LO TRIBUTARIO

La capacidad económica para contribuir

En el estudio de la Ciencia de la Hacienda se dedica un tiempo a “los principios de la imposición” porque, aunque a veces se pudiera pensar otra cosa, el establecimiento de un impuesto y la estructuración de un sistema tributario no debe ser un asunto de decisión arbitraria, sino que debe responder a fundamentos económicos, como la suficiencia recaudatoria o la eficacia como medida para corregir desequilibrios o para progresar en el desarrollo, y a fundamentos jurídicos, como son la legalidad, la generalidad, la igualdad y, desde luego, la justicia en la distribución de la carga fiscal.

A esta consideración responde el artículo 31.1 de la Constitución que establece: “Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo, inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio”. Aunque parece una proclamación sencilla, no es así. Cada uno de los conceptos que utiliza tiene un significado propio que se debe conocer para interpretar bien el precepto. Así, por ejemplo, “todos” quiere decir las personas físicas, las personas jurídicas e incluso las entidades sin personalidad jurídica cuando así lo establezca una ley (v. arts. 35.4 LGT, art. 84 LIVA); sean o no residentes en España, en las condiciones legalmente establecidas, como contribuyentes, como sustitutos de los contribuyentes, como sucesores o como responsables tributarios (arts. 36, 39, 41 a 43 LGT). La “igualdad” no significa que todos tributarán lo mismo, sino que todos serán iguales ante la ley de cada tributo que podrá establecer diferencias según el objeto de gravamen, según la naturaleza del hecho imponible, según las circunstancias concurrentes en cada caso.

La “capacidad económica” permite realizar la Justicia en la distribución de las exigencias fiscales a quienes deben contribuir al sostenimiento de los gastos públicos. Aunque algunos tributos responden al “principio del beneficio”, como suele ocurrir en las tasas y las contribuciones especiales, en general los tributos se ordenan según el “principio de capacidad” atendiendo a sus diversas manifestaciones, como son: la renta que se gana (IRPF, IS, ISyD), el patrimonio que se tiene (IP) o la renta que se gasta (IVA, ITP y los Impuestos Especiales). A veces, como ocurre en nuestro sistema tributario, los impuestos inciden por dos veces sobre esas manifestaciones: así, la renta que ganan las personas físicas se somete a tributación cuando se gana (IRPF, ISyD) y cuando se gasta (IVA, ITP, II.EE.) o si se ahorra (IP). Contra el principio de “capacidad económica” atenta la “confiscación” que la Constitución proscribe. Para paliar en parte este exceso en el Impuesto sobre el Patrimonio se establece un límite de tributación atendiendo a la tributación conjunta con el IRPF. Y en los primeros años de este siglo el Tribunal Supremo anuló una retención excesiva en el IRPF por considerar que producía “confiscación financiera”. No ha insistido después en su doctrina.

Con la Ley 7/2012 se ha producido una lesión del principio de capacidad, cuando ha establecido que se considera una renta obtenida sin justificación (arts. 39.2 LIRPF y art. 134 TR LIS) si no se presenta en el plazo y forma establecidos la declaración de información sobre bienes y derechos en el extranjero (DA 18ª LGT), limitando las posibilidades de justificación y la protección jurídica de la prescripción.

(20.12.13)


DE LO HUMANO A LO DIVINO

Hace medio siglo el mes de diciembre, coincidiendo con el tiempo de Navidad, se producía una relativa paralización de las actuaciones inspectoras. Los funcionarios que tenían competencia para hacerlas se dedicaban a elaborar y negociar las “evaluaciones globales de beneficios” de las empresas y los “convenios” en el IGTE. Se trataba de métodos rudimentarios con los que la Administración procuraba conseguir de forma eficiente no sólo una recaudación cierta, sino también información que permitiera confeccionar y actualizar censos de empresarios de “reducida dimensión”. Fue una novedad de la ley de reforma de 1956 (Ministro Navarro Rubio) que adquirió carta de naturaleza al ser confirmada por la ley de reforma de 1964 (Ministro Espinosa San Martín). En las evaluaciones globales, a partir de estudios sectoriales (ponencias), “se estimaba” el beneficio obtenido por la empresas en el año anterior. En los convenios, con el mismo “fundamento”, se estimaba la cuota de IGTE que se iba a devengar el año siguiente. El método se desarrollaba mediante reuniones sectoriales con los representantes de los contribuyentes afectados, debidamente asesorados, en las que procuraba llegar a un acuerdo sobre las cifras globales para su distribución individual. Naturalmente, esa gestión tributaria producía resultados ajenos al principio de capacidad económica. Y el alejamiento aún era mayor en los convenios cuando, para conseguir actualizar los censos, se mantenía la cifra global si se incorporaban empresarios de los que no tenía noticia la Administración. Ahora existe la estimación objetiva singular.

Aún se guarda en alguna biblioteca el folleto del Institut of Taxation, de Osaka, con fotografías en las que, junto a funcionarios españoles, se ven otros japoneses con los ojos “muy abiertos” al escuchar que en España los propios contribuyentes se repartían el impuesto a pagar e incluían en el censo a otros que no habían declarado su actividad.

Tiempo de Navidad. La primera Pascua: Dios que, en el Hijo, se hace hombre, naciendo como un niño. El misterio inevitable para que se pudieran dar los misterios de la Pascua de Resurrección, Dios que, en Jesucristo, nos redime, nos da la salvación y nos abre las puertas de la vida eterna a su lado, y la Pascua de Pentecostés, Dios que es Amor y que, en el Espíritu Santo, permanece con nosotros como consejero, abogado, derramando la gracia divina. Tiempo de alegría porque Dios está con nosotros, con todos y con cada uno de nosotros. Porque Dios conoce nuestro nombre que está escrito en el cielo. Porque Dios nos eligió antes de la creación para ser santos y nos destinó a ser hijos suyos, ¡hijos de Dios!, pues lo somos (1Jn 3.1). Porque Dios nos redimió viviendo nuestra misma vida, como niño, como joven, como mayor, con cansancio, con hambre, con fatigas y con tentaciones del Malo. Porque Dios se ha quedado con nosotros y en la Eucaristía, fiel a su promesa de estar a nuestro lado, en nosotros, hasta el fin del mundo.

Es un placer revivir ahora aquellos días. Hacer junto a José y María el largo viaje desde Nazaret a Belén. Con la Virgen joven embarazada y el Niño en su seno. Cuánto cuidado, cuánta ternura, cuántos detalles, del santo esposo. Cuánta alegría de la Madre y de José al nacer el Niño. Y de los pastores, los primeros que fueron a verlo, a cantarle, a besarlo. Los que lo tuvieron en brazos y se lo pasaban de uno a otro como un tesoro. Y cada uno de nosotros también allí. Dios, niño, se deja, se ríe con los cariñosos achuchones, cuando le miramos los deditos de las manos y los pies. Y esos ojos que ya nos dicen que está feliz con nosotros. El belén que ponemos es mucho más que figuritas. Es nuestro corazón que se llena del amor divino y se derrama en los otros.


LA HOJA SEMANAL
(días 23 a 30 de diciembre de 2013)

Lunes (23)

San Juan de Kety, presbítero (Feria de Adviento)
Las palabras: “Y empezó a hablar bendiciendo a Dios” (Lc 1,64)
La reflexión: Zacarías recobra el habla. Nuestro nombre
Propósito, durante el día: Confianza en toda ocasión. Acción de gracias

Martes (24)

Día de la Nochebuena
Las palabras: “Para iluminar a los que viven en tinieblas” (Lc 1,79)
La reflexión: La preparación del alma al gozo de la Navidad. ¿He limpiado mi alma?
Propósito, durante el día: Ante el belén, mirar, hablar, rezar Cantar

Miércoles (25)

Natividad del Señor
Las palabras: “A cuantos lo recibieron les da poder para ser hijos de Dios” (Jn 1,12)
La reflexión: Vino a su casa y los suyos no lo recibieron. ¿Y yo?
Propósito, durante el día: Ante el belén, mirar, hablar, rezar. Cantar

Jueves (26)

San Esteban, protomártir
Las palabras: “El Espíritu Santo hablará por vosotros” (Mt 10,20)
La reflexión: Dar testimonio. Sin miedo. Por amor, dando amor
Propósito, durante el día: Vivir ¡con hechos! el misterio de amor de la Navidad

Viernes (27)

San Juan, apóstol y evangelista
Las palabras: “Entró también, vio y creyó” (Jn 20,8)
La reflexión: Hijos de la Iglesia. Todos con Pedro, a Jesús por María
Propósito, durante el día: Pedir más por el Papa, por la Iglesia

Sábado (28)

Los Santos Inocentes, mártires
Las palabras: “Herodes va a buscar al niño para matarlo” (Mt 2,13)
La reflexión: La huída a Egipto. Hacer la voluntad de Dios
Propósito, durante el día: Rezar por el dolor de inocentes; por la Iglesia perseguida.

(La reflexión y el propósito, claro, lo decide cada uno)

El domingo se celebra la fiesta de la Sagrada Familia


PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO


“3. Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso. No hay razón para que alguien piense que esta invitación no es para él, porque, (Pablo VI, ap. “Gaudete in Domino”, 1975). Al que se arriesga, el Señor no lo defrauda, y, cuando alguien da un pequeño paso hacía Jesús, descubre que Él ya esperaba su llegada con los brazos abiertos. Este es el momento para decirle a Jesucristo: ...” (Exhortación apostólica “Evangelii Gaudium”, “La alegría del Evangelio”, 24 de noviembre de 2013)


“2. El Hijo de Dios hecho hombre no ha eliminado la experiencia humana de la enfermedad y el sufrimiento, sino que, tomándolos sobre sí, los ha transformado y delimitado. Delimitado, porque ya no tienen la última palabra que, por el contrario, es la vida nueva en plenitud; transformado, porque en unión con Cristo, de experiencias negativas, pueden llegar a ser positivas. Jesús es el camino, y con su Espíritu podemos seguirle. Como el Padre ha entregado al Hijo por amor, y el Hijo se entregó por el mismo amor, también nosotros podemos amar a los demás como Dios no ha amado, dando la vida por nuestros hermanos. La fe en el Dios bueno se convierte en bondad, la fe en Cristo Crucificado se convierte en fuerza para amar hasta el final y hasta a los enemigos. La prueba de la fe auténtica en Cristo es el don de sí, el difundirse del amor por el prójimo, especialmente por el que no lo merece, por el que sufre, por el que está marginado.” (Mensaje para la “XXII Jornada mundial del enfermo” que se celebra el 11 de febrero de 2014, fechado el 6 de diciembre de 2013)


“Dios quiso compartir nuestra condición humana hasta el punto de hacerse una cosa sola con nosotros en la persona de Jesús, que es verdadero hombre y verdadero Dios. Pero hay algo más sorprendente. La presencia de Dios en medio de la humanidad no se realiza en un mundo ideal, idílico, sino en este mundo real, marcado por muchas cosas buenas y malas, marcado por divisiones, maldad, pobreza, prepotencias y guerras. Él eligió habitar nuestra historia así como es, con todo el peso de sus límites y de sus dramas. Actuando así demostró de modo insuperable su inclinación misericordiosa y llena de amor hacia las creaturas humanas. Él es el Dios-con-nosotros.” (Audiencia general, día 18 de diciembre de 2013, en la plaza de San Pedro)


¡Los mejores deseos en la Navidad para todos!

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