LO TRIBUTARIO

Reforma tributaria (5). LGT: la prueba prohibida

La reforma incide en la prueba en los procedimientos de aplicación de los tributos en cuatro de los preceptos modificados. En el art. 106, al declarar que la factura no es un medio de prueba privilegiado sobre la existencia de operaciones y añadir que si la Administración cuestiona fundadamente su efectividad, es el administrado el obligado a aportar la prueba de su realidad; después, al exigir que, en la comprobación de bases o cuotas compensadas con origen en operaciones de períodos prescritos, se debe aportar la prueba de su procedencia y cuantía, incluyendo las liquidaciones o autoliquidaciones en que se incluyeron; y prohibiendo que, después del trámite de audiencia o el de alegaciones, antes de la liquidación o en recursos y reclamaciones, se pueda aportar pruebas no aportadas anteriormente. En el art. 108, que regula las presunciones, es novedad que, en la regularización de obligaciones con períodos de liquidación inferior al año (como ocurre en el IVA), la Administración pueda distribuir linealmente la cuota anual si no puede atribuirla al período que “real” y el administrado no justifica otro “reparto” (inversión de la carga). En el art. 115, además de permitir la comprobación o investigación de períodos prescritos si es preciso para regularizar períodos no prescritos, se puede modificar, incluso, la calificación que hizo, “en su día”, el. administrado. Y en el art. 119, al establecer que, después de iniciado un procedimiento de aplicación de los tributos, “no se podrá” modificar las cantidades pendientes de compensar o deducir, mediante declaración complementaria o solicitud de rectificación de autoliquidaciones.

Estos cambios se justifican así: sobre el valor probatorio de las facturas, se sigue la doctrina del TEAC; en cambio, para evitar esa doctrina en cuanto exige referir las liquidaciones al período en que se producen las operaciones, se regula la permisión de la distribución lineal; y para evitar que afecte a la calificación de la infracción “eventualmente”cometida, se justifica la prohibición de declaraciones o su rectificación, dejando sin efecto la compensación antes realizada y pidiendo que se tenga en cuenta en la liquidación posterior. El límite temporal para aportar pruebas, se indica sin explicación. Quizá porque la vía contenciosa aún asume que la tributación exigida debe ser la que corresponde a la realidad y admite las pruebas que la acreditan.

Los “simples” necesitan encontrar fundamento a su perplejidad. No se trata de que las facturas sean un medio de prueba privilegiado, sino un medio de prueba que sólo se puede enervar (art. 105 y 106 LGT) con la prueba en contrario y no con una sospecha. Los tributos se liquidan a partir de la realidad de los hechos probados, liquidar cuando se tiene la prueba de que los hechos son otros, aunque la aportación fuera tardía, es contrario a Derecho y si la revisión (arts. 237 y 239.2) se extiende a todas las cuestiones, planteadas o no, no parece razonable no admitir nuevas pruebas (nuevo art. 236.4). Si no se puede probar cuándo se produjeron los hechos no hay fundamento para legalizar su distribución lineal; para ese caso está la estimación indirecta de bases (que en el IVA, precisamente se aplica también a las cuotas). Modificar los hechos o su calificación en períodos prescritos, pero sólo cuando proyectan efectos en períodos no prescritos, es rodear la ley de la prescripción, en general (art. 69) y en las obligaciones formales (art. 70): parece que lo honesto sería eliminar la prescripción del derecho a determinar la deuda tributaria y ver qué pasa. Evitar un acto del administrado para así mantener la infracción o es inútil o de dudosa justificación. Salvo mejor parecer, claro.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

En los noticias tributarias de la semana, un alto cargo del Ministerio ha declarado que se trabaja para que desde enero de 2015 se puedan reducir las retenciones a cuenta del IRPF a pagar en 2016 y ha señalado también las estimaciones de la menor tributación que supondrá para todos la reforma del impuesto. Profecía vana si al tiempo de autoliquidar resulta a devolver los excesos de retención a dos de cada tres declarantes

La incidencia de la tributación en la vida de los ciudadanos es continua, aunque no tengan sensación de que es así. Desde la compra del periódico o el desayuno en una cafetería por la mañana hasta lo último adquiridos antes del fin del día. Desde la celebración por el bautizo hasta el coste del enterramiento. Los impuestos directos por lo ganado y los indirectos por lo gastado; el gasto público efectivo o de transferencia que distribuye los ingresos públicos en la función del Sector Público que satisface necesidades colectivas o incentiva actividades individuales; y las políticas presupuestarias que condicionan y alteran la economía general: todo es incidencia de la actuación de la Hacienda sobre las economías de los particulares.

El cristiano que ha acogido el don de la fe que se le ha dado, viviendo en la presencia de Dios que está permanentemente junto a él, busca su consejo, su amparo y su ayuda para caminar seguro, sin desviarse del camino o volviendo a la buena senda cuando ha tropezado, cuando ha caído o cuando se ha desviado. El cristiano tiene la certidumbre de que con Dios todo lo puede y que nada puede sin Dios. Para el cristiano, la oración es como el respirar, como el latir del corazón. No le aparta de lo que debe hacer, sino que lo hace en Dios, con Él y para Él: con el ofrecimiento de su trabajo, en sus relaciones con los demás y en su lucha interior para mejorar, para rectificar, para volver después de los fallos, de los olvidos y de los abandonos. Dios está a su lado siempre (“Estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”, Mt 28,20) y siempre le espera, como hacía el padre en la parábola del hijo pródigo (Lc 15,20). No se puede olvidar la cariñosa invitación: “Mira, estoy a la puerta y llamo: si alguno escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo” (Ap 3,20)

Es frecuente llamar la atención sobre la oración de Jesús que pasaba toda la noche en oración (Lc 6,12) o que frecuentemente se retiraba para orar. Y, desde luego, sobre la oración es inevitable recordar (Lc 11,1 y 2) la petición de los discípulos a Jesús para que les enseñara a orar y cómo les enseñó el “Padre nuestro”, que es el mejor modelo de oración. Algunos consideran un excelente objeto de reflexión lo que ocurrió en Getsemaní, en la “Oración del Huerto” (Mt 26, 36-44) que permite considerar la actitud de Jesús, sufriendo y orando, y la de sus discípulos, que se dormían. “Y se llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, y comenzó a entristecerse y a sentir angustia. Entonces les dice: - Mi alma está triste hasta la muerte. Quedaos aquí y velad conmigo. Y, adelantándose un poco, se postró rostro en tierra mientras oraba diciendo: - Padre mío, si es posible aleja de mí esta cáliz; pero no sea como yo quiero, sino como quieres tú. Vuelve junto a sus discípulos y los encuentra dormidos, entonces le dice a Pedro: - ¿Ni siquiera habéis sido capaces de velar una hora conmigo? Velad y orad para no caer en tentación; el espíritu está pronto, pero la carne es débil. De nuevo se apartó, por segunda vez, y oró diciendo: - Padre mío, si no es posible que esto pase sin que yo lo beba, hágase tu voluntad. Al volver los encontró dormidos, pues sus ojos estaban cargados de sueño. Y, dejándolos, se apartó una vez más, y oró por tercera vez repitiendo las mismas palabras.”. Aprendimos bien cómo pedir: lo que Tú quieras, porque Tú lo quieres.

LA HOJA SEMANAL
(del 29 de septiembre al 4 de octubre)

Lunes (29)

Santos Arcángeles Miguel Gabriel y Rafael (26ª TO)
Las palabras: “Veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar” (Jn 1,51)
La reflexión: Un corazón sin doblez ha de ver cosas mayores
Propósito, durante el día: Adorar a Dios en la Eucaristía, rodeado de ángeles

Martes (30)

San Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia
Las palabras: “Pero no lo recibieron” (Lc 9,53)
La reflexión: La reacción de Santiago y Juan (Mandemos bajar fuego). Les regañó Jesús
Propósito, durante el día: Recibir siempre a Jesús, estar atentos a su presencia

Miércoles (1)

Santa Teresa del Niño Jesús, virgen
Las palabras: “No vale para el Reino de Dios” (Lc 9,62)
La reflexión: Te seguiré... Déjame primero ir... Déjame primero despedirme...
Propósito, durante el día: No posponer a Dios. Es lo primero, siempre con Él

Jueves (2)

Los ángeles custodios
Las palabras: “Sus ángeles están viendo el rostro de mi Padre” (Mt 18,10)
La reflexión: Este niño es el más grande en el reino de los cielos
Propósito, durante el día: Confianza de niño. De la mano del ángel de cada uno

Viernes (3)

San Francisco de Borja, presbítero
Las palabras: “Quien a vosotros os escucha a mí me escucha” (Lc 10, 16)
La reflexión: Escalar el cielo, bajar al infierno
Propósito, durante el día: Vivir la Palabra de Dios. Rezar por los sacerdotes

Sábado (4)

San Francisco de Asís, fundador
Las palabras: “Estad alegres” (Lc 10, 20)
La reflexión: Porque vuestros nombres están escritos en el cielo
Propósito, durante el día: Dar sentido celestial a la vida ordinaria

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del domingo 26º (ciclo A) llevan a reflexionar sobre nuestro arrepentimiento y el perdón de Dios: “Cuando el malvado se convierte” (Ez 18); “Dejaos guiar por la humildad” (Flp 2); “Él le contestó: No quiero. Pero, después recapacitó y fue” (Mt 21). Es tiempo de hacer el propósito de gozar de la alegría del sacramento del perdón, con la confesión frecuente que es prueba del amor del Amor y de nuestro amor.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “En la misión de los setenta y dos discípulos se refleja la experiencia misionera de la comunidad cristiana de todos los tiempos: El Señor resucitado y vivo envía no sólo a los Doce, sino también a toda la Iglesia, envía a todo bautizado a anunciar el Evangelio a todos los pueblos. A través de los siglos, no siempre ha sido bien acogido el anuncio de paz de los mensajeros de Jesús; a veces les han cerrado las puertas. Hasta hace poco, también las puertas de su País estaban cerradas, cerradas con los cerrojos de la prohibición y las exigencias de un sistema que negaba a Dios e impedía la libertad religiosa. Los que tenían miedo a la verdad y a la libertad hacían todo lo posible para desterrar a Dios del corazón del hombre y excluir a Cristo y a la Iglesia de la historia de su País, si bien había sido uno de los primeros en recibir la luz del Evangelio. En la segunda lectura que hemos escuchado se mencionaba a Iliria que, en tiempos del apóstol Pablo, incluía el territorio de la actual Albania.” (Homilía de la misa en la plaza Madre Teresa de Tirana, el día 21 de septiembre de 2014)

- “En especial me dirijo a ustedes jóvenes. Dicen que Albania es el país más joven de Europa y me dirijo a ustedes. Los invito a cimentar su existencia en Jesucristo, en Dios: quien pone su fundamento en Dios edifica sobre roca, porque Él siempre permanece fiel, incluso aunque nosotros seamos infieles (cf. 2 Tm 2,13). Jesús nos conoce mejor que nadie; cuando nos equivocamos, no nos condena, sino que nos dice: “Anda, y en adelante no peques más” (Jn 8,11). Queridos jóvenes, ustedes son la nueva generación, la nueva generación de Albania, el futuro de la patria. Con la fuerza del Evangelio y el ejemplo de sus antepasados y el ejemplo de los mártires, digan no a la idolatría del dinero –no a la idolatría del dinero–, no a la engañosa libertad individualista, no a las dependencias y a la violencia; y digan sí, en cambio, a la cultura del encuentro y de la solidaridad, sí a la belleza inseparable del bien y de la verdad; sí a la vida entregada con magnanimidad y fidelidad en las pequeñas cosas. Así construirán una Albania y un mundo mejor, siguiendo las huellas de sus antepasados.

Dirijámonos ahora a la Virgen Madre, que veneran sobre todo con el título de “Nuestra Señora del Buen Consejo”. Me acerco espiritualmente a su Santuario de Escútari, al que tanta devoción tienen, y pongo en sus manos toda la Iglesia en Albania y todo el pueblo albanés, particularmente las familias, los niños y los ancianos, que son la memoria viva del pueblo. La Virgen María los lleve, “juntos con Dios, hacia la esperanza que no defrauda”. (Angelus, en Tirana, el día 21 de septiembre de 2014)

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