LO TRIBUTARIO (nº
828)
Seguridad jurídica: Textos magistrales
(1): la perención
"Por lo que el principio
de seguridad jurídica -de que es garante el Art. 9º.3 de la Constitución- se
resiente en tanto no se llegue a una solución inequívoca; más aún cuando,
precisamente, es la seguridad jurídica lo que pretenden los preceptos antes
transcritos, como expresamente dice la exposición del Reglamento General de la
Inspección de los Tributos, en el párrafo octavo de su Apartado III. En efecto,
la inclusión de los párrafos 3º y 4º en el Art. 31 del Reglamento, significa
una limitación que se impuso a sí misma la Administración en aras de la
seguridad jurídica, evitando (como hubiera sucedido de no existir esos
preceptos) que el inicio de la inspección supusiera el hito final de un período
prescriptivo quinquenal y, en su caso, el comienzo de otro de igual duración".
… "El Art. 31-3 y 4 no tiene otra razón de ser que evitar que la
Inspección de los Tributos pueda retardar por otros cinco años más el plazo de
prescripción del Art. 64 de la Ley General Tributaria, como podría ocurrir si
no existiese esta norma.” (s. 28 de febrero de 1.996, Pujalte Clariana; y s. 28
de octubre de 1.997, Mateo Díaz).
- "… patrocinar que el contribuyente
puede estar pendiente de ser inspeccionado durante los cinco años siguientes al
vencimiento del plazo de pago voluntario, sin perjuicio de añadir a los mismos
otros cinco años más de duración de la inspección -o sea, en total, diez años
menos unos días- es contradictorio jurídica, económica y socialmente al interés
general. " (s. 28 de octubre de 1.997, Ruíz-Jarabo Ferrán).
- "La primera salvedad
que debe hacerse consiste en que no tener plazo prefijado para su terminación
no equivale a que puedan ser indefinidos, eternos, o “estar abiertos toda la
vida” como dice la recurrente; significa, por el contrario que el plazo para su
conclusión es tan extenso como el de prescripción del derecho al que se
refieran (5 años hasta enero de 1.998 y cuatro años a partir de entonces, con
arreglo a la Ley 1/1998), con lo que se sustituye la perención o caducidad del
expediente y, en su caso, la generación del silencio administrativo, por la
extinción del derecho. Todo ello desde la vigencia del RD 803/1993 y hasta la
entrada en vigor de la mencionada Ley 1/1998, de 26 de febrero, de derechos y
garantías de los contribuyentes, que ha venido a establecer nuevos plazos de
caducidad para unos y otros casos"… "El mencionado Anexo no contiene
ninguna laguna que deba ser suplida mediante normas ajenas. Deja referido al
plazo de prescripción del derecho que se ejercite el tiempo de duración del
expediente" … "Es más, precisamente esa interpretación de que la
falta de señalamiento de un plazo específico en el anexo 3 supone que el
expediente ha de ser concluido antes de que transcurra el plazo de prescripción
es lo que llevó a esta Sala en sus sentencias de 28 de febrero de 1.996 y otras
cuatro más de 28 de octubre de 1.997 a entender que la interrupción durante más
de 6 meses. por causa no imputable al interesado, de las actuaciones
inspectoras, operaba que el inicio de éstas no afectase al plazo de
prescripción que estaba ganando cuando dieron comienzo" (s. 4 de diciembre
de 1.998, Pujalte Clariana)
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Recordando la Biblia (1): la viuda de
Sarepta
“Elías,
que era de Tisbé de Galaad, fue a decir a Ajab: Tan cierto como que vive Yavé,
Dios de Israel, a quien sirvo, que no habrá estos años ni rocío ni lluvia, a
menos que yo lo ordene.
Una
palabra de Yavé fue dirigida a Elías: Sal de aquí y anda al este. Te
esconderás en el torrente de Queret, al este del Jordán. Tomarás agua del
torrente y he ordenado a los cuervos para que te provean allá abajo.
Salió
pues Elías e hizo lo que Yavé le había dicho; fue a instalarse en el torrente
de Querit, al este del Jordán, y los cuervos le traían pan en la mañana y carne
en la tarde.
Pero al
cabo de un tiempo el torrente se secó, porque no caía más lluvia en el país. Le
fue dirigida entonces una palabra de Yavé: Levántate, anda a instalarte en
Sarepta, en la región de Sidón. He dado órdenes allá a una viuda para que te
alimente.
Se
levantó y partió para Sarepta. Cuando llegó a la puerta de la ciudad, había
allí una viuda que recogía leña. La llamó y le dijo: ¿Quieres traerme un poco
de agua en ese cántaro para que yo beba? Cuando iba a buscarla, la llamó y le
dijo: ¿Podrías traerme también un trozo de pan?
Ella le
respondió: Tan cierto como que vive Yavé, tu Dios, que no tengo nada cocido;
sólo tengo un poco de harina en un tiesto y un poco de aceite en un cántaro.
Estaba recogiendo dos atados de leña y vuelvo a mi casa para prepararlo para mí
y para mi hijo. Lo comeremos y luego vendrá la muerte.
Elías
le dijo: No temas, anda y haz lo que te digo; sólo que prepara primero un
pancito que me traerás, luego harás otro para ti y para tu hijo. Porque esto
dice Yavé, Dios de Israel: La harina del tiesto no se acabará y el aceite del
cántaro no se terminará hasta el día en que Yavé haga llover sobre la tierra.
Ella se
fue e hizo tal como le había dicho Elías, y durante mucho tiempo tuvieron qué
comer, éste, ella y el hijo. La harina del tiesto no se acabó y el aceite del
cántaro no se terminó, según la palabra que Yavé había dicho por boca de Elías.
Sucedió
después que el hijo de la dueña de casa cayó enfermo; su enfermedad empeoró y
exhaló el último suspiro. Entonces ella dijo a Elías: ¿Por qué te has metido en
mi vida, hombre de Dios? ¿Has venido a mi casa para poner delante de Dios todas
mis faltas y para hacer morir a mi hijo? Le respondió: Dame a tu hijo.
Elías
lo tomó de los brazos de esa mujer, subió al cuarto de arriba, donde se
alojaba, y lo acostó en su cama. Luego invocó a Yavé: Yavé, Dios mío,
dijo, ¿harás que recaiga la desgracia aun sobre esta viuda que me aloja,
haciendo que muera su hijo? Entonces se tendió tres veces sobre el niño e
invocó a Yavé: Yavé, Dios mío, devuélvele a este niño el soplo de vida.
Yavé
oyó la súplica de Elías y le volvió al niño la respiración: ¡estaba vivo! Elías
tomó al niño, lo bajó del cuarto alto a la casa y se lo devolvió a su madre.
Elías le dijo: Mira, tu hijo está vivo. Entonces la mujer dijo a Elías: ¡Ahora
sé que tú eres un hombre de Dios y cuando tú dices la palabra de Dios, es
verdad!” (1R 17, 1-24)
LA HOJA SEMANAL
(del 8 al 13 de agosto)
Lunes
(8)
Santo Domingo de Guzmán, presbítero (19ª TO)
Palabras: “Coge el primer pez que pique, ábrele la boca… (Mt 17,27)
Reflexión: … y encontrarás una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti”
Propósito, durante el día: Gracias, Señor, por todos tus beneficios y los que desconozco
Martes (9)
Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein) virgen y mártir (19ª TO)
Palabras: “Si no volvéis a ser como niños no entrareis en el reino” (Mt 18,2)
Reflexión: Vuestro padre quiere que no se pierda ni uno de estos pequeños
Propósito, durante el día: Señor, no permitas que me aleje de Ti
Miércoles (10)
San Lorenzo, diácono y mártir (19ª TO)
Palabras: “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, … (Mt 18,20)
Reflexión: … allí estoy yo en medio de ellos”
Propósito, durante el día: Hágase tu voluntad. Bendita sea.
Jueves (11)
Santa Clara, virgen (19ª TO)
Palabras: “¿Cuántas veces tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?... (Mt 18,21)
Reflexión: … No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”
Propósito, durante el día: Señor, enséñame a pedir perdón y a perdonar siempre
Viernes (12)
Santa Juana Francisca de Chantal, religiosa y fundadora (19ª TO) (abstinencia)
Palabras: “Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre” (Mt 19,7)
Reflexión: ¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?
Propósito, durante el día: Señor, dame amor para derramar del amor que me das
Sábado (13)
Santos Ponciano, papa, e Hipólito, presbítero, mártires (19ª TO)
Palabras: “De los que son como niños es el reino de los cielos” (Mt 19,15)
Reflexión: Acercaron unos niños a Jesús, pero los discípulos los regañaban
Propósito, durante el día: Madre, en tus brazos mecido, como niño pequeño dormir
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 7, domingo (18º TO, ciclo C; san
Cayetano), nos ayudan a vivir mirando al cielo que queremos que sea nuestra
morada: “Vanidad de vanidades, todo es vanidad” (Qo 1); “Dad muerte a todo lo
terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia
y la avaricia” (Col 3); “Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has
acumulado, ¿de quién será?” (Lc 12). Jesús, José y María, asistidme en mi
última agonía. Con vos descanse en paz el alma mía.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
-
“Entonces -podríamos pensar- ¿no se puede desear ser ricos? Por supuesto que se
puede, es más, es justo desearlo, es bueno hacerse rico, ¡pero “rico según
Dios!” Dios es el más rico de todos: es rico en compasión, en
misericordia. Su riqueza no empobrece a nadie, no crea peleas ni divisiones. Es
una riqueza que ama dar, distribuir, compartir. Hermanos, hermanas, acumular
bienes materiales no es suficiente para vivir bien, porque -repite Jesús- la vida
no depende de lo que se posee (cf. Lc 12,15). En cambio, depende de
las buenas relaciones: con Dios, con los demás y también con los que tienen
menos. Entonces, preguntémonos: ¿cómo quiero enriquecerme? ¿quiero enriquecerme
según Dios o según mi codicia? Y volviendo al tema de la herencia, ¿qué
herencia quiero dejar? ¿Dinero en el banco, cosas materiales, o gente feliz a
mi alrededor, buenas obras que no se olvidan, personas a las que he ayudado a
crecer y madurar? Que la Virgen nos ayude a comprender cuáles son los
verdaderos bienes de la vida, los que permanecen para siempre.” (Angelus, día
31 de julio de 2022)
(7.08.22)
Noticia fiscal. En una comparecencia pública, una autoridad señala a dos contribuyentes identificándolos.
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