LO TRIBUTARIO (nº 572)
Las fuentes del Derecho (21): ¿principio de proporcionalidad?
Establece el artículo 3.2 LGT: “La aplicación del sistema tributario se basará en los principios de proporcionalidad…” Posiblemente una de las dudas que pudiera provocar esta regulación sería saber qué es la “aplicación del sistema tributario”. El artículo 83 LGT dice que la aplicación de los tributos comprende todas las actividades administrativas dirigidas a la información y asistencia (a los administrados) y a la gestión, inspección y recaudación, así como las actuaciones (de los administrados) en el ejercicio de sus derechos o en cumplimiento de sus obligaciones”. La aplicación de los tributos se desarrolla a través de los procedimientos administrativos de gestión, inspección, recaudación y los demás previstos en el Título III, “La aplicación de los tributos” de la LGT (arts. 83 a 177). También se puede saber que la LGT establece los principios y las normas jurídicas generales del sistema tributario español y que será de aplicación a todas las Administraciones con el alcance del artículo 149.1. 1º, 8º, 14º y 18ª CE, sin perjuicio de lo dispuesto respecto del Convenio con Navarra y del Concierto con el País Vasco (art. 1 LGT). El artículo 4 LGT regula las potestades para establecer y exigir tributos según se trata del Estado, las Comunidades Autónomas o las Corporaciones Locales; y el artículo 5 LGT regula las competencias para la aplicación de los tributos y para el ejercicio de la potestad sancionadora y de revisión de los actos administrativos.
Referencias a la proporcionalidad en la aplicación de los tributos se regulan en las medidas cautelares: 1) para asegurar el cobro de la deuda tributaria, en cuanto que deben ser “proporcionadas al daño que se pretenda evitar y en la cuantía estrictamente necesaria para asegurar el cobro”, sin que en ningún caso se puedan adoptar medidas que puedan producir un perjuicio de difícil o imposible reparación (art. 81.2 LGT); 2) para impedir que desaparezcan, se destruyan o alteren las pruebas determinantes de las existencia o cumplimiento de obligaciones tributarias o que se niegue posteriormente su existencia o exhibición, exigiéndose que las medidas sean proporcionadas y limitadas temporalmente sin que puedan adoptarse medidas que puedan producir un perjuicio de difícil o imposible reparación (art. 146 LGT). En el embargo de bienes y derechos, que es medida normal en el procedimiento de apremio, se lee “Con respeto siempre al principio de proporcionalidad, se procederá al embargo…” (art. 169 LGT).
No se regula el principio de proporcionalidad en la aplicación de los tributos al regular las obligaciones formales (art. 29 LGT) de los administrados tributarios y que pueden llegar a ser agobiantes. Tampoco se garantiza el derecho a la proporcionalidad en la relación de la Administración con los administrados al regular los derechos de éstos aunque se establece que esa intervención se llevará a cabo de la forma menos gravosa, si no perjudica el cumplimiento de las obligaciones tributarias (art. 34.1.k) LGT). Es un principio esencial en un Estado de Derecho la proporcionalidad de las sanciones. Y así se cita en el artículo 178.2 LGT, pero, aunque se regula el principio de responsabilidad y el de no concurrencia, no se trata del principio de proporcionalidad. La doctrina, incluso del TC, considera que la discrecional libertad del legislador para regular las sanciones impide aplicar tal principio. En el Taller de tributación, claro, las reacciones son silenciosas, entre la pena y la rabia jurídicas.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Hasta octubre la recaudación de impuestos apenas creció un 0,8%. Creció un 4,6% el IRPF y un 1,9% el IVA y bajó un 11,6% el IS. En dos meses la Agencia Tributaria debe recaudar 35.000 millones para cumplir el objetivo fijado; asegura que lo cumplirá.
Cuarta semana de Adviento. El cristiano sabe que todo empieza por un encuentro con Jesús: su mirada, su voz, son suficientes para que cambie nuestra vida. El principio no es el resultado de nuestro esfuerzo: Dios viene a buscarnos, Dios está cerca de nosotros, dentro de nosotros: "Porque tú estabas más dentro de mí que lo más íntimo de mí, y más alto que lo supremo de mi ser" -"interior intimo meo et superior summo meo"- (san Agustín, “Confesiones”, III, 6, 11). Dios nos llama: “Mira, estoy a la puerta y llamo: si alguno escucha mi voz y abre la puerta entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo” (Ap. 3,20). Y nosotros podemos contestar: “Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en ti" (san Agustín, “Confesiones” I, 1, 1). Y nos decimos: “Dios que te hizo sin ti, no te salvará sin ti” (san Agustín, Sermón 169). Toda la vida del cristiano es comenzar y recomenzar. Y volver una y otra vez al principio, porque hemos escuchado su voz que nos ha dicho: “Pero tengo contra ti que has perdido la caridad que tenías al principio” (Ap. 2,4) y nos ha animado a seguir: “Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida” (Ap. 2,10)
Adviento es tiempo de volver a empezar. De estar atento y de responder de inmediato, en cuanto oímos la voz de Dios: “Mientras caminaba junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón el llamado Pedro y Andrés su hermano, que echaban la red al mar, pues eran pescadores. Y les dijo: - Seguidme y os haré pescadores de hombres. Ellos, al momento, dejaron las redes y le siguieron. Pasando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y Juan su hermano, que estaban en la barca con su padre Zebedeo remendando sus redes, y los llamó. Ellos al momento, dejaron la barca y a su padre, y le siguieron” (Mt 4,18-23). “Al marchar Jesús de allí, vio a un hombre sentado al telonio, que se llamaba Mateo, y le dijo: - Sígueme. Él se levantó y le siguió.” (Mt 9,9). “Cuando se acercaban a Jericó, un ciego estaba sentado al lado del camino mendigando. Al oír que pasaba mucha gente, preguntó qué era aquello. Le contestaron: - Es Jesús Nazareno, que pasa. Y gritó diciendo: - ¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí! Y los que iban delante le reprendían para que se estuviera callado. Pero él gritaba mucho más: - ¡Hijo de David, ten piedad de mí! Jesús, parándose, mandó que lo trajeran ante él. Y cuando se acercó, le preguntó: - ¿Qué quieres que te haga? – Señor, que vea -respondió él. Y Jesús le dijo: - Recobra la vista, tu fe te ha salvado. Y al instante recobró la vista y le seguía glorificando a Dios.” (Lc 19,1-10). El Adviento es tiempo de vigilancia y atención a Cristo que pasa a nuestro lado. Tiempo de seguir a Jesús.
En la última semana de Adviento que acoge la Navidad, el cristiano hace más frecuente y más íntima la cercanía a la Virgen que va a ser Madre de Dios y que es Madre nuestra. Los magos de Oriente ya venían camino de Belén (Mt 2, 1-5). Los pastores cuidaban del ganado sin saber que, pronto, acudirían presurosos a Belén “y encontrarían a María y a José y al niño reclinado en un pesebre” (Lc 2,16). Y la Virgen María, que lo guardaba todo en su corazón (Lc 2,19 y 51), viviendo el día de su maternidad divina, recordaría cómo empezó todo nueve meses antes: “- He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38). Y pedimos: Mater Pulchrae Dilectionis, filios tuos adiuva.
LA HOJA SEMANAL
(del 23 a 28 de diciembre)
Lunes (23)
San Juan de Kety, presbítero (Feria de Adviento)
Palabras: “A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo” (Lc 1,57)
Reflexión: En la Anunciación ya dijo el ángel a María que Isabel iba a ser madre
Propósito, durante el día: Vivir junto a María en estos días inmediatos a la Navidad
Martes (24)
Santos Antepasados de Jesús (Feria de Adviento; Nochebuena)
Palabras: “Le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, …” (Lc 1,75)
Reflexión: Porque Dios ha visitado y redimido
Propósito, durante el día: Vivir la Navidad junto al belén, ante el Sagrario.
Miércoles (25)
La Natividad de Nuestro Señor Jesucristo
Palabras: “Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros” (Jn 1,14)
Reflexión: Y los suyos no lo recibieron
Propósito, durante el día: Vivir la Navidad con la Sagrada Familia en el corazón
Jueves (26)
San Esteban, diácono y protomártir
Palabras: “Cuando os arresten no os preocupéis de lo que vais a decir” (Mt 10,19)
Reflexión: El Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros
Propósito, durante el día: Ofrecer a la Sagrada Familia actos de comprensión y ayuda
Viernes (27)
San Juan, apóstol y evangelista
Palabras: “Entonces entró también el otro discípulo … vio y creyó” (Jn 20,8)
Reflexión: Pedro y Juan corrían camino del sepulcro… Juan corría más, pero esperó
Propósito, durante el día: Vivir con la Iglesia, en todos los lugares, la Navidad
Sábado (28)
Los Santos Inocentes, mártires
Palabras: “Herodes va a buscar al niño para matarlo” (Mt 2,13)
Reflexión: Fiestas de Navidad. Faltas de amor, acto de odio, a Dios, que nació Niño
Propósito, durante el día: Madre de todos nosotros, ayúdanos a vivir bien la Navidad
(la reflexión y el propósito los fija cada uno)
Las lecturas del día 22, domingo (4º de Adviento, ciclo A) nos animan a vivir la Navidad con la alegría de saber que Dios se ha hecho como nosotros: “Mirad la virgen está encinta y da a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros” (Is 7); “Por él hemos recibido este don y esta misión: hacer que todos los gentiles respondan a la fe” (Rm 1); “(José) hizo lo que le había mandado el ángel del señor y se llevó a casa a su mujer” (Mt 1). Tiempo de vivir la alegría de Dios y con Dios
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “5. ¡Cuánta emoción debería acompañarnos mientras colocamos en el belén las montañas, los riachuelos, las ovejas y los pastores! De esta manera recordamos, como lo habían anunciado los profetas, que toda la creación participa en la fiesta de la venida del Mesías. Los ángeles y la estrella son la señal de que también nosotros estamos llamados a ponernos en camino para llegar a la gruta y adorar al Señor.
“Vayamos, pues, a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha comunicado” (Lc 2,15), así dicen los pastores después del anuncio hecho por los ángeles. Es una enseñanza muy hermosa que se muestra en la sencillez de la descripción. A diferencia de tanta gente que pretende hacer otras mil cosas, los pastores se convierten en los primeros testigos de lo esencial, es decir, de la salvación que se les ofrece. Son los más humildes y los más pobres quienes saben acoger el acontecimiento de la encarnación. A Dios que viene a nuestro encuentro en el Niño Jesús, los pastores responden poniéndose en camino hacia Él, para un encuentro de amor y de agradable asombro. Este encuentro entre Dios y sus hijos, gracias a Jesús, es el que da vida precisamente a nuestra religión y constituye su singular belleza, y resplandece de una manera particular en el pesebre.” (Cart. Ap. “Admirabile signum”, en Greccio, Santuario del Pesebre, el 1 de diciembre de 2019)
- “El Adviento es un tiempo de gracia. Nos dice que no basta con creer en Dios: es necesario purificar nuestra fe cada día. Se trata de prepararnos para acoger no a un personaje de cuento de hadas, sino al Dios que nos llama, que nos implica y ante el que se impone una elección. El Niño que yace en el pesebre tiene el rostro de nuestros hermanos más necesitados, de los pobres, que «son los privilegiados de este misterio y, a menudo, aquellos que son más capaces de reconocer la presencia de Dios en medio de nosotros» (Carta Apostólica “Admirabile signum”, 6).Que la Virgen María nos ayude para que, al acercarnos a la Navidad, no nos dejemos distraer por las cosas externas, sino que hagamos espacio en nuestros corazones a Aquél que ya ha venido y quiere volver a venir para curar nuestras enfermedades y darnos su alegría.” (Angelus, día 15 de diciembre de 2019)
- “Hacer un pequeño belén, en casa, siempre, porque es el recuerdo de Dios que vino entre nosotros, nació entre nosotros, nos acompaña en la vida, es hombre como nosotros, se hizo hombre como nosotros. En la vida diaria ya no estamos solos, Él vive con nosotros. No cambia mágicamente las cosas, pero, si lo acogemos, todo puede cambiar. Os deseo, entonces, que hacer el pesebre sea la ocasión de invitar a Jesús a la vida. Cuando hacemos el belén en casa, es como si abriéramos la puerta y dijéramos: “Jesús, ¡entra!”, es hacer concreta esta cercanía, esta invitación a Jesús para que venga a nuestra vida. Porque si Él habita nuestra vida, la vida renace. Y si la vida renace es de verdad Navidad. ¡Feliz Navidad a todos!” (Audiencia general, día 18 de diciembre de 2019)
¡EL BLOG DESEA A TODOS LOS LECTORES PAZ Y ALEGRÍA EN LA NAVIDAD!
(22.12.19)
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