LO TRIBUTARIO (n.º 1047)
Ciencia de la Hacienda: 61) infractores tributarios
Hace medio siglo, en un “cursito” sobre moral fiscal, el ponente incorporó a su exposición lo que, como se suele hacer, permitía una cierta diversión del auditorio: ¿Dejaría usted de saludar a quien le constara que no tributaba lo que según ley le correspondía? Y añadía: ¿Podría usted aceptar la invitación para comer con quien había superado el plazo de prescripción sin haber visto regularizada su situación fiscal? Eran tiempos previos a la reforma del sistema tributario de 1978 y a la conciencia de democracia. Tiempos en los que estaba generalizada la tributación por estimaciones globales de ingresos, de beneficios, cuantía de operaciones, de bases imponibles (evaluaciones globales en el IAE) o de cuotas (convenios en el IGTE y el Impuesto sobre el Lujo). Eran tiempos en los que la desgravación fiscal a la exportación, podía encubrír una ayuda a las exportaciones y el impuesto de compensación de gravámenes interiores (ICGI) se exigía en las importaciones, ambos conceptos a partir de una estimación (a favor en todo caso) de la carga fiscal por tributación interior en cada bien. Eran tiempos de tipo marginal del 60% en la tarifa de un impuesto progresivo teniendo porque se estimaba una declaración del 50% de la realidad. Y llegó la reforma acompañada en una brazo por una amnistía (diga la verdad y en paz) y en el otro por una nueva redacción del delito contra la Hacienda Pública. Y la moderna selección y preparación de los nuevos inspectores. Y la generalización de la “mecanización”, precedente de la informática, generalizada y en gran parte obligatoria. Y la cercanía del Fisco con la novedad de las Administraciones de Hacienda en localidades y barrios próximos, inutilizados por la nueva y masiva, y abusiva, exigencia de comunicaciones telemáticas. En requerimientos y cumplimientos.
Los entonces “contribuyentes”, “obligados” desde 2004, se incorporaron entusiastas al estudio y comprensión de las normas reguladoras de los impuestos del nuevo sistema, en cambio continuado, cada vez más numerosas y extensas, poco claras cuando no confusas. También se vio ampliado el concepto de infractor si se considera el carácter sancionador de varios supuestos de responsabilidad tributaria, aunque no se hayan regulado por ley como infracciones tipificadas, y los derivados de la obligación de declarar, ya sea por el carácter sancionador de algunos recargos de extemporaneidad, ya sea por eludir tales recargos (art. 27.4 y 191.6 LGT). La nueva configuración de obligaciones entre particulares resultantes del tributo (arts. 24 y 181 LGT) también configura nuevos infractores. Y hay que sumar el representante legal de los sin capacidad de obrar en el orden tributario, los obligados a la asistencia mutua y la entidad dominante en el régimen de grupo de sociedades.
Mejorada la regulación y la interpretación de las infracciones y sanciones, los infractores tributarios ya saben que hay que distinguir elemento subjetivo de la infracción (intención) y culpa (voluntad), que ambos deben ser probados y que cada uno está amparado por una presunción: la de buena fe de los contribuyentes (art. 33.1 Ley 1/1998 LDGC) y la presunción de inocencia (art. 33.2 Ley 1/1998, LDGC). La falta de personalidad que no impide ser obligado tributario (art. 35.4 LGT: comunidades de bienes, herencias yacentes, patrimonios separados) tampoco impide que dichas entidades puedan ser infractores (art. 181.1 e) LGT). Otra cosa es que, jurídicamente, sea imposible que tengan intención y voluntad propia. No se diga otra cosa sobre las presunciones y sobre la interpretación.
No se puede acabar una divulgación sobre infractores tributarios sin recordar que cada año se publica la lista de grandes deudores “recalcitrantes”; y que el lema fiscal es: “Este año más que el anterior, pero menos que el próximo”, referido al volumen de fraude descubierto y reprimido.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Derecho de defensa. La LO 5/2024 lo ha regulado como derecho en todo proceso o procedimiento. No incluir el procedimiento tributario, que puede acabar en un delito, es legalizar la indefensión.
Último domingo del Tiempo Ordinario. Lejos quedan en el tiempo aquellos pocos días de Tiempo Ordinario entre la Navidad y la Cuaresma. Y no parece cercano tampoco el tiempo cuando, queriendo empezar el verano, se retomó la liturgia de ese Tiempo hasta llegar a esta semana, anterior a Cristo Rey, ya en noviembre, acabando el otoño. El cristiano vive el tiempo como un camino hacia el cielo para estar allí con Dios para siempre: “Y les dijo esta parábola: Observad la higuera y todos los árboles: cuando ya echan brotes, al verlos, sabéis por ellos que ya está cerca el verano. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el Reino de Dios. En verdad os digo qe no pasará esta generación sin que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Vigilaos a vosotros mismos, para que vuestros corazones no estén ofuscados por la crápula, le embriaguez y los afanes de la vida, y aquel no sobrevenga de improviso sobre vosotros, porque caerá como un lazo sobre todos aquellos que habitan la faz de toda la tierra. Vigilad orando en todo tiempo a fin de que podáis evitar todos estos males que van a suceder, y estar de pie delante del Hijo del Hombre” (Lc 21,29-36)
La consciencia del paso del tiempo, en noviembre, tradicionalmente lleva al recuerdo de los que ya han cubierto todas las etapas del camino. De la liturgia propia de las misas de difuntos se pueden tomar bellos y esperanzadores pasajes. “La vida de los justos está en manos de Dios, y no los tocará el tormento. La gente insensata pensaba que morían, consideraba su transito como una desgracia, y su partida de entre nosotros como una destrucción; pero ellos están en paz. La gente pensaba que cumplían una pena, pero ellos esperaban de lleno la inmortalidad; sufrieron pequeños castigos, recibirán grandes favores, porque Dios los puso a prueba y los halló dignos de sí; los probó como oro en el crisol, los recibió como sacrificio de holocausto; a la hora de la cuenta resplandecerán como chispas que prenden por un cañaveral... Los que confían en él comprenderán la verdad, los fieles a su amor seguirán a su lado; porque quiere a sus devotos, se apiada de ellos y mira por sus elegidos” (Sab 3, 1-9). Y se cantan salmos: “El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quien temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la casa del Señor por los días de mi vida; gozar de la dulzura del Señor, contemplando su tempo. Escúchame, Señor, que te llamo; ten piedad, respóndeme. Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. Espero gozar d ella dicha del Señor en el país de la vida.” (salmo 26). “El Señor es benigno y justo, nuestro Dios es compasivo; el Señor guarda a los sencillos: estando yo sin fuerzas, me salvó” (salmo 114). Y está en la cartas de los apóstoles: “Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica ¡quién condenará? ¿Será acaso Cristo que murió, más aún, resucitó y está a la derecha de Dios y que intercede por nosotros?” (Rm 8, 31-37). Y nos lo dice Jesús: “Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a preparaos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros” (Jn 14, 1-5)
Anticipando la alegría del cielo, el cristiano celebra la Presentación de la Santísima Virgen María (21 de noviembre). “La niña María / -¡qué gracia su vuelo!- / paloma del cielo / al templo subía/ y a Dios ofrecía / el más puro don: / sagrario y mansión / por él consagrada / y a él reservada/ es su corazón. / ¡Oh blanca azucena! / La Sabiduría / su trono te hacía / dorada patena,/ de la gracia llena, / llena de hermosura. / Tu luz, Virgen pura, / niña inmaculada, /rasgue en alborada / nuestra noche oscura. / Tu presentación, princesa María, / de paz y alegría / llena el corazón. / De Dios posesión / y casa habitada, / era la morada / de la trinidad. / A su Majestad / la gloria sea dada” (himno de Laudes)
LA
HOJA SEMANAL
(del 17 al 23 de noviembre)
Lunes (18)
Palabras: “Ánimo, soy yo. No tengáis miedo” (Mt 14,27)
Reflexión: “En cuanto subieron a la barca, amainó el viento”
Propósito, durante el día: Señor, aumenta nuestra fe
Martes (19)
San Simón, ermitaño (33ª TO)
Palabras: “El Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido” (Lc 19,10)
Reflexión: “Zaqueo baja en seguida porque hoy tengo que alojarme en tu casa”
Propósito, durante el día: Señor, que te busque, que te encuentre, que te trate
Miércoles (20)
San Crispín, obispo (33ª TO)
Palabras: “Al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará lo que tiene” (Lc 19,26)
Reflexión: “Muy bien, eres un empleado cumplidor … Por tu boca te condeno empleado holgazán”
Propósito, durante el día: Padre, me pngo en tis hermanos, haz de mí lo que quieras
Jueves (21)
La Presentación de la Virgen María
Palabras: “María se puso en camino y fue aprisa a la montaña” (Lc 1, 39)
Reflexión: “¿Quien soy yo para que me visite la Madre de mu Señor?
Propósito, durante el día: Madre, de tu mano, siempre y hasta presentarnos ante Dios
Viernes (22)
Santa Cecilia, virgen y mártir (33ª TO) (día de abstinencia)
Palabras: “Mi casa es casa de oración” (Lc19,46)
Reflexión: “El pueblo entero estaba pendiente de sus labios”
Propósito,, durante el día: Padre, hágase tu voluntad
Sábado (23)
San Clemente I, papa y mártir (33ª TO)
Palabras: “(los dignos de la vida futura y de la resurrección) ya no pueden morir… (Lc 20,36)
Reflexíón: … son como ángeles , son hijos de Dios porque participan de la resurrección”
Propósito, durante el día: Dios te salve, reina y Madre de Misericordia. Muéstranos a Jesús
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 17, domingo (33º TO, ciclo B) son adecuadas a la semana anterior al final del año litúrgico: “Muchos de los que duermen en el polvo despertarán, unos para la vida eterna, otros para ignominia perpetua” (Dn 12); “Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio (Heb 10); “Verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes cn gran poder y majestad; y enviará los ángeles del cielo para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte … el día y la hora nadie lo sabe, ni los ánges del cielo, ni el Hijo del Padre” (Mc 13).
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “Recordemos lo que dice Jesús sobre la oración del publicano y del fariseo (cf. Lc 18,9-14). Ellos -no todos- se comportaban como corruptos, alimentando un sistema social y religioso en el que era normal aprovecharse a espaldas de los demás, especialmente de los más indefensos, cometiendo injusticias y asegurándose la impunidad. De esas personas Jesús recomienda alejarse, “tener cuidado” (cf. v. 38), no imitarlas. Al contrario, con su palabra y su ejemplo, como sabemos, enseña cosas muy distintas sobre la autoridad. Habla de ella en términos de abnegación y servicio humilde (cf. Mc 10,42-45), de ternura maternal y paternal hacia las personas (cf. Lc 11,11-13), especialmente hacia los más necesitados (Lc 10,25-37). Invita a quienes están investidos de ella a mirar a los demás, desde su posición de poder, no para humillarlos, sino para levantarlos, dándoles esperanza y ayuda. Así pues, hermanos y hermanas, podemos preguntarnos: ¿cómo me comporto en mis ámbitos de responsabilidad? ¿Actúo con humildad, o me enorgullezco de mi posición? ¿Soy generoso y respetuoso con las personas, o las trato con rudeza y autoridad? Y con más frágiles, ¿estoy cerca de ellos, puedo agacharme para ayudarles a levantarse? Que la Virgen María nos ayude a combatir en nosotros la tentación de la hipocresía -Jesús les dice “hipócritas”, la hipocresía es una gran tentación-, y nos ayude a hacer el bien sin apariencias y con sencillez.” (Angelus, 10 de noviembre de 2024)
- “San Francisco de Asís, en una de sus oraciones, saluda a la Virgen como “hija y sierva del altísimo Rey y Padre celestial, madre de nuestro santísimo Señor Jesucristo, esposa del Espíritu Santo”. ¡Hija del Padre, Madre del Hijo, Esposa del Espíritu Santo! No se podía ilustrar con palabras más sencillas la relación única de María con la Trinidad. Como todas las imágenes, también ésta de “esposa del Espíritu Santo” no debe absolutizarse, sino tomarse por la parte de verdad que contiene, y es una verdad muy hermosa. Ella es la esposa, pero es, antes que eso, la discípula del Espíritu Santo. Esposa y discípula. Aprendamos de ella a ser dóciles a las inspiraciones del Espíritu, sobre todo cuando nos sugiere que “nos levantemos con prontitud” y vayamos a ayudar a alguien que nos necesita, como hizo ella inmediatamente después de que el ángel la dejara (cf Lc 1,39)” (Audiencia general, 13 de noviembre de 2024)
- “Triple amor. 68. Es enseñanza constante y definitiva de la Iglesia que nuestra adoración a su persona es única, y comprende inseparablemente tanto su naturaleza divina como su naturaleza humana. Desde antiguo la Iglesia enseña que debemos “adorar a un único y mismo Cristo, Hijo de Dios y del hombre, por dos y en dos naturalezas inseparables e indivisas”.Y esto “con una sola adoración […] según que el Verbo se hizo carne”. De ninguna manera Cristo “es adorado en dos naturalezas, de donde se introducen dos adoraciones”, sino que se “adora con una sola adoración al Dios Verbo encarnado con su propia carne”. 69. San Juan de la Cruz ha querido expresar que en la experiencia mística el amor inconmensurable de Cristo resucitado no se siente como ajeno a nuestra vida. El Infinito de algún modo se abaja para que a través del Corazón abierto de Cristo podamos vivir un encuentro de amor verdaderamente mutuo: “cosa creíble es que el ave de bajo vuelo prenda al águila real muy subida, si ella se viene a lo bajo, queriendo ser presa”. Y explica que “viendo a la esposa herida de su amor, él también al gemido de ella viene herido del amor de ella; porque en los enamorados la herida de uno es de entrambos y un mismo sentimiento tienen los dos”. Este místico entiende la figura del costado herido de Cristo como un llamado a la unión plena con el Señor. Él es el ciervo vulnerado, herido cuando todavía no nos hemos dejado alcanzar por su amor, que baja a las corrientes de aguas para saciar su propia sed y encuentra consuelo cada vez que nos volvemos a él: “Vuélvete, paloma, / que el ciervo vulnerado / por el otero asoma / al aire de tu vuelo, / y fresco toma” (Enc. Dilexit nos).
(17.11.24)
Noticia del blog. El blog “El hecho imponible” ha alcanzado la cifra de 125.015 páginas visitadas desde su aparición en septiembre de 2013 por lectores de España, Israel, Alemania, Suiza, Singapur y otros. Gracias a Dios. Gracias a todos los que leen y encuentran provecho en el blog.
Noticia fiscal. El RD-L 7/2024, de 11 de noviembre, contiene normas tributarias como las referidas a: duración de los procedimientos (ar.10), reducción en el IRPF de la EOS para toda actividad (art. 11), plazo de renuncia a la EOS en el IRPF (art. 12), inembargabilidad de las ayudas (art. 13), suspensión de plazos procesales (DT 12ª)
La LO 5/2024, de 11 de noviembre (BOE del 14) regula el Derecho de defensa
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