LO TRIBUTARIO

Inspección tributaria: contenido

Aunque el procedimiento de inspección tiene como objeto (art. 145 LGT) comprobar e investigar el cumplimiento de las obligaciones tributarias y regularizar, si procede, la situación tributaria del contribuyente mediante la práctica de una o varias liquidaciones, lo ajustado a Derecho obliga a recordar que la potestad para exigir tributos de acuerdo con la Constitución y las leyes (art. 4 LGT) corresponde a las Administraciones competentes. La obligación de autoliquidar a cargo de los contribuyentes no determina la obligación tributaria. Ni siquiera inicia la gestión tributaria, a diferencia de lo regulado en el artículo 101 LGT/1963 (los artículos 98 y 118 LGT/2003 se refieren a la iniciación de los procedimientos). La autoliquidación es una forma obligada de colaboración en la gestión y, todo lo más, por la incertidumbre respecto de la veracidad de los hechos (art. 108.4 LGT) y la incompetencia para señalar las normas aplicables, contiene una propuesta de liquidación (art. 120.2 LGT). Las consecuencias de la investigación (art. 145.3 LGT) demuestran que la gestión no exige declaración o autoliquidación previa. La prescripción del derecho de la Administración a determinar la deuda tributaria (arts. 66 y sigs. LGT) es otra prueba de que sin liquidación administrativa puede, incluso, desaparecer la obligación de tributar (cuando no se ha autoliquidado). En todo caso, lo relevante es que en la práctica de liquidaciones de la Administración el objeto no es recaudar ni encontrar diferencias, sino determinar la obligación tributaria según los hechos probados y las normas aplicables.

En las actuaciones inspectoras lo obligado es actuar con sometimiento a la ley y al Derecho (art. 3 Ley 30/1992), de modo que la Administración no sólo debe respetar las normas de procedimiento (art. 30.2 LGT), sino también las normas sustantivas que determinan el contenido de las obligaciones tributarias (art. 30.1 LGT)

Algunos pronunciamientos facilitan la comprensión de lo expuesto: 1) Cuando se produce una comprobación, TS ss. 5.11.12 y 19.01.12, la Inspección debe regularizar todos los elementos de la obligación y no sólo los desfavorables al inspeccionado (TS 31-3-14). 2) La actuación inspectora no se debe limitar a lo gravoso para el inspeccionado: si el IVA era improcedente lo procedente no era sólo negar la deducción, sino también acordar la devolución de la cuota indebidamente ingresada (AN 11-11-13). 3) Si la Inspección niega la procedencia de la retención practicada está obligada a reconocer de oficio la devolución (TS 18-11-09). 4) Si la Inspección regulariza aumentando la base en unos ejercicios y disminuyendo la declarada en otro posterior, debió en todo caso extender a éste la regularización aumentando la cantidad a devolver en el mismo, siendo una devolución de ingresos indebidos y no un supuesto de devolución de oficio, art. 145 LIS, con devengo de intereses desde la fecha de ingreso del último pago fraccionado (AN 9-6-10). 5) Nuestro legislador optó en los procedimientos tributarios por el principio dispositivo –quien mantiene debe probar- en vez de por el principio inquisitivo –la Administración debe probar-, por lo que la ausencia de prueba de lo que se mantiene determina la desestimación (TS 15-12-06). 6) Hubo desviación de poder porque la ONI no pudo aprovechar un acto de ejecución para introducir datos nuevos considerando que la liquidación anulada procedía de un acta previa con base en una injustificable reserva de potestad de la ONI que ha contado con la colaboración del TEAC que ha abdicado de sus responsabilidades (AN 25-3-10)

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Tormentas de verano. Llegan y pasan. El cielo azul permanece. Unas veces se ve. Otras se oculta tras las nubes cargadas de lluvia. El tiempo, que es creatura de Dios, se escapa de nuestro control. Las noticias relevantes parecían pararlo. En pocos días hemos tenido la abdicación del rey y la proclamación del nuevo rey. Pasaron las noticias. Empezó el campeonato del mundo de fútbol y ya ha pasado. Y ha fallecido un futbolista mítico. En lo tributario, se presentó el informe para la reforma de los impuestos y se produjeron los resúmenes, las valoraciones, las consideraciones. Y, después, se aprobaron y se dieron a conocer en todos los ámbitos los proyectos de leyes que concretaban las modificaciones no coincidentes con el informe “de los expertos”. De nuevo, las consideraciones, las valoraciones, las críticas. Y, como se ha publicado en opinión de uno los autores del informe: la reforma se ha quedado corta, pero será eficaz; no recoge todas las medidas, pero sí las ideas. Los autores, dice, se sienten confortados. Y aún no se había iniciado el debate parlamentario, cuando se ha aprobado un decreto de urgencia que ha afectado a más de veinte leyes, incluyendo alguna de las reformas previstas en los proyectos no debatidos. Por las protestas parlamentarias se puede tramitar como una ley. Tormentas de verano.

En la vida ordinaria de los hombres se suceden también los tiempos de calma y de turbación. A veces tan intensa que parece que no se podrá superar. Para el afectado se conmueven los cimientos de la tierra. Pero también pasan los acontecimientos alegres o tristes, superables o irremediables. Como dice el Qohelet: “Todo tiene su momento y hay un tiempo para cada cosa bajo el cielo: tiempo de nacer y tiempo de morir, tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado… tiempo de llorar y tiempo de reír, tiempo de llevar luto y tiempo de bailar…” (Qo 3, 1-4). Es un texto que permite la reflexión y que, más adelante, señala: “He visto más bajo el sol: en lugar de derecho hay fraude, y en lugar de justicia, corrupción. Y dije para mis adentros: “Dios juzgará al justo y al corrupto, pues hay un tiempo para cada cosa y para cada acción.” (Qo 3, 16-17)

Para el cristiano, la vida (“una mala noche en una mala posada”, que decía santa Teresa de Jesús), vivida en Cristo, no está falta de consuelo: “Busqué al Señor y me ha escuchado, me ha librado de todos mis temores... Cuando el pobre invoca, el Señor le escucha y le salva de todas sus angustias. El ángel del Señor se sitúa alrededor de los que le temen para librarlos. Gustad y ved que bueno es el Señor, dichoso el hombre que se refugia en Él… Los ojos del Señor están pendientes de los justos, sus oídos, atentos a su clamor. El Señor está cerca de los contritos de corazón, y salva a los de espíritu abatido. Muchas son las aflicciones del justo, pero el Señor le libra de todas…” (Salmo, 34, Vg 33)

Todo consiste en vivir la fe que se nos ha dado y en llenarnos de la alegría por la confianza en lo que Dios, el Padre que no cuida y nos espera, nos tiene preparado: “Justificados, por tanto por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien también tenemos acceso en virtud de la fe a esta gracia en la que permanecemos y nos gloriamos apoyados en la esperanza de la gloria de Dios. Pero no sólo esto: también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce la paciencia; la paciencia, la virtud probada; la virtud probada, la esperanza. Una esperanza que no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que se nos ha dado.” (Rm 5, 1-5). Incluso en las pequeñas contrariedades de cada día, las que ayudan al cristiano a avanzar en el camino de la santidad, podemos encontrar motivo de alegría. Y motivo de amor de Dios que agradecer y derrochar en los demás porque rebosa de nuestro corazón.

LA HOJA SEMANAL
(del 14 al 19 de julio)

Lunes (14)

San Camilo de Lelis, presbítero (15ª semana del Tiempo Ordinario)
Las palabras: “El que no coge su cruz y me sigue no es digno de mí” (Mt 10,38)
La reflexión: He venido a sembrar espadas. El que pierda su vida por mí...
Propósito, durante el día: Dios mío, te ofrezco mi día, mis trabajos, mis preocupaciones

Martes (15)

San Buenaventura, obispo y doctor de la Iglesia
Las palabras: Se puso Jesús a reprochar a las ciudades... (Mt 11,20)
La reflexión: Había hecho casi todos sus milagros y no se habían convertido
Propósito, durante el día: Dios mío, ayúdame a agradecerte todo lo que haces por mí

Miércoles (16)

Nuestra Señora del Carmen
Las palabras: “Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra” (Mt 11,25)
La reflexión: Has revelado estas cosas a la gente sencilla
Propósito, durante el día: Dios mío, como un niño, de tu mano, alegre y agradecido

Jueves (17)

Santa Constancia, reina
Las palabras: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados” (Mt 11,28)
La reflexión: Yo os aliviaré. Mi yugo es llevadero y mi carga ligera
Propósito, durante el día: Dios mío, gracias por tu bondad, gracias por tu amor

Viernes (18)

San Federico, obispo
Las palabras: “El Hijo del Hombre es señor del sábado” (Mt 12,8)
La reflexión: Hay que comprender: “quiero misericordia y no sacrificio”
Propósito, durante el día: Dios mío, todo lo mío es tuyo. Dame tu amor y tu gracia

Sábado (19)

Santa Áurea, mártir
Las palabras: “Le siguieron muchos y los curó a todos” (Mt 12, 15)
La reflexión: Los fariseos planearon el modo de acabar con Jesús
Propósito, durante el día: Dios mío, abrazado a tu Corazón, cura mis fallos de amor

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

El domingo día 13 (15º del TO, ciclo A) nos recuerda en sus lecturas el fruto de la Palabra de Dios: “No volverá vacía” (Is 55); “La creación, nosotros, aguardamos la hora” (Rm 8); la parábola de sembrador (Mt 13). El propósito semanal nos debe llevar a cuidar la lectura del Evangelio: ¿qué me dice Jesús, aquí, ahora, precisamente?; ¿qué debo hacer?; propósito concretos. Y repetir a menudo: ¿qué quiere Dios de mí?


PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Jesús promete dar reposo a todos, pero hace también una invitación, que es como un mandato: “Cargad con mi yugo y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón” (Mt 11,29). El “yugo” del Señor consiste en llevar la carga de los otros con amor fraterno. Una vez recibido el reposo y el alivio de Cristo, estamos llamados nosotros a dar reposo y alivio a los hermanos, con mansedumbre y humildad, a imitación del Maestro. La mansedumbre y la humildad del corazón que ayudan no sólo a tomar la carga de los otros, sino también a no trasladar a los otros nuestros criterios personales y nuestros juicios, nuestras críticas o nuestra indiferencia.
Invoquemos a María Santísima que acoge bajo su manto a todas las personas cansadas y agotadas para que a través de una fe iluminada, testimoniada en la vida, podamos servir de alivio de cuantos tiene necesidad de ayuda, de ternura, de esperanza.” (Angelus, en la plaza de San Pedro, el día 6 de julio de 2014) (trad. propia)
- “Agradezco este encuentro. Y por favor, recen por mí para que los ojos de mi corazón siempre vean claramente el camino del amor misericordioso, y que Dios me conceda la valentía de seguir ese camino por el bien de los menores. Jesús sale de un juicio injusto, de un interrogatorio cruel y mira a los ojos de Pedro, y Pedro llora. Nosotros pedimos que nos mire, que nos dejemos mirar, que lloremos, y que nos dé la gracia de la vergüenza para que como Pedro, cuarenta días después podamos responderle: “Vos sabés que te amamos” y escuchar su voz “Volvé por tu camino y apacentá a mis ovejas” y añado “y no permitas que ningún lobo se meta en el rebaño.” (Homilía en la misa en la Casa de Santa Marta, ante algunas víctimas de abusos sexuales por alguna parte del clero, el día 7 de julio de 2014)

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