplicación de una norma general que sólo es aplicable a él).

Las leyes ilegales son leyes en fraude de ley que crean alternativas asimiladas a las que no lo son, como ocurre con las frecuentes: “a efectos de esta ley se considera que...”; “a efectos de este impuesto se considera que… ”, “a efectos de este precepto se considera que…”, “a estos efectos…”. O cuando se saltan el principio de legalidad, rodeando la “reserva de ley” mediante habilitaciones legales para desarrollos reglamentarios, aprobados por disposiciones de rango inferior a ley, a veces ni siquiera Decretos, también Órdenes e, incluso, Resoluciones, que modifican así “legalmente” condiciones, requisitos, supuestos, determinantes de hechos imponibles, exenciones, regímenes especiales, valoraciones…

Hace años se reguló en el IVA el régimen especial de oro de inversión. Pero la ley se aprobó y apareció publicada con referencia a una disposición legal inexistente. Parecía un desastre normativo irremediable por “rectificación de errores” porque no los había habido. Era necesario aprobar una norma con rango jerárquico bastante para modificar la ley aprobada. Pero, mientras, se consideró aplicable la disposición según “lo que debería haber dicho y no dijo”. Es es un “contra Derecho”.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Cuando menudean y se multiplican las noticias de casos de corrupción en los que se atribuyen bienes de clases diversas, la Hacienda Pública no puede ser un sujeto “pasivo”, precisamente.

Adviento. En la segunda semana el cristiano puede vivir en la confianza en Dios, porque la fe consolida la esperanza que llenaba su alma en la primera semana. El Reino de Dios está al llegar (Mc 1,15), el Reino de Dios ya ha venido (Mt 12,28), el Reino de Dios está en medio de nosotros (Lc 17,21). Dios se hizo niño en Jesús y creció como hombre siendo Dios. Dios y hombre verdadero está con nosotros en la Eucaristía, siempre, continuamente, “hasta el fin del mundo” (Mt 28,20). Dios vendrá a juzgar y traerá la salvación para siempre, sin fin.

Cantamos los salmos del Tiempo litúrgico: “La salvación está ya cerca de sus fieles, y la gloria habitará e nuestra tierra” (salmo 84,10). “Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar y cuanto lo llena; vitoreen los campos y cuanto hay en ellos, aclamen los árboles del bosque. Delante del Señor, que ya llega, ya llega a regir la tierra; regirá el orbe con justicia y los pueblos con fidelidad” (salmo 95, 11-14). “El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia; no nos trata como merecen nuestros pecados ni nos paga según nuestras culpas (salmo 102,10). “Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas. Explicando tus hazañas a los hombres, la gloria y majestad de tu reinado. Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va de edad en edad” (salmo 144, 10-12)

Confianza en Dios. “Así pues no andéis preocupados diciendo: ¿qué vamos a comer, qué vamos a beber, con qué vamos a vestir? Por todas esas cosas se afanan los paganos. Bien sabe vuestro Padre celestial que de todo eso estáis necesitados. Buscad primero el Reino de Dios y su justicia y todas esas cosas se os añadirán. Por tanto, no os preocupéis por el mañana, porque el mañana traerá su propia preocupación. A cada día le basta su contrariedad” (Mt 6, 31-34). “Venid a mí todos los fatigados y agobiados y yo os aliviaré. Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y encontraréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es suave y mi carga ligera” (Mt 11,28-30)

Confiando en el Amor y viviendo el amor mutuo. “Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos. Y así os fortalezca internamente para que cuando Jesús, nuestro Señor, vuelva acompañado de todos su santos, os presentéis santos e irreprensibles ante Dios, nuestro Padre” (1 Tes 3,12-13). “Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. El labrados aguarda paciente el fruto valioso de la tierra mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Tended paciencia también vosotros, manteneos firmes porque la venida del Señor está cerca.” (St 5,7-8). “No juzguéis antes de tiempo: dejad que venga el Señor. Él iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibirá la alabanza de Dios “ (1 Co 4,5). Aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestra condición humilde según el modelo de su condición gloriosa, con esa energía que posee para sometérselo todo” (Flp 3,20b-21).

Una poesía del Tiempo: “Mirad las estrellas fulgentes brillar / sus luces anuncian que Dios ahí está, / la noche en silencio, la noche en su paz, / murmura esperanzas cumpliéndose ya. / Los ángeles santos, que vienen y van, / preparan caminos por donde vendrá / el Hijo del Padre, el Verbo eternal, / al mundo del hombre en carne mortal. / Abrid vuestras puertas, ciudades de paz, / que el Rey de la gloria ya pronto vendrá; / abrid corazones, hermanos, cantad / que vuestra esperanza cumplida será. / Los justos sabían que el hambre de Dios / vendría a colmarla el Dios del amor, / su Vida en su vida, su Amor en su amor / serían un día su gracia y su don. / Ven pronto, Mesías, ven pronto, Señor, / los hombres hermanos esperan tu voz, / tu luz, tu mirada, tu vida, / tu amor. / Ven pronto, Mesías, sé Dios Salvador.” (Oficio de lectura en Adviento)

LA HOJA SEMANAL
(del 9 al 14 de diciembre)

Lunes (9)

San Juan Diego Cuauhtlatoatzin (2ª Adviento)
Palabras: “A tí te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa” (Lc 5,24)
Reflexión: Él se levantó al punto, tomó la camilla y se marchó a su casa dando gloria a Dios
Propósito, durante el día: Señor, si quieres, puedes curarme

Martes (10)

Nª Sª de Loreto (santa Eulalia de Mérida, virgen y mártir) (2ª Adviento)
Palabras: “Vuestro Padre del cielo: no quiere que se pierda ni uno solo…” (Mt 18,14)
Reflexión: Si encuentra a la oveja perdida se alegra más por ella que por las noventa y nueve
Propósito, durante el día: Padre, no soy digno, pero llámame, espérame y sal para llevarme contigo

Miércoles (11)

San Dámaso I, papa (Madre Maravillas de Jesús, virgen y fundadora) (2ª Adviento)
Palabras: “Venid a mí los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré ...” (Mt 11,28)
Reflexión: “… Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón”
Propósito, durante el día: Cerca de Ti; Señor, metido en Ti, lleno de Ti

Jueves (12)

Nª Sª de Guadalupe (Santa Juana Francisca de Chantal, religiosa) (2ª Adviento)
Palabras; “Se hace violencia contra el reino de Dios… (Mt 11,12)
Reflexión: … y gente violenta quiere arrebatárselo”
Propósito, durante el día: Señor, del enemigo malo defiéndeme

Viernes (13)

Santa Lucía, virgen y mártir (2ª de Adviento) (día de abstinencia)
Palabras: “Los hechos dan la razón a la sabiduría de Dios” (Mt 11,19)
Reflexión: El Hijo del hombre es amigo de publicanos y pecadores
Propósito, durante el día: Señor, confío en tu bondad y en tu misericordia infinitas

Sábado (14)

San Juan de la Cruz, presbítero y doctor de la Iglesia (2ª Adviento)
Palabras: “El Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos” (Mt 17,12)
Reflexión: Entonces entendieron los discípulos. Señor, danos luz, que te veamos y oigamos
Propósito, durante el día: Madre del Amor Hermoso, ayúdanos que somos tus hijos

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 8, domingo (Inmaculada Concepción de la Virgen), nos llaman a la santidad de cada uno teniendo fija la mirada en nuestra Madre, la Virgen María, en su Inmaculada Concepción: “”Ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón” (Gn 3); “Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor” (Ef 1); “María contestó: - Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”. ¡Madre!

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Spes non confundit”… El próximo Jubileo, por tanto, será un Año Santo caracterizado por la esperanza que no declina, la esperanza en Dios. Que nos ayude también a recuperar la confianza necesaria -tanto en la Iglesia como en la sociedad- en los vínculos interpersonales, en las relaciones internacionales, en la promoción de la dignidad de toda persona y en el respeto de la creación. Que el testimonio creyente pueda ser en el mundo levadura de genuina esperanza, anuncio de cielos nuevos y tierra nueva (cf. 2 P 3,13), donde habite la justicia y la concordia entre los pueblos, orientados hacia el cumplimiento de la promesa del Señor. Dejémonos atraer desde ahora por la esperanza y permitamos que a través de nosotros sea contagiosa para cuantos la desean. Que nuestra vida pueda decirles: “Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor” (Sal 27,14). Que la fuerza de esa esperanza pueda colmar nuestro presente en la espera confiada de la venida de Nuestro Señor Jesucristo, a quien sea la alabanza y la gloria ahora y por los siglos futuros.” (Dado en Roma, en San Juan de Letrán, el 9 de mayo, Solemnidad de la Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo, del año 2024, duodécimo de Pontificado. FRANCISCO, Bula para la convocación del jubileo ordinario del año 2025)

- “Todos nosotros, en tantos momentos de la vida, nos preguntamos: cómo hacer para tener un corazón “ligero”, ¿un corazón despierto, libre? ¿Un corazón que no se deja aplastar por la tristeza?  La tristeza es fea… Es fea. De hecho, puede pasar que las ansias, los miedos y los afanes por nuestra vida personal o por todo lo que hoy acontece en el mundo, pesen como rocas sobre nosotros y nos empujen al desánimo. Si las preocupaciones cargan al corazón y nos inducen a encerrarnos en nosotros mismos, Jesús nos invita en cambio a levantar la cabeza, a confiar en su amor que nos quiere salvar y que se hace cercano en cada situación de nuestra existencia, a hacerle espacio para volver a encontrar la esperanza. Y, entonces, preguntémonos: mi corazón está cargado por el miedo, por las preocupaciones, ¿por las ansias en el futuro? Sé observar los eventos cotidianos y las circunstancias de la historia con los ojos de Dios, en la oración, ¿con un horizonte más amplio? ¿O más bien me dejo tocar por el desánimo? Que este tiempo de Adviento sea una ocasión preciosa para levantar la mirada hacia Él, que aligera el corazón y nos sostiene en el camino.” (Angelus, 1 de diciembre de 2024)

- “Esto se refiere a la predicación. A veces hay predicaciones largas, de 20 minutos, de 30 minutos... Pero, por favor, los predicadores deben predicar una idea, un afecto y una llamada a la acción. Más allá de ocho minutos, la predicación se desvanece, no se entiende. Y esto se lo digo a los predicadores... [aplausos] ¡Veo que les gusta oír esto! A veces vemos a hombres que, cuando empieza el sermón, salen a fumar un cigarrillo y luego vuelven a entrar. Por favor, el sermón debe ser una idea, un afecto y una propuesta de acción. Y nunca debe durar más de diez minutos. Esto es muy importante. La segunda cosa -les decía- es no querer predicarnos a nosotros mismos sino al Señor... No querer predicarnos a nosotros mismos implica también no dar siempre prioridad a las iniciativas pastorales promovidas por nosotros y vinculadas a nuestro propio nombre, sino colaborar de buen grado, si se nos pide, en las iniciativas comunitarias, o que se nos encomienden por obediencia.” (Audiencia general, 4 de diciembre de 2024)

- “Profundización y actualidad...90. Ante el Corazón de Cristo es posible volver a la síntesis encarnada del Evangelio y vivir aquello que propuse poco tiempo atrás recordando a la entrañable santa Teresa del Niño Jesús: “La actitud más adecuada es depositar la confianza del corazón fuera de nosotros mismos: en la infinita misericordia de un Dios que ama sin límites y que lo ha dado todo en la Cruz de Jesucristo”. Ella lo vivía con intensidad porque había descubierto en el Corazón de Cristo que Dios es amor: “A mí me ha dado su misericordia infinita, y a través de ella contemplo y adoro las demás perfecciones divinas”. Por eso la oración más popular, dirigida como un dardo al Corazón de Cristo, dice simplemente: “En Ti confío”. No hacen falta más palabras.” (Enc Dilexit nos)

(8.12.24) 

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