LO TRIBUTARIO

Reforma tributaria. LIS (3): ajustes fiscales por valoración

Aunque la referencia sigue siendo la contabilidad, también se regulan ajustes extracontables por aplicación de valoraciones fiscales (art. 17) ya sea en su consideración general (valor razonable, revalorizaciones, aumento de capital por compensación de créditos, régimen especial de fusiones, escisiones y canje), ya sea por aplicación del valor de mercado (operaciones a título lucrativo, aportación a entidades, adjudicaciones en disolución, separación de socios y reducción de capital con devolución de aportaciones, permuta, canje o conversión) entendido como el que habría sido acordado por partes independientes y valorado según el art. 18.4 LIS y aplicando las reglas de integración en la base imponible que se establecen para cada caso (incluso la distribución no dineraria de beneficios entregando elementos). En la reducción de capital con finalidad distinta a la devolución de aportaciones no se produce renta positiva ni negativa. En los casos de coberturas contables y partidas cubiertas con cambios de valor reconocidos en la cuenta de pérdidas y ganancias, aquéllas minoran el valor de éstas a efectos del tratamiento correspondiente a la renta obtenida.

También se atiende al valor de mercado en libre competencia en las operaciones vinculadas (art. 18). Se regula: a) qué personas o entidades se consideran vinculadas (con inclusión de cónyuges y parientes); b) qué documentación se debe tener (con una simplificación para personas o entidades con importe neto de cifra de negocios inferior a 45 millones de euros; exclusiones para operaciones en el grupo, agrupaciones de interés económico y UTE, ofertas públicas de venta o adquisición, operaciones con el mismo vinculado que en conjunto no superen los 250.000 euros de valor de mercado; y exigencia en todo caso para operaciones con persona física en estimación objetiva y en la transmisión de negocios, transmisión de valores no negociados, de inmuebles y de intangibles); c) métodos de determinación del valor (precio libre comparable, coste incrementado, precio de reventa, distribución del resultado, margen neto operacional) sin preferencias, según la operación, la información fiable y el grado de comparación, pudiendo utilizar otros métodos y técnicas generalmente aceptados que respeten la libre competencia; y con reglas especiales para prestaciones de servicios (aps. 5 y 6), acuerdos de reparto de costes (ap. 7) y aplicación de convenio para evitar la doble imposición (ap. 8); d) se admite la petición de valoración previa (ap. 9); e) se regula que la Administración queda vinculada por sus valoraciones, pero no se la obliga a hacer el ajuste bilateral, y que la corrección de valor no puede determinar una renta superior para el conjunto de partes (ap. 10) y también el tratamiento cuando el valor convenido fuera superior al de mercado (ap. 11); f) se regula el procedimiento (ap. 12) y las infracciones y sanciones derivadas de la documentación (ap. 13); g) el valor de mercado determinado a efectos del IS, IRPF e IRNR (ap. 14) no produce efectos en otros impuestos y a la inversa.

Otros ajustes de valoración (art. 19) se producen por cambio de residencia, cese de establecimientos permanentes, operaciones con paraísos fiscales y en rentas sometidas a retención. Se señalan las condiciones de no sujeción (ap. 4) en el rescate de seguros que instrumenten compromisos de pensiones, la no sujeción (ap. 5) de la renta positiva o negativa puesta de manifiesto por el pago de la deuda tributaria con bienes históricos (art. 125) y la no sujeción (ap. 6) de subvenciones por gestión forestal. El art. 20 regula los efectos de la valoración contable diferente a la fiscal. Todo según la Ley 27/2014.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Aunque, sin duda, la noticia tributaria de la semana es la publicación, en el BOE del día 28, de las leyes de reforma del IRPF y del IRNR (Ley 26/2014), del Impuesto de Sociedades (Ley 27/2014) y del IVA y del IGIC (Ley 28/2014), que determinan muchos cambios en la tributación a partir del día 1 de enero de 2015, no faltan otras noticias que han merecido comentarios, incluso de los que no son expertos en tributación, como las palabras del Ministro competente en una entrevista publicada por una revista: “Hay que cepillarse a los corruptos, sean de donde sean. Lo de Caja (X) es lamentable. Tengo un rebote tremendo con esto, y ellos lo saben porque me conocen”. Y, para los iniciados, son noticia “los silencios”: las consecuencias de las actuaciones anunciadas al tiempo de publicarse por los medios de comunicación determinadas situaciones tributarias irregulares. En todo caso, se respira al no haberse probado aún los cambios en la LGT.

El cristiano encuentra en la liturgia una buena ayuda para mantenerse y crecer en la vida interior. Las Pascuas –de Navidad, de Resurrección y de Pentecostés- dan la alegría de la fe, renuevan la esperanza y animan la caridad. Y el Adviento y la Cuaresma son tiempos fuertes de preparación para la Pascua correspondiente. Para vivir el Adviento puede ser útil recordar que esa palabra se refería a la preparación de ciudades y palacios ante la próxima llegada de un personaje y, de ahí, la limpieza y la ornamentación del alma para recibir lo mejor posible a Dios que se hace hombre en el Niño Jesús: “amor con amor se paga”. Pero, como “obras son amores”, también puede ayudar a vivir el Adviento, que es tiempo de conversión, de “venir hacia adentro”, revisar nuestras intenciones, nuestros deseos y nuestro obrar, para eliminar lo que estorbe o dificulte la presencia de Dios, para rectificar el camino y para procurar todo lo que nos haga avanzar en la fe recibida, en la esperanza segura y en el amor al Amor que no nos falla. Es tiempo de repasar nuestro plan de vida, nuestra oración, nuestra entrega a los demás, recordando que cada uno somos los demás: “Todo lo que queráis que hagan los hombres con vosotros, hacedlo también vosotros con ellos” (Mt 7,12). Es la “regla de oro” para el examen de amor del cristiano, es el fiel contraste para repasar cómo es nuestra vida de familia, que debe estar llena de servicio, de comprensión, de paciencia; cómo es nuestra vida de trabajo, que debemos hacer lo mejor que podamos, evitando la rutina, el salir del paso, las chapuzas, ayudando y animando al que lo necesite; cómo es nuestra vida social, nuestro descanso y nuestras diversiones, procurando ser útiles, ser amables, regalar paz y alegría y evitando el egoísmo, la soberbia y la ambición, la murmuración y la crítica, recordando el valor del silencio cuando no procede hablar.

El Adviento es también tiempo de misericordia. “Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos salteadores que, después de haberle despojado, le cubrieron de heridas y se marcharon, dejándolo medio muerto. Bajaba casualmente por el mismo camino un sacerdote y, al verlo, pasó de largo. Igualmente, un levita llegó cerca de aquel lugar y, al verlo, también pasó de largo. Pero un samaritano que iba de viaje se llegó hasta el y, al verlo, se llenó de compasión. Se acercó y le vendó las heridas echando en ellas aceite y vino. Lo montó en su propia cabalgadura, lo condujo a la posada y él mismo lo cuidó. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo: “Cuida de él, y lo que gastes de más te lo daré a mi vuelta. ¿Cuál de los tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los salteadores?”. El doctor de la ley le dijo: - El que tuvo misericordia con él. Contestó Jesús: - Pues anda, y haz tú lo mismo. Misericordia es poner el corazón en la miseria, en la necesidad del prójimo. Compasión es sentir, compartir, con el prójimo su sufrimiento, su dolor.

LA HOJA SEMANAL
(del 1 al 6 de diciembre)

Lunes (1)

San Eloy, obispo (1ª Adviento. Novena a la Inmaculada)
Las palabras: “Yo iré y lo curaré” (Mt 8,7)
Reflexión: El siervo enfermo del centurión. No soy digno de que entres en mi casa
Propósito, durante el día: Esperanza y conversión. Examen, propósito, alegría

Martes (2)

Santa Bibiana, mártir (Novena a la Inmaculada)
Las palabras: “¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis!” (Lc 10,23)
Reflexión: Las cosas reveladas a la gente sencilla
Propósito, durante el día: Confianza y sencillez. Presencia de Dios: contar con Él

Miércoles (3)

San Francisco Javier, presbítero (Novena a la Inmaculada)
Las palabras: “Me da lástima de la gente que llevan tres días conmigo” (Mt 15,32)
Reflexión: Y no tienen qué comer
Propósito, durante el día: Actos de amor a Dios y a todos. Pedir perdón y perdonar

Jueves (4)

San Juan Damasceno, presbítero y doctor de la Iglesia (Novena a la Inmaculada)
Las palabras: “No todo el que me dice “Señor, Señor” entrará en el reino (Mt 7,21)
Reflexión: Sino el que cumple la voluntad de mi Padre
Propósito, durante el día: Buscar, amar y hacer la voluntad de Dios en todo

Viernes (5)

San Sabas, abad (Novena a la Inmaculada)
Las palabras: “Ten compasión de nosotros” (Mt 9,27)
Reflexión: Dos ciegos que seguían a Jesús gritando
Propósito, durante el día: ¡Señor, que vea! Que sea como Tú quieres

Sábado (6)

San Nicolás, obispo (Novena a la Inmaculada)
Las palabras:”Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis” (Mt 10,8)
Reflexión: La mies es mucha, los operarios pocos.
Propósito, durante el día: Ayudar a todos. Amabilidad, comprensión, testimonio.

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

El domingo día 30 es el primero de Adviento (ciclo B) ofrece lecturas de confianza en Dios: “Señor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero: somos todos obra de tu mano” (Is 64); “Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo, Señor nuestro. ¡Y él es fiel!” (1 Co 1); “Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!” (Mc 13). Un buen propósito semanal es repetir esas jaculatorias: “Somos obra de tu mano”, “¡Dios es fiel!”. Ayudados por la novena a la Inmaculada que es nuestra Madre.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “La salvación no comienza con la confesión de la realeza de Cristo, sino con la imitación de sus obras de misericordia a través de las cuales Él realizó el reino. Quien las realiza demuestra haber acogido la realeza de Jesús, porque hizo espacio en su corazón a la caridad de Dios. Al atardecer de la vida seremos juzgados en el amor, en la proximidad y en la ternura hacia los hermanos. De esto dependerá nuestro ingreso o no en el reino de Dios, nuestra ubicación en una u otra parte. Jesús, con su victoria, nos abrió su reino, pero está en cada uno de nosotros la decisión de entrar en él, ya a partir de esta vida –el reino comienza ahora- haciéndonos concretamente próximo al hermano que pide pan, vestido, acogida, solidaridad, catequesis. Y si amaremos de verdad a ese hermano o a esa hermana, seremos impulsados a compartir con él o con ella lo más valioso que tenemos, es decir, a Jesús y su Evangelio.” (Homilía en la misa celebrada en la plaza de San Pedro, el día 23 de noviembre de 2014, fiesta de Cristo Rey)

- “En esta perspectiva, es hermoso percibir cómo hay una continuidad y una comunión de fondo entre la Iglesia que está en el cielo y la que aún está en camino en la tierra. Quienes ya viven junto a Dios pueden, en efecto, sostenernos e interceder por nosotros, rezar por nosotros. Por otro lado, también nosotros estamos siempre invitados a ofrecer obras buenas, oraciones y la Eucaristía misma para aliviar la tribulación de las almas que están todavía esperando la bienaventuranza final. Sí, porque en la perspectiva cristiana la distinción ya no es entre quien está muerto y quien no lo está aún, sino entre quien está en Cristo y quien no lo esta. Este es el elemento determinante, verdaderamente decisivo, para nuestra salvación y para nuestra felicidad.” (Audiencia general en la plaza de San Pedro, el día 26 de noviembre de 2014)

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