LO TRIBUTARIO (nº 671)

“Excusatio non petita, accusatio manifesta”

Aunque, posiblemente, se trata de un adagio medieval, la expresión latina ”Excusatio non petita, acusatio manifesta” (la excusa no requerida, es una acusación manifiesta: el que se excusa sin que nadie la haya pedido que lo haga, se está acusando) ha perdurado en el tiempo y ha superado los límites del ámbito forense hasta alcanzar el lenguaje corriente con un cierto grado de erudición. En las colecciones de expresiones latinas se dice que de la que aquí se trata se puede encontrar antecedente en una obra de Terencio (“Heautontimorumenos”): “Nescio quid peccati portat haec purgatio” (Negar la falta conlleva castigo). Y en PseudoJerónimo (“Epistolae”) se puede leer: “Dum excusare credis, accusas” (Aunque crees que te excusas, te acusas”. Y sobre los riesgos ascéticos de las excusas, se debe recordar la advertencia de Tomás de Kempis en su Imitación de Cristo: “Muchas veces también obramos mal y los excusamos peor” (Libro II, cap. V.1).

En el refranero español no faltan los refranes referidos a las excusas, como el que desacredita algunas: “El excusarse antes de ocasión es culparse, “Quien se excusa, se acusa”, “Mejor una mala excusa que ninguna excusa”. A las maniobras dilatorias del moroso se le aplica la frase “Excusas de mal pagador”. Y no faltan referencia foráneas y folklóricas: Quien no sabe bailar dice que los tambores no sirven para nada” (proverbio de Gana). En todo caso, la “excusatio non petita” se suele situar en el ámbito del Derecho Penal, aunque no faltan ejemplos en otras ramas del Derecho.

En “lo tributario” es obligado diferenciar las manifestaciones de la “excusatio non petita” según se aplique a los administrados o a la Administración. Cuando se repasa las colecciones de jurisprudencia comentada se encuentran muchos ejemplos que sirven para comprobar su frecuente utilización. Así, por ejemplo, en la responsabilidad tributaria de administradores de sociedades se puede leer que el afectado manifiesta en su defensa que, aunque ostentaba el cargo de administrador, dicho cargo lo ejercía otra persona: el consejero delegado, el accionista principal, el padre del administrador… En la calificación de los negocios con trascendencia tributaria, al tiempo de alegar contra la regularización practicada por la Administración se puede leer que “aunque parece una opción de compra es una compraventa con condición suspensiva” o que “no existe motivo económico válido para la escisión, pero es que la convivencia social con el pariente era insoportable”. Una sentencia confirma que no existía simulación porque la voluntad de las partes era precisamente simular. Y no faltan sentencias que ponen de manifiesto que la excusa modera el rigor de la ley: así, las que consideran inaplicable y anulan el recargo de extemporaneidad porque, aunque la declaración por el ISyD se presentó fuera de plazo, es excusa razonable manifestar que se presentó cuando se conoció que el causante, además de los bienes declarados en plazo, tenía una cuenta bancaria en el extranjero, que se incorpora en declaración complementaria.

La Administración, aunque casi todo lo hace bien, a veces incumple sus obligaciones, pero no se conocen excusas ni siquiera por el retraso en las devoluciones a los contribuyentes del IRPF que han ingresado en exceso, por anticipado y se les devuelve tarde y sin intereses, si no es “muy tarde”. En cambio, la subsanación es la alternativa a las excusas: ciertamente era improcedente la verificación, pero se guardaron tantas garantías que fue como la comprobación limitada que procedía y no se realizó; ciertamente se resolvió con un fundamento distinto al del acta a la que se alegó, pero es que se trataba de una propuesta; no hubo indefensión porque se puede recurrir… Y más. 

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Aprobados los Presupuestos para 2021, lo peor no es la nueva tributación, sino las mayores exigencias recaudatorias para financiar el gasto. Tiempo de procedimiento.

Año nuevo. Todas las personas de buena voluntad se desean lo mejor, unos a otros, y más después de haber sufrido tantísimo en el año 2020 que termina. El cristiano no es indiferente a esa sucesión anual. Hace tiempo estaba generalizada la práctica de un examen de conciencia anual y de hacer confesión general al acabar cada año. Hacer a conciencia el examen de conciencia y hacer propósitos claros, concretos, realizables. Todo eso y nada menos que eso, poniendo el alma y el corazón ante Dios, que ve en lo más íntimo de nuestro interior, “interior intimo meo” (san Agustín, Confesiones III, 6,11). Empezar el año es tiempo de confirmar en la fe, de renovar la esperanza en la misericordia de Dios y de comprometernos a recibir y regalar el amor del Amor.      

Año nuevo. Tiempo de animar las fuerzas del corazón y el alma. “¿No es acaso milicia la vida del hombre sobre la tierra, y sus días son como los de jornalero?” (Job 7,1). “Que la vida del hombre sobre la tierra es milicia, lo dijo Job hace muchos siglos. -Todavía hay comodones que no se han enterado” (Camino, 306). “Año nuevo, lucha nueva”, proclamó san Josemaría en el año 1972, como había animado a la lucha interior, a vencer: “Me dices que sí, que quieres. – Bien, pero ¿quieres como un avaro quiere su oro, como una madre quiere a su hijo, como un ambicioso quiere los honores o como un pobrecito sensual su placer? - ¿No? – Entonces no quieres”. La hermana de santo Tomas de Aquino le preguntó en una carta qué había que hacer para ser santo y él le dijo “Querer”. Así, sencillamente, haciendo realidad el “Semper idem velle atque idem nolle” (Séneca, “Epístolas morales”) que expresa la sabiduría en la amistad: siempre querer lo mismo y no querer lo mismo. “Quiero lo que Tú quieras, lo quiero porque lo quieres, lo quiero como lo quieres, lo quiero en cuanto lo quieres” (Papa Clemente IX)

Una parábola para el nuevo año y para todos los años: “El Reino de los Cielos es como un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo y se fue. Cuando brotó la hierba y echó espiga, entonces apareció también la cizaña. Los siervos del amo de la casa fueron a decirle: “Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?”. Él les dijo: “Algún enemigo lo habrá hecho”. Le respondieron los siervos: “¿Quieres que vayamos a arrancarla?”. Pero él les respondió: “No, no vaya a ser que, al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. Dejad que crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega les diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla; el trigo, en cambio, almacenadlo en el granero” (Mt 13, 24-30). En la meditación del pasaje no se puede olvidar la rápida acción del enemigo: vino, sembró y se fue. Hay que estar vigilantes, no dormir, y hay que tener presente que en un instante se produce mucho mal. Para todo el año que empezamos a vivir, debemos recordar que se convive con la maldad y que podemos ser cizaña. Pero puede ser más íntimo, más manejable, sin riesgo de maniqueísmo, recordar que somos “campo de Dios” (1 Co 3,9). Y ese convencimiento animará a ser buena tierra (Mt 13,23), fértil, a dar mucho fruto, a obrar el bien, y no crecerá en nuestra alma la cizaña que, como los espinos, las preocupaciones de este mundo y la seducción de las riquezas (Mt 13,22), ahogan en el alma la palabra de Dios.

Uno de enero. Santa María Madre de Dios. ¡La Madre de Dios es mi Madre!

LA HOJA SEMANAL

(del 28 de diciembre de 2020 al 2 de enero de 2021) (Año de san José)

Lunes (28)

Los Santos Inocentes, mártires

Palabras: “Herodes …mandó matar a todos los niños de dos años para abajo” (Mt 2,16)

Reflexión: “Levántate, coge al niño y a la madre y huye a Egipto”

Propósito, durante el día: Dios mío: lo que quieras, cuando quieras, porque Tú quieres

Martes (29)

Santo Tomás Becket, obispo y mártir (5º día de la Octava de Navidad)

Palabras: “Cuando llegó el tiempo de la purificación… los padres de Jesús (Lc 2,22)

Reflexión: … lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor”

Propósito, durante el día: Actos de presencia de Dios

Miércoles (30)

San Félix I, papa (6º día de la Octava de Navidad)

Palabras: “Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley… (Lc 2,39)

Reflexión: … se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret”

Propósito, durante el día: Cumplir con alegría los mandamientos; vivir en ellos la fe

Jueves (31)

San Silvestre I, papa (7º día de la Octava de Navidad)

Palabras: “Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros” (Jn 1,14)

Reflexión: “Vino a su casa, y los suyos no la recibieron”

Propósito, durante el día: Recibir al Señor. Eucaristía. Comuniones espirituales

Viernes (1)

Solemnidad de Santa María, Madre de Dios (Octava de Navidad; Nª Sª de Belén)

Palabras: “María conservaba todas estas cosas meditándolas en su corazón” (Lc 2,19)

Reflexión: Al cumplirse los ocho días tocaba circuncidar al niño

Propósito, durante el día: Jesús, José y María os doy el corazón y el alma mía

Sábado (2)

San Basilio Magno y san Gregorio Nacianceno, ob. y doct. de la Iglesia (7º Octava)

Palabras: “En medio de vosotros hay uno que no conocéis… (Jn 1,26)

Reflexión: … y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia

Propósito, durante el día: La Madre de Dios es mi Madre


(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 27, domingo (La Sagrada Familia: Jesús, María y José, ciclo B) se llenan de felicidad familiar: “El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros” (Si 3); “Como elegidos de Dios, santos y amados, vestíos de la misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos” (Col 3); “El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba (Lc 2). Sagrada Familia.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Cuántas veces -ahora pensemos en nosotros- cuántas veces nuestra vida está hecha de aplazamientos, incluso nuestra vida espiritual! Por ejemplo: sé que me hace bien rezar, pero hoy no tengo tiempo... “mañana, mañana, mañana, mañana...”- Aplazamos las cosas: mañana lo hago; sé que ayudar a alguien es importante —sí, tengo que hacerlo, lo haré mañana—. Es la misma cadena de los mañanas... Aplazar las cosas.  Hoy, a las puertas de la Navidad, María nos invita a no aplazar, a decir “sí”.  “¿Tengo que rezar?”, “Sí, y rezo”. “¿Tengo que ayudar a los demás? Sí”. ¿Cómo hacerlo? Lo hago. Sin aplazar. Cada “sí” cuesta. Cada “sí” cuesta, pero siempre es menos de lo que le costó a ella ese “sí” valiente, ese “sí”, decidido, ese “hágase en mí según tu palabra” que nos trajo la salvación.” (Angelus, 20 de diciembre de 2020)

- “Dios no nos ha mirado desde arriba, desde lejos, no ha pasado de largo, no ha sentido asco por nuestra miseria, no se ha revestido con un cuerpo aparente, sino que ha asumido plenamente nuestra naturaleza y nuestra condición humana. No ha dejado nada fuera, excepto el pecado: lo único que Él no tiene. Toda la humanidad está en Él. Él ha tomado todo lo que somos, así como somos. Esto es esencial para comprender la fe cristiana. San Agustín, reflexionando sobre su camino de conversión, escribe en sus “Confesiones”: “Todavía no tenía tanta humildad para poseer a mi Dios, al humilde Jesús, ni conocía las enseñanzas de su debilidad” (Confesiones VII, 8). ¿Y cuál es la debilidad de Jesús? ¡La “debilidad” de Jesús es una “enseñanza”! Porque nos revela el amor de Dios. La Navidad es la fiesta del Amor encarnado, del amor nacido por nosotros en Jesucristo. Jesucristo es la luz de los hombres que resplandece en las tinieblas, que da sentido a la existencia humana y a la historia entera.” (Audiencia general, día 23 de diciembre de 2020)

- “206. El relativismo no es la solución. Envuelto detrás de una supuesta tolerancia, termina facilitando que los valores morales sean interpretados por los poderosos según las conveniencias del momento. Si en definitiva “no hay verdades objetivas ni principios sólidos, fuera de la satisfacción de los propios proyectos y de las necesidades inmediatas […] no podemos pensar que los proyectos políticos o la fuerza de la ley serán suficientes. […] Cuando es la cultura la que se corrompe y ya no se reconoce alguna verdad objetiva o unos principios universalmente válidos, las leyes sólo se entenderán como imposiciones arbitrarias y como obstáculos a evitar”. (Enc. Fratelli tutti”)

- 1. Padre amado. La grandeza de san José consiste en el hecho de que fue el esposo de María y el padre de Jesús. En cuanto tal, «entró en el servicio de toda la economía de la encarnación», como dice san Juan Crisóstomo. San Pablo VI observa que su paternidad se manifestó concretamente «al haber hecho de su vida un servicio, un sacrificio al misterio de la Encarnación y a la misión redentora que le está unida; al haber utilizado la autoridad legal, que le correspondía en la Sagrada Familia, para hacer de ella un don total de sí mismo, de su vida, de su trabajo; al haber convertido su vocación humana de amor doméstico en la oblación sobrehumana de sí mismo, de su corazón y de toda capacidad en el amor puesto al servicio del Mesías nacido en su casa» (Cart. Ap. “Patris corde”) 

(27.12.20)

Noticia fiscal. En el RD-L 35/2020, de 22 de diciembre (BOE del 23) se contienen normas tributarias, como las referidas: a los aplazamientos de deudas tributarias (art. 8); a la reducción de rendimientos en EOS del IRPF y RS del IVA según las actividades (art. 9); al tiempo de renuncia a los regímenes objetivos (art. 10); a la consideración del tiempo de alarma como sin actividad (art. 11); a la modificación de los plazos de renuncia a la EOS en el IRPF y al Régimen de Agricultura en el IVA (art. 12); se añade una DA 49ª LIRPF sobre gastos en el arrendamiento inmobiliario (at. 13); pérdidas por insolvencias en empresas de reducida dimensión (art. 14); reducción en arrendamientos inmobiliarios (art. 15); modificación del art. 42.3.a) LIRPF en retribuciones en especie (DF 1ª) 

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