LO TRIBUTARIO

Reforma tributaria. LIS (1): los contribuyentes

Se ha considerado conveniente que en la reforma de la LIS, en vez de aprobar sólo las modificaciones, se apruebe un texto completo, lo que facilita el aprendizaje para los que se aproximen por primera vez a esa regulación. El IS se exige por la renta obtenida por las sociedades y entidades jurídicas (art. 1) residentes en España (art. 8), cualquiera que sea el origen de aquélla (art. 4.1)

- Como es un impuesto directo se exige por la renta ganada que es la manifestación directa de la capacidad para contribuir, si bien dicha renta se sujeta no sólo cuando se percibe, sino también: por imputación de rentas no percibidas (art. 4.2) en los regímenes especiales de agrupaciones de interés económico y uniones temporales de empresas (arts.43 a 47) y de transparencia fiscal internacional (art. 100); o por atribución de rentas (art. 6) obtenidas pos sociedades civiles que no sean sujetos pasivos del IS y por herencias yacentes, comunidades de bienes y otras entidades susceptibles de imposición (art. 35.4 LGT). Esta última referencia obliga a considerar el nuevo tratamiento de las sociedades civiles que son sujetos pasivos del IS (las sociedades agrarias de transformación y las sociedades civiles que tenga objeto mercantil) y la atribución de renta en las demás. Del mismo modo, se debe recordar que son sujetos pasivos entidades que no son sociedades (art. 7): las uniones temporales de empresas, los fondos de inversión, los de capital-riesgo los de pensiones, los de regulación del mercado hipotecario, los de titulización hipotecaria, los de titulización de activos, los de garantía de inversiones, los de activos bancarios; y también las comunidades de montes vecinales.

- Como es un impuesto personal, los contribuyentes están gravados por toda la renta que obtengan (art. 7.2) y las exenciones (art. 9) se refieren a la entidad ya sea con exención plena (el Estado, las comunidades autónomas y entidades locales, los organismos autónomos y análogos...) ya sea con exención parcial (entidades sin fines lucrativos, uniones y federaciones de cooperativas, colegios profesionales...)

- Y también se está a esa naturaleza personal en la determinación de la renta tributable. La base imponible es la renta obtenida minorada por la compensación de bases negativas de períodos anteriores (art. 10.1). La base imponible en estimación directa se calcula corrigiendo el resultado contable mediante los ajustes fiscales establecidos (art. 10.3). Cuando así se regule, la base imponible se podrá estimar de forma objetiva (art. 10.4) o, subsidiariamente, por estimación indirecta (art. 10.2 LIS y art. 53 LGT). Los ingresos y los gastos se imputan temporalmente (art. 11) por el criterio contable del devengo, salvo aprobación de otro, con reglas especiales para: contabilización en período distinto (art. 11.3), para operaciones a plazos (art. 11.4), reversión del deterioro o corrección de valores y eliminación de provisiones (art. 11.6 y 7), asunción de riesgo de inversión en los casos de derecho de rescate en los seguros de vida (art. 11.8), rentas negativas en casos de transmisión (art. 11. 9, 10 y 11), deterioro de créditos y activos (art. 11.12). No se integra en la base imponible la reversión de gastos que no hayan sido fiscalmente deducibles (art. 11.5). Del mismo modo (art. 11.13), se establece una regla especial de imputación del ingreso contable de quitas y esperas consecuencia de concurso según proceda registrar gastos financieros pendientes derivados de la misma deuda.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Las noticias de la semana tienen poco que ver con lo tributario, aunque todo tiene una ramificación fiscal. También puede ser de interés señalar que el BOE del día 13 publica la Ley 22/2014 que regula las sociedades de capital riesgo y modifica sustancialmente la Ley 35/2003 de Instituciones de Inversión Colectiva que gestionan tantos ahorros.

“Regnare Christum volumus!”: ¡Queremos que Cristo reine!. Y los cristianos se deben preguntar si realmente demuestran con su vida que procuran hacer realidad ese deseo, en su corazón, en sus oraciones, en sus relaciones familiares, de convivencia, en el trabajo y en el tiempo de descanso. “Porque no consiste el Reino de Dios en comer ni beber, sino que es justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo, pues el que sirve de esta manera a Cristo agrada a Dios y es estimado por los hombres” (Rm 14, 17-18). “No consiste el Reino de Dios en hablar, sino en hacer” (1 Co 4,20)

A lo que se debe hacer y no hacer se refería San Pablo: “¿Es que no sabéis que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No os engañéis: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los sodomitas, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los injuriosos, ni los rapaces entrarán en el reino de Dios. Y esto erais algunos. Pero habéis sido lavados, habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre de Jesucristo el Señor y en el Espíritu de nuestro Dios” (1 Co 6, 9-11). “Esto os digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el Reino de Dios, ni la corrupción heredará la incorrupción” (1 Co 15,50). “Como conviene a los santos, la fornicación y toda impureza o avaricia ni se nombren entre vosotros; ni palabras torpes, ni conversaciones vanas o tonterías, que no convienen. Haced más bien acciones de gracias. Porque debéis tener bien claro y aprendido esto: que ningún fornicario o impúdico, o avaro, que es como un adorador de ídolos, puede heredar el Reino de Cristo y de Dios” (Ef 5,3-5). Y el Apóstol animaba en la tarea: “Como un padre a sus hijos –lo sabéis bien-, a cada uno os alentábamos y os consolábamos, exhortándoos a que vivierais de una manera digna de Dios, que os llama a su Reino y a su gloria” (1 Tes 2,11). “Debemos dar gracias a Dios en todo momento por vosotros, hermanos, como es justo, porque vuestra fe crece de modo extraordinario y rebosa la caridad de unos con otros, hasta el punto de que nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios por vuestra paciencia y fe en todas las persecuciones y tribulaciones que soportáis. Esto es señal del justo juicio de Dios, en el que sois estimados dignos del Reino de Dios, por el que ahora pasáis” (2 Tes 1, 3-5)

Todo estamos llamados al Reino: “Os digo que muchos de oriente y occidente vendrán y se sentarán a la mesa con Abrahán, Isaac y Jacob en el Reino de los Cielos, mientras que los hijos del Reino serán arrojados a las tinieblas de afuera” (Mt 8,11-12; v. Lc 13, 29-30). Al final del tiempo culminará la venida: “Entonces verán al Hijo del Hombre que viene sobre una nube con gran poder y gloria. Cuando comiencen a suceder estas cosas, erguíos y levantad la cabeza porque se aproxima vuestra redención... Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el Reino de Dios” (Lc 21,25-28 y 31). “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva, pues el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe... Y oí una fuerte voz procedente del trono: - Ésta es la morada de Dios con los hombres: habitará con ellos y ellos serán su pueblo, y Dios, habitando realmente en medio de ellos, será su Dios. Y enjugará toda lágrima de sus ojos y no habrá muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor, porque todo lo anterior ya pasó” (Ap 21, 1-4). Cristianismo es dar amor del Amor que nos espera.

LA HOJA SEMANAL
(del 17 al 22 de noviembre)

Lunes (17)

Santa Isabel de Hungría (33ª s. TO. Oración por los difuntos)
Las palabras: “Señor, que vea otra vez” (Lc 18,41)
Reflexión: El ciego al borde del camino. Recobró la vista. Y le siguió alabando a Dios
Propósito, durante el día: Jaculatorias. Muchas. Que vea otra vez. Gracias, Dios mío

Martes (18)

Dedicación de las Basílicas de san Pedro y san Pablo (oración por los difuntos)
Las palabras: “¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!” (Mt 14,27)
Reflexión: La barca sacudida por las olas. Jesús andando sobre el agua
Propósito, durante el día: Jaculatorias. Muchas: Si Dios con nosotros, ¿quien en contra?

Miércoles (19)

San Crispín, obispo (oración por los difuntos)
Las palabras: “Echó a andar, delante de ellos, subiendo a Jerusalén” (Lc 19,28)
Reflexión: En Jerusalén esperaban la Pasión y la Cruz. Ansias de amor redentor
Propósito, durante el día: Jaculatorias. Muchas. Bendita sea la voluntad de Dios

Jueves (20)

San Benigno, obispo (oración por los difuntos)
Las palabras: “Porque no conociste el momento de mi venida” (Lc 19,44)
Reflexión: Jesús lloró al acercarse a Jerusalén y ver la ciudad
Propósito, durante el día: Jaculatorias. Muchas. Contigo siempre, Dios mío

Viernes (21)

La Presentación de la Santísima Virgen (oración por los difuntos)
Las palabras: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre” (Lc 1,42)
Reflexión: Según la tradición, la virgen siendo aún niña se ofreció a sí misma a Dios
Propósito, durante el día: Regalar muchas “avemarías” a nuestra Madre.

Sábado (22)

Santa Cecilia, virgen y mártir (oración por los difuntos)
Las palabras: “Son hijos de Dios, porque participan en la resurrección” (Lc 20,36)
Reflexión: Para Dios todos están vivos
Propósito, durante el día: Jaculatorias. Muchas. Tuyo soy, para Ti nací

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

En el domingo, día 16 (33º TO, ciclo A), las lecturas animan a estar preparados para cuando llegue el último día: nos proponen como modelo “la mujer hacendosa” a la que se alaba por su trabajo, por sus obras (Pr 31); nos dicen que debemos estar “vigilantes y despejados” (1 Ts 5); y, con la parábola de los talentos (Mt 25), señalan que debemos ser cumplidores y fieles. Hasta en lo pequeño. Son los detalles del amor.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “A esta finalidad esencial deben orientarse también los elementos institucionales, las estructuras y los organismos pastorales; a esta finalidad esencial: testimoniar la fe en la caridad. La caridad es precisamente la expresión de la fe y también la fe es la explicación y el fundamento de la caridad. La fiesta de hoy nos invita a meditar sobre la comunión de todas las Iglesias, es decir, de esta comunidad cristiana. Por analogía nos estimula a comprometernos para que la humanidad pueda superar las fronteras de la enemistad y de la indiferencia, para construir puentes de comprensión y de diálogo, para hacer de todo el mundo una familia de pueblos reconciliados entre sí, fraternos y solidarios. De esta nueva humanidad la Iglesia misma es signo y anticipación cuando vive y difunde con su testimonio el Evangelio, mensaje de esperanza y reconciliación para todos los hombres.” (Angelus, en la plaza de San Pedro, el domingo día 9 de noviembre de 2014, en la fiesta de la Dedicación de la Basílica de Letrán)

- “En las “Cartas pastorales” enviadas a sus discípulos Timoteo y Tito, el apóstol Pablo se detiene con atención en la figura de los obispos, presbíteros y diáconos, también en la figura de los fieles, ancianos y jóvenes. Se detiene en una descripción de cada cristiano en la Iglesia, trazando para los obispos, presbíteros y diáconos aquello a lo que están llamados y las características que se deben reconocer en los que son elegidos e investidos con estos ministerios. Ahora, es emblemático cómo, junto a las virtudes inherentes a la fe y a la vida espiritual —que no se pueden descuidar, porque son la vida misma—, se enumeran algunas cualidades exquisitamente humanas: la acogida, la sobriedad, la paciencia, la mansedumbre, la fiabilidad, la bondad de corazón. Es este el alfabeto, la gramática de base de todo ministerio. Debe ser la gramática de base de todo obispos, de todo sacerdote, de todo diácono. Sí, porque sin esta predisposición hermosa y genuina a encontrar, conocer, dialogar, apreciar y relacionarse con los hermanos de modo respetuoso y sincero, no es posible ofrecer un servicio y un testimonio auténticamente gozoso y creíble.” (Audiencia general en la plaza de San Pedro, el día 12 de noviembre de 2014)

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