LO TRIBUTARIO (nº 488)

Procedimientos tributarios (4): devolución de ingresos excesivos (y 2)

Antes de la reforma del sistema tributario de 1978, en la imposición sobre la renta, junto a los impuestos personales y generales (IGRPF e IGRSyPJ), existían impuestos reales sobre las distintas manifestaciones de renta (IRTP, IRC, IBAIyC, CTU, CTRyP) “a cuenta” de los personales y “generales”. Estos tributos se exigían en cada percepción de rendimiento y originaban ingresos continuados durante el año. Al aplicarse la reforma (1979) desaparecieron los “impuestos a cuenta de los generales” y, con ellos, los ingresos a recaudar durante el año hasta la tributación por los nuevos IRPF e IS a mitad del año siguiente (abril-mayo-julio de 1979). El gran “vacío de caja” (para poder pagar los gastos corrientes del año) obligó no sólo a exigir a los contribuyentes un anticipo del impuesto a ingresar en el año siguiente, sino también a establecer “pagos fraccionados a cuenta” (rendimientos empresariales y profesionales) y “retenciones a cuenta” (rendimientos del trabajo y del capital mobiliario) que se producen según el sistema “PAYE” (pay as you earn) que sirve tanto para recaudar durante el año como para controlar el pago de esas rentas, involucrando a los pagadores y a los perceptores. El temor produce excesos y, en este caso, se establecieron tan altas retenciones que produjeron “un pago anticipado excesivo” en 2 de cada 3 contribuyentes. Lo más grave, afectando a la justicia del sistema (art. 31 CE), es que así se mantiene 40 años después.

- Esta circunstancia hace aconsejable incluir en la consideración del procedimiento de devolución de ingresos excesivos (arts. 124 a 127 LGT), también la correspondiente a la regulación en cada impuesto de las devoluciones cuando de la autoliquidación o de la comunicación de datos resulta que los pagos a cuenta anticipados son de un importe superior al de la cuota exigible por el IRPF o por el IS. Así, el art. 102 LIRPF regula el derecho de la Administración a practicar liquidaciones provisionales y el artículo 103 regula la devolución derivada de la normativa del tributo cuando así resulte de la liquidación provisional o de oficio si ésta no se produce en los seis meses desde el fin del plazo de declaración o de su presentación si fue extemporánea y, en este caso, con la devolución, se pagarán intereses de demora (art. 26.6 y 31 LGT). Semejante regulación se encuentra en los artículos 126 y 127 LIS. Y también, con peculiaridades, en los artículos 19.6 y 51 a 53 LIRNR y artículo 16 RIRNR.

- El IVA es, en teoría, un impuesto neutral cuya carga fiscal debería incidir sólo sobre el consumidor final de bienes y servicios. En la práctica se producen muchas excepciones legales a ese principio de neutralidad fiscal para empresarios y profesionales. En general, ellos soportan el IVA en todas sus adquisiciones, pero recuperan su importe con el IVA que repercuten en sus entregas y servicios que sólo tienen que ingresar en la cantidad que resulte de deducir del IVA devengado el IVA soportado deducible (art. 99 LIVA). Si éste es mayor que aquél, se puede compensar en períodos siguientes o pedir su devolución al acabar el año (arts. 115 y 116 LIVA) o según lo establecido en algún régimen especial, como ocurre con exportadores (art. 117 LIVA) o para el IVA soportado en la Comunidad (art. 117 bis) o para los no establecidos en el territorio de aplicación del impuesto (art. 119 y 119 bis LIVA). Está previsto la posibilidad de exigir garantías para devolver (art. 118 LIVA). Y el devengo de intereses de demora (art. 115.Tres LIVA) si no se devuelve en el plazo establecido.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Mientras el tiempo llega, se inquietan los corazones con las noticias fiscales que traen nuevos impuestos, subidas en los ya existentes y una elevación de gastos, preparando las elecciones. Serán precisos incentivos recaudatorios para ordeñar la vaca seca.

El cristiano vive este Tiempo Ordinario que precede a la Cuaresma procurando: santificarse en su trabajo ofreciéndolo a Dios, santificar el trabajo haciéndolo lo mejor posible y santificar con el trabajo compartiendo fatigas e ilusiones con quienes están con él. “Te está cantando el martillo, / y rueda en tu honor la rueda / Puede que la luz no pueda / librar del humo su brillo. / ¡Qué sudoroso y sencillo / te pones a mediodía, / Dios en la dura porfía / de estar sin pausa creando / y verte necesitando / del hombre más cada día. / Quien diga que Dios ha muerto / que salga a la luz y vea / si el mundo es o no tarea / de un Dios que sigue despierto. / Ya no es su sitio el desierto / ni en la montaña se esconde; / decid, si preguntan dónde, / que Dios está -sin mortaja- / en donde un hombre trabaja / y un corazón le responde.” (José Ernesto Torres Gómez; en la Hora intermedia, miércoles III)

El cristiano sabe que todo cambió cuando se encontró con Dios: en aquella ocasión, ante aquella belleza, con aquella tristeza, al oír la palabra del amigo, al sentirse solo, al notar el abandono, la infidelidad, la enfermedad o después del éxito, de la tarea coronada, del trabajo acabado, reviviendo recuerdos… “Muchas veces, Señor, a la hora décima / -sobremesa en sosiego-, / recuerdo que, a esa hora, a Juan y a Andrés / les saliste al encuentro. / Ansiosos caminaron tras de ti … / ¿Qué buscáis…? Les miraste. Hubo silencio. / El cielo de las cuatro de la tarde / halló en las aguas del Jordán su espejo, / y el río se hizo más azul de pronto, / ¡el río se hizo cielo! / “Rabí -hablaron los dos-, ¿en dónde moras?” / “Venid y lo veréis.” Fueron y vieron… / “Señor, ¿en dónde vives?” / “Ven y verás” Y yo te sigo y siento / que estás … ¡en todas partes!, / ¡y que es tan fácil ser tu compañero! / … Al sol de la hora décima, lo mismo / que a Juan y a Andrés -es Juan quien da fe de ello-, / lo mismo, cada vez que yo te busque, / Señor, ¡sal a mi encuentro!” (Rafel Duyos; en Vísperas en el lunes III)

El cristiano no puede olvidar aquella despedida, un adiós sin marcharse como sólo puede hacerlo Dios: “Estaré con vosotros hasta el fin del mundo”. “Estate, Señor, conmigo / siempre, sin jamás partirte, / y, cuando decidas irte, / llévame, Señor, contigo; / porque el pensar que te irás / me causa un terrible miedo / de si yo sin Ti me quedo, / de si Tú sin mí te vas. / Llévame en tu compañía, / donde Tú vayas, Jesús, / porque bien sé que eres Tú / la vida del alma mía; / si Tú vida no me das, / yo sé que vivir no puedo, / ni si yo sin Ti me quedo, / ni si Tú sin mí te vas. / Por eso, más que a la muerte, / temo, Señor, tu partida / y quiero perder la vida / mil veces más que perderte; / pues la inmortal que Tú das /sé que alcanzarla no puedo / cuando yo sin Ti me quedo, / cuando Tú sin mí te vas.” (Fray Damián de Vegas, en Laudes, miércoles II)

En la “Suma Teológica”, santo Tomás de Aquino dedica un estudio a “Remedios contra el dolor y la tristeza”. Señala cinco remedios: cualquier goce; las lágrimas; compartir la alegría; contemplar la verdad. Y el quinto es: “dormir y bañarse”; y lo explica. Todo vale porque la tristeza es aliada del Enemigo. La alegría es caminar y llegar al cielo, con Jesús y con María, madre de Dios y madre nuestra. Lo dice el saber popular desde hace siglos: “Al final de la jornada, aquél que se salva, sabe; el que no, no sabe nada”.

LA HOJA SEMANAL
(del 4 al 9 de febrero)

Lunes (4)

Santa Juana de Valois, fundadora (4ª TO)
Palabras: “Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor … (Mc 5,19)
Reflexión: … ha hecho contigo por su misericordia”. El demonio “Legión”
Propósito, durante el día: Gracias, Dios mío, por todo lo que haces para nuestro bien

Martes (5)

Santa Águeda, virgen y mártir (4ª TO)
Palabras: “La cogió de la mano y dijo: -Talitha qum…” (Mc 5,41)
Reflexión: … Contigo hablo, niña levántate”. La hija de Jairo
Propósito, durante el día: Quítame, Dios mío, el desánimo; ayúdame a levantarme

Miércoles (6)

San Pablo Miki, presbítero, y compañeros mártires (4ª TO)
Palabras: “Fue Jesús a su pueblo…” (Mc 6,1)
Reflexión: … la multitud que lo oí se preguntaba asombrada
Propósito, durante el día: Acompáñame, Dios mío, en mis viajes cerca o lejos

Jueves (7)

Beato Anselmo Polanco (4ª TO)
Palabras: “Llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos…” (Mc 6,7)
Reflexión: Ellos salieron a predicar la conversión
Propósito, durante el día: Envíame, Dios mío, envía mis acciones, mis palabras

Viernes (8)

Santa Josefina Bakhita, virgen (4ª TO)
Palabras: “Como la fama de Jesús se había extendido, … (Mc 6,14)
Reflexión: El rey Herodes se decía: “Es Juan a quien yo decapité”
Propósito, durante el día: Dios mío, perdona nuestros errores, nuestras traiciones

Sábado (9)

Santa Apolonia, mártir (4ª TO)
Palabras: “Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar…” (Mc 6,31)
Reflexión: No encontraban tiempo ni para comer
Propósito, durante el día: Madre mía, tenme todo el día contigo y junto a Dios

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 3, domingo (4º TO, C; 1º san José) nos hablan de cómo somos en el amor de Dios y con Dios: “Estoy contigo para librarte” (Is 1); “(el amor) Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca” (1 Co,12); “… lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo” (Lc 4). Dios quiere lo mejor para cada uno de nosotros, está a nuestro lado, nos llena de amor. Tiempo de agradecer amando.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Crear “hogar” es crear familia; es aprender a sentirse unidos a los otros más allá de vínculos utilitarios o funcionales, unidos de tal manera que sintamos la vida un poco más humana. Crear hogar es permitir que la profecía tome cuerpo y haga nuestras horas y días menos inhóspitos, menos indiferentes y anónimos. Es crear lazos que se construyen con gestos sencillos, cotidianos y que todos podemos realizar. Un hogar, y lo sabemos todos muy bien, necesita de la colaboración de todos. Nadie puede ser indiferente o ajeno, ya que cada uno es piedra necesaria en su construcción. Y eso implica pedirle al Señor que nos regale la gracia de aprender a tenernos paciencia, de aprender a perdonarse; aprender todos los días a volver a empezar. Y, ¿cuántas veces perdonar o volver a empezar? Setenta veces siete, todas las que sean necesarias. Crear lazos fuertes exige de la confianza que se alimenta todos los días de la paciencia y el perdón.

Y así se produce el milagro de experimentar que aquí se nace de nuevo, aquí todos nacemos de nuevo porque sentimos actuante la caricia de Dios que nos posibilita soñar el mundo más humano y, por tanto, más divino.” (Angelus, día 27 de enero de 2019), en Panamá)

- “Para Jesús no hay un “mientras tanto” sino amor de misericordia que quiere anidar y conquistar el corazón. Él quiere ser nuestro tesoro, porque Jesús no es un “mientras tanto” en la vida o una moda pasajera, es amor de entrega que invita a entregarse.

Es amor concreto, de hoy, cercano, real; es alegría festiva que nace al optar y participar en la pesca milagrosa de la esperanza y la caridad, la solidaridad y la fraternidad frente a tanta mirada paralizada y paralizante por los miedos y la exclusión, la especulación y la manipulación.
Hermanos: El Señor y su misión no son un “mientras tanto” en nuestra vida, un algo pasajero, no son solo una Jornada Mundial de la Juventud, ¡son nuestra vida de hoy y caminando!

Todos estos días de forma especial ha susurrado como música de fondo el “hágase” de María. Ella no solo creyó en Dios y en sus promesas como algo posible, le creyó a Dios, se animó a decir “sí” para participar en este “ahora” del Señor. Sintió que tenía una misión, se enamoró y eso lo decidió todo. Que ustedes sientan que tienen una misión, se dejen enamorar y el Señor decidirá todo.” (Homilía en la misa de la Jornada Mundial de la Juventud, en el Campo Juan Pablo II – Metro Park, el 27 de enero de 2019)

(3.02.19)

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