LO TRIBUTARIO (nº 508)

Procedimientos tributarios (14): de inspección (1): las actuaciones inspectoras

Este “procedimiento” era una actuación que en la LGT/1963 se integraba procedimiento de gestión (arts. 101 a 120). Los inspectores consiguieron que una de sus funciones fuera la liquidación del tributo (art. 140). Degradada la gestión a verificaciones de datos y a comprobaciones limitadas, la inspección se reguló en la LGT/2003 como el procedimiento de determinación de la obligación tributaria por excelencia. Y, generalizada la provisionalidad (art. 101.2 y 3) y, por tanto, las comprobaciones y liquidaciones parciales, gestión e inspección se han sumido en la “alegalidad” de las resoluciones porque la determinación legal de la obligación tributaria en un Estado de Derecho exige integridad y carácter definitivo. Lo corporativo determinó lo legal.

- Funciones. Establece el artículo 141 LGT las funciones de la Inspección: investigar para descubrir lo no declarado, comprobar la veracidad y exactitud de lo declarado comprobar valores, comprobar el cumplimiento de los requisitos de beneficios e incentivos fiscales, informar a los inspeccionados de sus derechos y obligaciones, practicar las liquidaciones resultantes de sus actuaciones, asesorar e informar a otros órganos, realizar intervenciones tributarias permanentes o no y, también, realizar “actuaciones de comprobación limitada” según los artículos 136 a 140 LGT que regulan el procedimiento de comprobación limitada.

- Facultades. El artículo 142 LGT establece que las “actuaciones inspectoras” se realizarán mediante el examen de documentos, libros, contabilidad principal y auxiliar, ficheros, facturas, justificantes, correspondencia, bases de datos informatizadas, programas, registros y archivos informáticos de actividades; así como mediante la inspección de bienes, elementos, explotaciones y cualquier antecedente o información que se debe facilitar a la Administración o que sea necesario para la exigencia de las obligaciones tributarias. Cuando las actuaciones inspectoras así lo requieran, podrán (art. 172 RAT) entrar en fincas, locales de negocios y establecimientos o lugares en que: se desarrollen “actividades o explotaciones sometidas a gravamen” (¿IAE?), existan bienes sujetos a tributación (IP), se produzcan hechos imponibles o supuestos de hecho de obligaciones tributarias o alguna prueba de los mismos. Si el custodio de esos lugares se opusiera, será precisa la autorización de la autoridad administrativa; si se trata de un domicilio constitucionalmente protegido “del obligado tributario” se está a lo dispuesto en el artículo 113 LGT (autorización judicial). Los afectados por las actuaciones deben atender a la Inspección y colaborar; y, por sí o por representante (salvo excepcionalmente personalmente cuando lo exija la naturaleza de las actuaciones), deberán personarse y aportar lo requerido en el lugar, día y hora señalado. Los funcionarios en funciones de inspección se consideran agentes de la autoridad, acreditando su condición, y las autoridades les prestarán protección y auxilio.

- Documentación. En las actuaciones se utilizan (art. 143 LGT): comunicaciones (art. 99.7 LGT), diligencias (art. 99 LGT), informes (arts. 99.7, 158 y 159 LGT) y actas (arts.153 a 157 LGT). Las diligencias y las actas tienen naturaleza de documentos públicos y hacen prueba de los hechos que motivan su formalización; los hechos aceptados por los administrados sólo se rectifican si se prueba que hubo error de hecho (arts. 107 y 144 LGT).

DE LO HUMANO A LO DIVINO

El cristiano vive la Semana Santa siguiendo todo lo ocurrido entonces, todo lo que conmemoramos cada día en la Eucaristía. Así se une bien lo humano y lo divino.

- ÉL LO SABÍA. “Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y padecer mucho por causa de los ancianos, de los príncipes de los sacerdotes y de los escribas, y ser llevado a la muerte y resucitar al tercer día” (Mt 16,21). “Cuando estaban en Galilea les dijo Jesús: - El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos d ellos hombres, y lo matarán, pero al tercer día resucitará.” (Mt 17,22). “Entones les dice: Mi alma está triste hasta la muerte. Quedaos aquí y velad conmigo. Y adelantándose un poco se postró rostro en tierra mientras oraba diciendo: - Padre mío, si es posible, aleja de mí este cáliz; pero que no sea tal como yo quiero, sino como quieres tú” (Mt 26,38-39)

- SOLO. “Al anochecer se recostó a la mesa con los doce. Y cuando estaban cenando, dijo: - En verdad os digo que uno de vosotros me va a entregar” (Mt 26,20-21). “Todavía estaba hablando, cuando de pronto llegó un tropel de gente. El que se llamaba Judas, uno de os doce, los precedía y se acercó a Jesús para besarle. Jesús le dijo: - Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?” (Lc 22,47-48). “Después de recitar el himno, salieron hacia el Monte de los Olivos. Entonces les dijo Jesús: - Todos vosotros os escandalizaréis esta noche por mi causa, pues está escrito: “Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño”. Pero después de que haya resucitado iré delante de vosotros” (Mt 26,30-32). “Todo esto sucedió para que se cumplieran las Escrituras de los Profetas. Entones todos los discípulos lo abandonaron y huyeron” (Mt 26,56)

- LAS SIETE PALABRAS. 1) “Y Jesús decía: - Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen” (Lc 23,34). 2) “Uno de los malhechores crucificados le injuriaba diciendo: - ¿No eres tú el Cristo? Sálvate a ti mismo y a nosotros. Pero el otro le reprendía: - ¿Ni siquiera tú, que estás en el mismo suplicio, temes a Dios? Nosotros estamos aquí justamente porque recibimos lo merecido por lo que hemos hecho; pero éste no ha hecho ningún mal. Y decía: - Jesús acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino. Y le respondió: - En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el Paraíso” (Lc 23,43). 3) Jesús, viendo a su madre y al discípulo a quien amaba, que estaba allí le dijo a su madre: - Mujer, aquí tienes a tu hijo. Después le dice al discípulo: - Aquí tienes a tu madre. Y desde aquel momento el discípulo la recibió como lo suyo” (Jn 19,26-27). 4) “Hacia la hora nona Jesús clamó con fuerte voz: -Elí, Elí ¿lema sabacthani? – es decir, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mt 27-46). 5) Después de esto, como Jesús sabía que todo estaba ya consumado, para que se cumpliera la Escritura, dijo: - Tengo sed” (Jn 19,28). 6) “Había por allí un vaso lleno de vinagre. Sujetaron una esponja empapada en el vinagre a una caña de hisopo y se la acercaron a la boca. Jesús, cuando probó el vinagre, dijo: - Todo está consumado” (Jn 19,29). 7) “Y Jesús, clamando con una gran voz, dijo: - Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc 23,46).

- EL FINAL. “Y José tomo el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo puso en el sepulcro, que era nuevo y que había mandado excavar en la roca. Hizo rodar una gran piedra a la puerta del sepulcro y se marchó. Estaban allí María Magdalena y la otra María sentadas frente al sepulcro” (Mt 27,59-61). Silencio. Oscuridad… Pero alborea.

LA HOJA SEMANAL
(del 15 al 20 de abril)

Lunes (15)

Lunes Santo
Palabras: Seis días antes de la Pascua fue Jesús a Betania (Jn 12,1)
Reflexión: En casa de Lázaro; María unge los pies de Jesús; Judas critica…
Propósito, durante el día: Señor, que te quiera como Tú quieres que te quiera

Martes (16)

Martes Santo
Palabras: “No cantará el gallo antes de que me hayas negado tres veces” (Jn 13,38)
Reflexión: Moriré por ti, dice Pedro…
Propósito, durante el día: Señor, ayúdame en mi debilidad

Miércoles (17)

Miércoles Santo
Palabras: “Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar” (Mt 26,21)
Reflexión: Judas: “¿Soy yo acaso, Señor?”. Jesús: “Tú lo has dicho”
Propósito, durante el día: Señor aleja de mí lo que me separe de Ti

Jueves (18)

Jueves Santo
Palabras: “Habiendo amado a los suyos los amó hasta el extremo” (Jn 13,1)
Reflexión: Lavatorio de los pies. Judas. Pedro.
Propósito, durante el día: No hay más amor que el Amor; otros amores son menores

Viernes (19)

Viernes Santo (ayuno y abstinencia de carne y caldo de carne)
Palabras: “E inclinando la cabeza, entregó el espíritu” (Jn 19,30)
Reflexión: Azotes, Corona de espinas, Cruz. Burlas. Escarnio. Espolio. La muerte
Propósito, durante el día: En la hora de mi muerte, llámame; mándame ir a Ti

Sábado (19)

Sábado Santo (Vigilia Pascual)
Palabras: “Oh, Madre, fuente de amor, hazme sentir tu dolor, para que llore contigo…
Reflexión: … Y que, por mi Cristo amado, mi corazón abrasado, …
Propósito, durante el día: … más viva en él que conmigo” (Stabat Mater)

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 14, domingo (de Ramos; ciclo C) nos llenan el alma del amor de Dios en la Pasión y Muerte de Jesucristo: “Ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos” (Is 50); “Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios” (Flp 2); “Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc 23,56). Estamos ante un reto de amor en el que nos va la vida eterna: vivir de continuo con Jesús la Semana Santa.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Al final solo quedan Jesús y la mujer, allí en el medio: “la mísera y la misericordia”, dice San Agustín (In Joh 33,5). Jesús es el único sin culpa, el único que podría arrojar la piedra contra ella, pero no lo hace, porque Dios “no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva” (ver Ez 33,11). Y Jesús despide a la mujer con estas estupendas palabras: “Vete, y en adelante no peques más” (v. 11). Y así, Jesús le abre un nuevo camino, creado por la misericordia, un camino que requiere su compromiso de no pecar más. Es una invitación válida para cada uno de nosotros: cuando Jesús nos perdona, nos abre siempre un nuevo camino para que avancemos. En este tiempo de Cuaresma, estamos llamados a reconocernos como pecadores y a pedir perdón a Dios.” (Angelus del día 7 de abril de 2019)

- “Ninguno de nosotros brilla con luz propia. Es lo que los antiguos teólogos llamaban un “mysterium lunae” no solo en la identidad de la Iglesia, sino también en la historia de cada uno de nosotros. ¿Qué significa este “mysterium lunae”? Que es como la luna, que no tiene luz propia: refleja la luz del sol. Tampoco nosotros tenemos luz propia: nuestra luz es un reflejo de la gracia de Dios, de la luz de Dios. Si amas es porque alguien, que no eras tú, te sonrió cuando eras un niño, enseñándote a responder con una sonrisa. Si amas es porque alguien a tu lado te despertó al amor, haciendo que entendieras que en él reside el sentido de la existencia.” (Audiencia general, día 10 de abril de 2019)

- 114. “En su Palabra encontramos muchas expresiones de su amor. Es como si Él hubiera buscado distintas maneras de manifestarlo para ver si con alguna de esas palabras podía llegar a tu corazón. Por ejemplo, a veces se presenta como esos padres afectuosos que juegan con sus niños: “Con cuerdas humanas los atraía, con lazos de amor, y era para ellos como los que alzan a un niño contra su mejilla” (Os 11,4). A veces se presenta cargado del amor de esas madres que quieren sinceramente a sus hijos, con un amor entrañable que es incapaz de olvidar o de abandonar: “¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin enternecerse con el hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella se olvidara, yo no te olvidaré” (Is 49,15). Hasta se muestra como un enamorado que llega a tatuarse a la persona amada en la palma de su mano para poder tener su rostro siempre cerca: “Míralo, te llevo tatuado en la palma de mis manos” (Is 49,16). Otras veces destaca la fuerza y la firmeza de su amor, que no se deja vencer: “Los montes se correrán y las colinas se moverán, pero mi amor no se apartará de tu lado, mi alianza de paz no vacilará” (Is 54,10). O nos dice que hemos sido esperados desde siempre, porque no aparecimos en este mundo por casualidad. Desde antes que existiéramos éramos un proyecto de su amor: “Yo te amé con un amor eterno; por eso he guardado fidelidad para ti” (Jr 31,3). O nos hace notar que Él sabe ver nuestra belleza, esa que nadie más puede reconocer: “Eres precioso a mis ojos, eres estimado y yo te amo” (Is 43,4). O nos lleva a descubrir que su amor no es triste, sino pura alegría que se renueva cuando nos dejamos amar por Él: “Tu Dios está en medio de ti, un poderoso salvador. Él grita de alegría por ti, te renueva con su amor, y baila por ti con gritos de júbilo» (So 3,17).” (Exh. Ap. Postsinodal “Christi vivit”)

(14.04.19)

No hay comentarios:

Publicar un comentario