LO TRIBUTARIO

Inspección tributaria: tramitación de las actas

Por si existiera alguna duda sobre el contenido transaccional de las actuaciones inspectoras, además de las que se pudieran producir en cuanto a la prueba de los hechos o su calificación y la interpretación de las normas aplicables, la primera alternativa del inspeccionado es decidir si firma el acta en conformidad o en disconformidad con la propuesta de regularización que contiene: la seguridad jurídica de lo definitivo, renunciando a un debate posterior o la defensa ante los tribunales del propio derecho cuando se considera lesionado. Otras circunstancias pueden influir: la provisionalidad de la liquidación en el alcance posterior, el temor a las consecuencias de la disconformidad, las dudas sobre la decisión final ante las alegaciones que se hicieran que pueden hacer que el horizonte no esté en la liquidación, sino en posteriores reclamaciones y recursos.

Y, fuera de la voluntad del inspeccionado, están otras inseguridades. En las actas de conformidad es posible que el órgano competente para resolver decida (art. 156.3 LGT) no sólo rectificar errores materiales, sino también ordenar actuaciones complementarias o señalar errores en la apreciación de los hechos o indebida aplicación de las normas, lo que exige un trámite de alegaciones previo a la liquidación. En las actas de disconformidad es obligado, al menos, señalar los puntos de discrepancia con el acta y el informe del actuario, con muchas dudas sobre la estimación de la propia pretensión.

Respecto del “informe” en las actas de disconformidad ha cambiado el criterio de los tribunales: 1) A pesar de TS s. 8.05.00, el acta de conformidad estaba suficientemente motivada porque con el informe ampliatorio permitía conocer los elementos del hecho imponible posibilitando la impugnación (TS 18-9-08). 2) El informe ampliatorio puede completar un acta inicialmente incompleta permitiendo al inspeccionado el conocimiento suficiente del contenido, alcance y razones de la regularización (TS 29-3-12). 3) Según TS, ss. 25.06.09 y 27.10.11, que el informe ampliatorio sea un documento de contenido esencialmente jurídico y que no goce la de la presunción de certeza, no quiere decir que no sea ponderable en los hechos a que se refiere. En este caso, el informe resulta ser un elemento que sustenta los hechos constatados en el acta y ha servido para su justificación (TSJ Andalucía 23-4-12). 4) En las actas de disconformidad el informe ampliatorio, TS ss. 11.06.12, 9.06.05, 3.04.06 y 11.05.06, completa la motivación de aquéllas (TSJ Valencia 11-9-12)

Respecto de las actuaciones complementarias: 1) El acuerdo acordando las actuaciones complementarias debe estar precisado, pero “completar” es un término amplio y el incumplimiento formal ni provoca indefensión ni es desviación de poder por lo que se estima el recurso de la Administración. Pero si el actuario requirió incluso los justificantes ya aportados y la Administración no incluyó esas actuaciones en el expediente, siendo necesario para fundamentar la liquidación y para resolver respecto de la pretensión de exceso mantenida por el administrado, se anula la liquidación y la sanción (TS 14-4-14). 2) Si, ordenadas actuaciones complementarias en un acta de disconformidad, el actuario se confirma en su propuesta y no se da nuevo plazo de puesta de manifiesto y alegaciones, es anulable la liquidación y deben retrotraerse las actuaciones (TEAC 23-7-97)

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Agosto. “Serpiente de verano”, quizá por referencia a la del lago Ness en Escocia, era la forma de referirse al medio de llenar huecos en la prensa escrita en un mes sin noticias relevantes. Las vacaciones de políticos y funcionarios, el clima que en algunas tierras permiten graduar la temperatura pasando de “el calor” a “la calor” y a “las calores”, el cansancio acumulado durante “el curso”, en lo tributario con las campañas del IRPF y del IS, y la necesidad de recuperar fuerzas, las “pocas ganas” ante esfuerzos físicos o mentales. Todos estos motivos pueden aconsejar que la reflexión sea más fácil, más amena, como cuando se cuentan historias junto al mar, o a la sombra de una encina.

“La encina de Mambré”. La historia se cuenta en el libro del Génesis (18, 1-15). El Señor se manifestó a Abrahán junto ese árbol, cuando estaba sentado a la puerta de la tienda en lo más caluroso del día. Abrahán alzó la vista y vio que tres hombres estaban de pie junto a él. Apenas los vio, corrió a su encuentro desde la puerta de la tienda diciendo: “Mi Señor, si he hallado gracia a tus ojos, no pases sin detenerte junto a tu siervo”. Le propuso descanso y comida y, como al Señor le pareció bien, les sirvió y permaneció en pie a su lado, bao el árbol mientras ellos comían. Y, a continuación, viene el pasaje que aquí interesa:

“Después, le preguntaron: - ¿Dónde está Sara? Él contestó: -Ahí en la tienda. Y uno le dijo: “Sin falta volveré a ti la próxima primavera y Sara tu mujer habrá tenido un hijo. Sara lo oyó desde la entrada de la tienda, pues estaba detrás del que hablaba. Abrahán y Sara eran ancianos, de edad avanzada, y a Sara le había cesado la regla de las mujeres. Sara se sonrió por dentro, diciendo: “¿Después de estar consumida, y con mi marido anciano, voy a sentir placer?”. El Señor dijo a Abrahán: -“¿Por qué se ha reído Sara, diciendo: ¿De veras voy a dar a luz siendo anciana? ¿Es que hay algo difícil para el Señor? En el tiempo señalado, la próxima primavera, volveré a ti y Sara habrá tenido un hijo. Sara lo negó diciendo: “- No me he reído –pues tenía miedo. Pero Él contestó: No es cierto, te has reído”.

Así de sencillo. Esa es la naturalidad con la que Dios, Amor, habla con cualquiera de nosotros cuando estamos en su presencia, cuando pensamos en Él, cuando hablamos sin pronunciar las palabras expresando lo que nos gustaría decirle. Esa es la atención que nos presta aunque creamos que no nos oye, que no nos atiende, que lo nuestro son naderías, que nosotros somos poca cosa. Parece una historia irrelevante, pero es una historia estupenda porque nos dice que Dios, desde antes de la creación del tiempo, ya sabe de nosotros y se interesa por nuestras cosas. También nos ayuda a caer en la cuenta de que Dios, además de estar siempre con nosotros, hay momentos en los que se manifiesta viniendo a nuestro encuentro y esperando una amable acogida por nuestra parte. El pasaje nos habla también de la generosidad de Dios con nosotros, sin límites, porque no los hay para Él y sus obras. Pero, sobre todo, nos anima a hablarle como a un Padre, como a un Amigo, sabiendo que Él se comporta así con nosotros. Y que Él tiene la última palabra. Sin reñir, sin imponer, sin darle mayor importancia, Dios no podía dejar así la cosa: “No es cierto, te has reído.” Y, así, también nosotros sonreímos.

Hablar con Dios. Hablarle de nuestras cosas. De nuestras ilusiones, de nuestros planes, de cómo va la jornada. Serán muchos instantes durante el día o unos ratos de oración que hemos reservado para estar con Él, animarnos, descansar. Merece la pena.

LA HOJA SEMANAL
(del 4 al 9 de agosto)

Lunes (4)

San Juan María Vianney, presbítero (18ª semana del TO)
Las palabras: “¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!” (Mt 14,27)
La reflexión: La barca en peligro. Jesús camina sobre el agua. Pedro teme
Propósito, durante el día: Dios mí, sé que me ves, que me ayudas. Confío en Ti

Martes (5)

Dedicación de la Basílica de Santa María (Nª Sª de las Nieves, la Blanca, de África)
Las palabras: “Dejadlos, son ciegos, guías de ciegos” (Mt 15,14)
La reflexión: Lo que mancha al hombre
Propósito, durante el día: Dios mío, llévame de tu mano, protégeme del error.

Miércoles (6)

La Transfiguración del Señor
Las palabras: Se transfiguró ante ellos (Mt 17,2)
La reflexión: Señor, ¡qué bien se está aquí!
Propósito, durante el día: Dios mío, que sepa vivir ya como en el cielo, junto a Ti

Jueves (7)

San Cayetano, presbítero
Las palabras: “¿Quién decís que soy yo?” (Mt 16,15)
La reflexión: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo
Propósito, durante el día: Dios mío, creo en tu presencia, vivo en tu amor

Viernes (8)

Santo Domingo de Guzmán, presbítero
Las palabras: “El que quiera venirse conmigo, que se niegue” (Mt 16,24)
La reflexión: Que cargue con su cruz y me siga. Ganar el mundo. Arruinar la vida
Propósito, durante el día: Dios mío: soy todo tuyo. Todo para Ti.

Sábado (9)

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein), mártir
Las palabras: “Si vuestra fe fuera como un grano de mostaza…” (Mt 17,20)
La reflexión: Nada os sería imposible
Propósito, durante el día: Dios mío, todo lo puedo en Ti. Sin Ti nada puedo

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del domingo 18º TO (ciclo A) nos recuerdan los continuos favores que Dios nos hace: “Escuchadme atentos y comeréis bien” (Is 55); “criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús” (Rm 8); “Vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos…” (Mt 14). Y el propósito semanal nos lleva a estar atentos a todo lo que Dios hace por nosotros y para nosotros y a dar gracias por todos los beneficios recibidos, incluidos los ignorados.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “¿Qué se puede hacer para poseer el reino de Dios? Sobre este punto Jesús es muy explícito: no basta el entusiasmo, la alegría del descubrimiento. Es necesario anteponer la perla preciosa del reino a cualquier otro bien terreno; es necesario poner a Dios en el primer lugar de nuestra vida, preferirlo a todo. Dar el primado a Dios significa tener el valor de decir no al mal, no a la violencia, no a los atropellos, para vivir una vida al servicio a los demás y a favor de la legalidad y del bien común. Cuando una persona descubre a Dios, el verdadero tesoro, abandona un estilo de vida egoísta y busca compartir con los demás la caridad que viene de Dios.“ (Homilía en la misa celebrada en la plaza Carlos III en Caserta, el día 26 de julio de 2014)

- “Queridos hermanos y hermanas, la alegría de haber encontrado el tesoro del reino de Dios se transparenta en cada palabra, en cada gesto, incluso en los más sencillos y cotidianos: se trasluce el amor que Dios nos ha donado a través de Jesús. Oremos por intercesión de la Virgen María, para que venga a nosotros y a todo el mundo su reino de amor, justicia y paz.” (Angelus, en la plaza de San Pedro, el día 27 de julio de 2014)

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