LO TRIBUTARIO (nº
784)
La otra Ley 11/21: procedimiento
sancionador (art. 209 LGT)
Por difícil que sea conocer las normas tributarias
aplicables, interpretarlas correctamente y aplicarlas sin error o defecto en
una autoliquidación, es mucho más importante conocer y aplicar los principios y
normas que regulan el procedimiento sancionador. Es conveniente, antes que
hacer ninguna otra reflexión, recordar la excelente definición que un día
“cometió” el TEAC: “La sanción es un reproche social con trascendencia moral”
(TEAC 6.02.90). O, como decía un castizo: “Te remuerde la conciencia y te
señalan con el dedo”. Y es que según la expresión clásica: “Nullum crimen nulla
poena sine lege” (Ulpiano, Digesto 50,16.131) que se completa con “Nullum crimen
sine culpa”, no hay infracción sin ley que la tipifique ni sin culpa probada.
La necesidad de probar la culpa es un derecho humano incluido en el Convenio
Europeo para la Protección de los derechos Humanos y las Libertades
Fundamentales (Roma, 4.11.1950, vigente desde 3.09.53) y reconocido por el
Tribunal de Justicia de la Unión Europea. “Todos tienen derecho a … no
confesarse culpable y a la presunción de inocencia” (Constitución Española, art.
24.2).
La práctica de los expedientes sancionadores en el
ámbito tributario pone de manifiesto que la prueba de la culpa que exige
considerar respecto del infractor todos los actos y circunstancias anteriores,
coetáneos y posteriores a la infracción se ha sustituido por generalidades: “la
infracción fue voluntaria porque la actuación pudo ser otra”, “se considera que
existe dolo, culpa o al menos negligencia”, “el infractor no ha probado que su
interpretación de la norma es razonable”, “la norma aplicable es clara”, “hay
infracción culpable porque se descubrió en una inspección”, “hay culpa porque
hubo incumplimiento y regularización”, “hay culpa porque el infractor tenía
conocimientos… disponía de asesores…”, hay culpa porque se aceptó el acta”. En
situaciones más graves se llegó a argumentar que existía “culpa ínsita” a su
comisión en determinadas infracciones y, más recientemente, que se han cumplido
“los estándares de motivación” exigidos, lo que es colmo de la proscrita culpa
objetiva o culpabilidad por el resultado. Y, más recientemente, se ha
generalizado como prueba bastante: la conducta es voluntaria y culpable”. Todo
esto ha sido corregido por los tribunales hasta hace poco, pero se ha extendido
una nube negra que lleva a considerar “hay diferencia, hay fraude”.
La Ley 11/2021 podía haber corregido esta situación
proclamando la subjetividad de la culpa y corrigiendo los preceptos de la LGT
que hacen objetiva y automática la culpa, la sanción y su graduación. Pero ha
preferido limitarse a modificar el artículo 209.2 LGT para establecer que los
procedimientos sancionadores incoados como consecuencia de los procedimientos
de verificación, iniciado por declaración, comprobación o inspección no podrán
iniciarse una vez transcurridos 6 meses desde que se hubiese notificado o se
entendiese notificada la liquidación o resolución. Antes, el límite temporal
acaba antes: 3 meses. El argumento: el plazo de 6 meses es el general de
resolución de los procedimientos tributarios (art. 104 LGT). Pero no es lo mismo
el plazo “para acabar” que el plazo para “poder iniciar”, ni un procedimiento
sancionador (que considera la conducta) es un procedimiento tributario (que
determina una deuda). Mientras, los tribunales mantienen que cabe iniciar el
procedimiento sancionador antes de que se produzca la liquidación, pero no se
puede sancionar hasta que se produce…
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Retratados moralmente quienes aprobaron, o no se
manifestaron en contra, o no evitaron, las consecuencias de no presentar el
modelo 720 de declaración de bienes en el extranjero que ha sido declarado
contrario a las normas de la UE. Atentado al Derecho.
Los cristianos avanzan por el camino trazado por la
liturgia del Tiempo Ordinario que precede a la Cuaresma y animan sus trabajos,
los inconvenientes y hasta su rutina con la confianza en Dios: “Sé la roca de
mi refugio, Señor, un baluarte donde me salve, tú que eres mi roca y mi
baluarte; por tu nombre dirígeme y guíame” (salmo 30,3-4, en la antífona de
entrada de la 6ª semana); “Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo
único, para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida
eterna” (Jn 3,16, de una antífona de comunión de la 6ª semana). Y, en el
caminar hasta llegar al cielo, el cristiano sigue la senda del Evangelio
considerando las preguntas de Jesús.
Algunos, hace muchos años, estudiaron que este pasaje
evangélico se produjo en Galilea en el mes de mayo de la segunda Pascua que
pasó Jesús con sus discípulos, porque la primera la pasó en Judea. Después,
estudiando más, conocieron otras versiones en la localización temporal. Pero
siempre quedó el texto de los evangelios sinópticos: “Un sábado caminaba a
través de unos sembrados, y sus discípulos iban arrancando espigas que comían
desgranándolas con las manos. Y dijeron algunos fariseos: ¿Cómo hacéis lo que
no es lícito hacer en sábado? Respondióles Jesús: ¿No habéis leído siquiera lo
que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre? ¿Cómo entró en la
casa de Dios y, tomando los panes de la proposición, comió y repartió entre sus
compañeros, siendo así que sólo está permitido comerlos a los sacerdotes? Y les
dijo: El hijo del hombre es señor aun del sábado” (Lc 6, 1-5; cf. Mc 2.23-28,
Mt 12,1-8). En el evangelio de Mateo se añade: “Y si hubierais comprendido lo
que significa: amo la misericordia y no el sacrificio, no hubierais condenado a
los inocentes” (Mt 12,7).
- La regla de la misericordia. “No juzguéis para no
ser juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis se os juzgará, y con la
medida que midáis se os medirá” (Mt 7,1); “No juzguéis y no seréis juzgados, no
condenéis y no seréis condenados Perdonad y seréis perdonados; dad y se os
dará; echarán una buena medida, apretada, colmada, rebosante: porque con la
misma medida con que midáis se os medirá” (Lc 6,37-38). “Pero Jesús se agachó y
se puso a escribir con el dedo en la tierra. Como ellos insistían en
preguntarle, se incorporó y les dijo: - El que de vosotros esté sin pecado que
tire la piedra el primero. Y agachándose otra vez, siguió escribiendo en la
tierra. Al oírle, empezaron a marcharse uno tras otros, comenzando por los más
viejos, y quedó Jesús solo, y la mujer, de pie, en medio. Jesús se incorporó y
le dijo: - Mujer, ¿dónde están? ¿Ninguno te ha condenado? -Ninguno, Señor - respondió
ella. Le dijo Jesús: - Tampoco yo te condeno; vete y a partir de ahora no
peques más” (Jn 8, 6-11)
- La regla de la caridad. “Todo lo que queráis que
hagan los hombres con vosotros, hacedlo también vosotros con ellos” (Mt 7,12;
Lc 6,31). “Pero a vosotros que me escucháis os digo: amad a vuestros enemigos,
haced el bien a los que os odian; bendecid a os que os maldicen y rogad por los
que os calumnian. Al que te pegue en una mejilla ofrécele también la otra, y al
que te quite el manto no le niegues tampoco la túnica. Da a todo el que te
pida, y al que tome lo tuyo no s ellos reclames” (Lc 6,27-30)
LA HOJA SEMANAL
(del 14 al 19 de febrero) (año de la familia)
Lunes (14)
Santos Cirilo y Metodio, Patronos de Europa (Nª Sª Madre del Amor Hermoso)
Palabras: “Designó el Señor otros setenta y dos y los envió por delante” (Lc 10,1)
Reflexión: Y decid: Está cerca de vosotros el reino de Dios
Propósito, durante el día: Señor, venga a nosotros tu reino
Martes (15)
San Claudio de la Colombière, presbítero (6ª TO)
Palabras: “¿No acabáis de entender? ¿Tan torpes sois?” (Mc 8,17)
Reflexión: Tened cuidado con la levadura de los fariseos
Propósito, durante el día: Dios mío, del Enemigo malo defiéndeme
Miércoles (16)
Santa Juliana, mártir (6ª TO)
Palabras: “Le trajeron un ciego, pidiéndole que lo tocase” (Mc 8,22)
Reflexión: Le puso otra vez las manos en los ojos. Estaba curado veía todo con claridad
Propósito, durante el día: Señor, ¡Que vea! ¡Que sea como Tú quieres que sea!
Jueves (17)
Los siete santos fundadores de la orden de los Siervos de la Virgen María (6ª TO)
Palabras: “Y vosotros ¿quien decís que soy?” (Mc 8,29)
Reflexión: El Hijo del hombre tiene que padecer mucho. Se lo explicaba con claridad
Propósito, durante el día: Señor, gracias, perdóname y ayúdame más
Viernes (18)
Santa Gertrudis Comensoli, virgen, fundadora (6ª TO) (día de penitencia)
Palabras: ““Quien quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo… (Mc 8,34)
Reflexión: … que cargue con su cruz y me siga”
Propósito, durante el día: Aleja de mí, Señor, lo que me aparte de Ti
Sábado (19)
Beato Álvaro de Córdoba (6ª TO)
Palabras: “Maestro qué bien se está aquí. Vamos a hacer tres tiendas…” (Mc 9,5)
Reflexión: Estaban asustados y no sabía lo que decía
Propósito durante el día: Madre mía, ampárame y guíame a la patria celestial
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 13, domingo (6º TO, ciclo C; 3º
de san José) nos llevan a poner nuestra confianza sólo en Dios: “Bendito quien
confía en el Señor y pone en el Señor su confianza. Será un árbol plantado
junto al agua” (Jr 17); Si nuestra esperanza en Cristo acaba con esta vida,
somos los hombres más desgraciados. ¡Pero no! Cristo resucitó de entre los
muertos” (1 Co 15); “¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso lo hacían
vuestros padres con los falsos profetas (Lc 6). Toda la gloria para Dios.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
-
“¿Qué hace entonces el Señor? Elige subirse a nuestra barca. Desde allí quiere anunciar
el Evangelio al mundo. Precisamente esa barca vacía, símbolo de nuestra
incapacidad, se convierte en la “cátedra” de Jesús, en el púlpito desde el que
proclama la Palabra. Y esto es lo que le gusta hacer al Señor: el Señor es el
Señor de las sorpresas, de los milagros en las sorpresas; subir a la barca de
nuestra vida cuando no tenemos nada que ofrecerle; entrar en nuestros vacíos y
llenarlos con su presencia; servirse de nuestra pobreza para proclamar su
riqueza, de nuestras miserias para proclamar su misericordia. Recordemos esto:
Dios no quiere un crucero, le basta con una pobre barca “destartalada”, siempre
que lo acojamos: ¡Eso sí! Acogerlo. No interesa la barca… acogerlo. Pero, me
pregunto, ¿lo dejamos entrar en la barca de nuestras vidas? ¿Ponemos a su
disposición lo poco que tenemos? A veces nos sentimos indignos de Él porque
somos pecadores. Pero esta es una excusa que no le gusta al Señor, porque lo
aleja de nosotros. Él es el Dios de la cercanía, de la compasión, de la
ternura, y no busca el perfeccionismo, busca la acogida. También a ti te dice:
"Déjame subir a la barca de tu vida”. “Pero, Señor, mira…”, “Así: déjame
subir, tal como es". Pensemos en esto.” (Angelus, día 6 de febrero de
2022)
- “Queridos
hermanos y hermanas, solo por la fe en la resurrección nosotros podemos
asomarnos al abismo de la muerte sin que el miedo nos abrume. No solo eso:
podemos dar a la muerte un rol positivo. De hecho, pensar en la muerte,
iluminada por el misterio de Cristo, ayuda a mirar con ojos nuevos toda la
vida. ¡Nunca he visto, detrás de un coche fúnebre, un camión de mudanzas!
Detrás de un coche fúnebre: no lo he visto nunca. Nos iremos solos, sin nada en
los bolsillos del sudario: nada. Porque el sudario no tiene bolsillos. Esa
soledad de la muerte: es verdad, no he visto nunca detrás de un coche fúnebre
un camión de mudanzas. No tiene sentido acumular si un día moriremos. Lo que
debemos acumular es la caridad, es la capacidad de compartir, la capacidad de
no permanecer indiferentes ante las necesidades de los otros. O, ¿qué sentido
tiene pelearse con un hermano o con una hermana, con un amigo, con un familiar,
o con un hermano o hermana en la fe si después un día moriremos? ¿De qué sirve
enfadarse, enfadarse con los otros? Delante de la muerte muchas cuestiones se
redimensionan. Está bien morir reconciliados, ¡sin dejar rencores ni
remordimientos! Yo quisiera decir una verdad: todos nosotros estamos en camino
hacia esa puerta, todos.” (Audiencia general, día 9 de febrero de 2022)
(13.02.22)
Noticias del blog. El día 9 de febrero se alcanzó el número de 93.000 visitas a las entradas contadas desde 30 de septiembre de 2013; ahora, más de veinte a diario. Con el agradecimiento a los lectores.
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