LO TRIBUTARIO
Reforma tributaria. LGT (y 7): liquidando al sospechoso
Aunque en el primer Código Penal se regulaba el delito contra la Hacienda, realmente nació en nuestro ordenamiento jurídico en noviembre de 1977 (Pactos de la Moncloa). Ha cambiado la regulación desde entonces, pero hasta la reforma de 2012 se trataba de otra manera: por respeto a la presunción de inocencia y a los principios que proscriben la indefensión y la autoinculpación, en la LGT se establecía que cuando la Administración apreciara indicios de delito, suspendería sus actuaciones y tramitaría la correspondiente querella ante el juez o el informe de denuncia al Ministerio Fiscal. Si aquél decidía el archivo el sobreseimiento o la absolución o éste devolvía el expediente, continuaban las actuaciones administrativas (art. 150 LGT). Con la LO 7/2012 se produjeron novedades en el CP, entre otras: a) los efectos exoneradores de delito por la regularización de la deuda tributaria, íntegra y satisfecha, antes de iniciarse actuaciones de comprobación o diligencias, en otro caso (art. 305. 1 y 4 CP); b) la práctica de liquidaciones separadas por los conceptos y cuantías no vinculados a delito y por los vinculados, sin paralización de las acciones para el cobro (art. 305.5 CP); c) la reducción de pena cuando se satisfaga la deuda y se reconozcan los hechos antes de dos meses desde la citación judicial y para otros partícipes cuando colaboren para la obtención de pruebas o captura de otros responsables.
La reforma dedica nuevos preceptos de la LGT a regular estas novedades: las liquidaciones separadas por “elementos” vinculados o no a delito (art. 250), salvo excepciones que paralizarían las actuaciones administrativas (art. 251); los efectos de la regularización voluntaria (art. 252). La liquidación por “elementos” vinculados a delito exige previo trámite de audiencia, la irrelevancia de defectos procedimentales, determina la decisión para pasar o no el tanto de culpa (art. 253) y no es reclamable (art. 254). Se prevé la retroacción si se inadmite la denuncia o la querella (art. 253.2) y la modificación a la vista de la existencia y cuantía de la defraudación señalada en el proceso (art. 257). El procedimiento por delito no paraliza la recaudación (art. 255) y se limitan los motivos de impugnación de dichas actuaciones (art. 256). Y se regula la responsabilidad solidaria de los imputados en el proceso que hubieran sido causantes o hubieran colaborado en los hechos (art. 258). La novedad de la LGT respecto del CP es la palabra “elementos”, en el CP se alude a “conceptos y cuantías”, pero la LGT (art. 253.3) se refiere a “cuando por un mismo “concepto” y período quepa distinguir “elementos” en que se aprecie una conducta culposa, junto con otros “elementos” y cuantías en los que no se aprecie, se efectuarán dos liquidaciones separadas. Es un cambio relevante: “concepto”, unido a “período”, sólo se puede identificar con “tributo”; en cambio por “elemento” sólo se puede entender (Tít. II, Cap. III LGT) “base imponible, base liquidable, tipo de gravamen y cuota tributaria”. Los “elementos” (subjetivos, objetivos, temporales...) de la obligación tributaria son palabras de utilización docente y no parecen identificables con otras como “ingreso” o “gasto”.
Esa consideración que, sin duda, supera la preparación fiscal de los no iniciados, afecta al contenido y validez de la norma. Pero lo que es más llamativo en Derecho es que en la investigación tributaria por posible delito, establezca la ley la tramitación ordinaria que conlleva (art. 29 LGT) la obligación para el inspeccionado de aportar cualquier dato, antecedente o informe a requerimiento de la Administración y de facilitar las inspecciones y comprobaciones, con sanción (art. 203) en caso de incumplimiento.
Noticias tributarias. En el BOE del 1 de octubre se ha publicado la Ley 17/2014, de 30 de septiembre, que modifica la Ley Concursal e incluye modificaciones en la LIS (art. 15, operaciones societarias: ap. 1: se añade un párrafo final: la valoración “mercantil” de las operaciones de aumento de capital por compensación de créditos; ap. 2.b): se modifica, los aportados a entidades y los valores recibidos en contraprestación, salvo último párrafo del art. 15.3; ap. 3, primer párrafo, se modifica, respecto de los aumentos de capital para compensar créditos para integran en la BI la diferencia entre el importe del aumento en la proporción que le corresponda y el valor fiscal del crédito capitalizado. En el art. 19, se añade un ap. 14: sobre el ingreso por el registro contable d quitas y esperas según la Ley Concursal) y en el TR LITPyAJD (exención para las escrituras que contengan quitas y esperas o minoraciones en las cuantías de préstamos, créditos u otras obligaciones del deudor que incluyan acuerdos de refinanciación o en los acuerdos extrajudiciales de pago según la Ley Concursal, siempre que el sujeto pasivo sea el deudor.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Las noticias tributarias de la semana se resumen en la presentación de la Ley de Presupuestos para 2015 y en que continúa la tramitación de la reforma de los impuestos, aunque siguen aprobándose otras modificaciones legales. El contribuyente vive entre sobresaltos fiscales y el continuo fluir de normas tributarias y sus modificaciones.
La vida del cristiano es vida de oración, constante presencia de Dios, como hijo de tan buen Padre. Por ese motivo es conveniente repasar palabras de Jesús sobre la oración:
- Sencillez y confianza.“Cuando oréis no seáis como los hipócritas... Tú, por el contrario, cuando te pongas a orar, entra en tu aposento y, con la puerta cerrada, ora a tu Padre que está en lo oculto, y tu Padre, que ve en lo oculto, te recompensará. Y al orar no empleéis muchas palabras como los gentiles... Así pues, no seáis como ellos, porque bien sabe vuestro Padre de qué tenéis necesidad antes de que se lo pidáis...” Y les enseñó el Padrenuestro (Mt 6, 5-13)
- Perseverancia . “Les proponía una parábola sobre la necesidad de orar y no desfallecer, diciendo: “Había en una ciudad un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres. También había en aquella ciudad una viuda que acudía a él diciendo: “Hazme justicia ante mi adversario”. Y durante mucho tiempo no quiso. Sin embargo, al final se dijo a sí mismo: “Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, como esta viuda está molestándome, le haré justicia para que no siga viniendo a importunarme”. Concluyó el Señor: - Prestad atención a lo que dice el juez injusto. ¿Acaso Dios no hará justicia a sus elegidos que claman a Él día y noche, y les hará esperar?. Os aseguro que les hará justicia sin tardanza. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?” (Lc 18,1-8)
- Humildad. “Dijo también esta parábola a alguno que confiaban en sí mismos teniéndose por justos y despreciaban a los demás: Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo y el otro publicano. El fariseo quedándose de pie, oraba para sus adentros: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros, ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana, pago el diezmo de todo lo que poseo”. Pero el publicano, quedándose lejos, ni siquiera se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: “Oh Dios, ten compasión de mí, que soy un pecador”. Os digo que éste bajó justificado a su casa y aquél no. Porque todo el que se ensalza será humillado y todo el que se humilla será ensalzado.” (Lc 18, 9-14)
- Eficacia. “Pedid y se os dará; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá. “¿Quién de entre vosotros, si un hijo suyo le pide un pan, le da una piedra? O si le pide un pez, le da una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar a vuestros hijos cosas buenas, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se lo pidan? (Mt 7, 7-11). En Lucas se incluye otra referencia: “¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? (Lc 11, 11-13). Y, antes, se pone otro ejemplo: “¿Quién de vosotros que tenga un amigo y acuda a él a medianoche y le diga: “Amigo, préstame tres panes porque un amigo mío y no tengo qué ofrecerle” responderá desde dentro: “No me molestes, ya está cerrada la puerta; los míos y yo estamos acostados, no puedo levantarme a dártelos”. Os digo que si no se levanta a dárselos por ser su amigo, al menos por su impertinencia se levantará para darle cuanto necesite.” (Lc 11, 5-8)
LA HOJA SEMANAL
(del 6 al 11 de octubre)
Lunes (6)
Témporas de Acción de Gracias (27ª semana TO)
Las palabras: “Vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden” (Mt 7,11)
La reflexión: Si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos...
Propósito, durante el día: Muchas acciones de gracias a nuestro Padre del cielo
Martes (7)
Nuestra Señora, la Virgen del Rosario
Las palabras: “Bendita tú entre las mujeres ” (Lc 1,42)
La reflexión: ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
Propósito, durante el día: Actos de amor a nuestra Madre: hablarle, pedirle
Miércoles (8)
San Demetrio, mártir
Las palabras: “Perdónanos nuestros pecados” (Lc 11,4)
La reflexión: Porque también nosotros perdonamos
Propósito, durante el día: Eliminar la “lista de agravios”. Pedir perdón
Jueves (9)
San Dionisio, obispo y compañeros mártires
Las palabras: “Pedid y se os dará, buscad y hallaréis...” (Lc 11,9)
La reflexión: Vuestro Padre dará el Espíritu Santo al que se lo pida
Propósito, durante el día: Frecuente oración de petición. Por mí. Por los demás
Viernes (10)
Santo Tomás de Villanueva, obispo
Las palabras: “El que no está conmigo, está contra mí” (Lc 11,23)
La reflexión: El que no recoge conmigo, desparrama
Propósito, durante el día: Contra el agobio, contra la autosuficiencia: abrazado a Dios
Sábado (11)
Santa Soledad Torres Acosta, virgen
Las palabras: “Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen” (Lc 11,28)
La reflexión: Una mujer de entre el gentío levantó la voz
Propósito, durante el día: Lo que quieras, cuando y como quieras, porque Tú lo quieres
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
En el domingo día 5 (27º TO, ciclo A) las lecturas nos recuerdan nuestra ingratitud con Dios que nos cuida como a su viña: “¿Por qué esperando uvas dio agrazones? (Is 5); que nos envía a su Hijo: “Este es el heredero: venid lo matamos y nos quedaremos con su herencia” (Mt 21); debemos rezar, sin descanso y sin cansancio: “en toda ocasión, en la oración y súplica con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios” (Flp 4). Vida en Cristo, vida de amor en el Amor
(del 5 al 19 de octubre se desarrolla en Roma el sínodo sobre la familia)
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “Y volvamos entonces a este “icono” lleno de alegría y esperanza, lleno de fe, lleno de caridad. Podemos pensar que la Virgen María, estando en casa de Isabel, habrá escuchado a ella y al marido Zacarías rezar con las palabras del Salmo responsorial de hoy: “Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza y mi confianza, Señor, desde mi juventud... No me rechaces ahora en la vejez, me van faltando las fuerzas, no me abandones... Ahora en la vejez y las canas, no me abandones, Dios mío, hasta que describa tu poder, tus hazañas a la nueva generación” (Sal 71, 5.9.18). La joven María escuchaba, y guardaba todo en su corazón. La sabiduría de Isabel y Zacarías enriqueció su ánimo joven; no eran expertos en maternidad y paternidad, porque también para ellos era el primer embarazo, pero eran expertos en la fe, expertos de Dios, expertos de esa esperanza que viene de Él: es de esto lo que el mundo tiene necesidad, en todos los tiempos. María ha sabido escuchar a esos padres ancianos y llenos de estupor, tomó en cuenta su sabiduría, y esta fue preciosa para ella, en su camino de mujer, de esposa, de madre.” (Homilía en la misa con los ancianos en la plaza de San Pedro, el día 28 de septiembre de 2014)
- “La experiencia más hermosa, sin embargo, es descubrir con “cuántos carismas distintos” y con cuántos dones de su Espíritu el Padre colma a su Iglesia. Esto no se debe mirar como un motivo de confusión, de malestar: son todos regalos que Dios hace a la comunidad cristiana para que pueda crecer armoniosa, en la fe y en su amor, como un solo cuerpo, el cuerpo de Cristo. El mismo Espíritu que da esta diferencia de carismas, construye la unidad de la Iglesia. Es siempre el mismo Espíritu. Ante esta multiplicidad de carismas, por lo tanto, nuestro corazón debe abrirse a la alegría y debemos pensar: “¡Qué hermosa realidad! Muchos dones diversos, porque todos somos hijos de Dios y todos somos amados de modo único”. Atención, entonces, si estos dones se convierten en motivo de envidia, de división, de celos. Como lo recuerda el apóstol Pablo en su Primera Carta a los Corintios, en el capítulo 12, todos los carismas son importantes ante los ojos de Dios y, al mismo tiempo, ninguno es insustituible. Esto quiere decir que en la comunidad cristiana tenemos necesidad unos de otros, y cada don recibido se realiza plenamente cuando se comparte con los hermanos, para el bien de todos. ¡Esta es la Iglesia! Y cuando la Iglesia, en la variedad de sus carismas, se expresa en la comunión, no puede equivocarse: es la belleza y la fuerza del “sensus fidei”, de ese sentido sobrenatural de la fe, que da el Espíritu Santo a fin de que, juntos, podamos entrar todos en el corazón del Evangelio y aprender a seguir a Jesús en nuestra vida.” (Audiencia general, en la plaza de San Pedro, el día 1 de octubre de 2014)
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