LO TRIBUTARIO (nº 829)

Seguridad jurídica. Textos magistrales (2): la prescripción

- "El instituto de la prescripción tiene una finalidad y fundamento que desde luego no es el servir de mecanismo jurídico capaz de salvar indefinidamente y en el último momento la pasividad de la Administración, que vuelve a ganar otros cinco años, cuatro actualmente, hasta lograr dejar exhausto al contribuyente que tiene que poner medios, tiempo y dinero para oponerse una y otra vez, sin consecuencia alguna para la Administración, que en contraste con los medios del particular puede utilizar desproporcionadamente los que considere necesarios para al fin vencer la resistencia y defensa del contribuyente. Y como la experiencia enseña esto es lo que está pasando en la realidad en el tema de las comprobaciones de valores, tal y como demuestra el supuesto que nos ocupa, uno más en una interminable sucesión, cuyo denominador común es el larguísimo tiempo transcurrido desde la operación gravada, y la reiteración en las comprobaciones por parte de la Administración, sin consecuencia desfavorable alguna".

"El principio de seguridad jurídica es un valor reconocido y salvaguardado constitucionalmente, art. 9.3 CE, cuya finalidad es el hacer desaparecer la incertidumbre del Derecho y otorgar certeza a las situaciones jurídicas, y en esta finalidad se incardina el instituto de la prescripción que evita la pendencia desmedida de los conflictos, al punto que, jurídicamente se considera más valioso la extinción del derecho o la acción, antes que la subsistencia indefinida de la incertidumbre jurídica. Y, en dicha medida se considera que la prescripción supone una autovinculación o autolimitación que la propia Administración puede imponerse, aun cuando no se prevea normativamente, lo que hace posible, entre otras técnicas, la vinculación positiva de la Administración a la Ley al Derecho, art. 103 CE, evitando el abuso del Derecho y su ejercicio antisocial que tiene su refrendo en la interdicción de la arbitrariedad constitucionalmente reconocida. Por ello no puede mantenerse pacíficamente que la Administración Tributaria disponga de sucesivos plazos de cinco años, o los cuatro actuales, plazos prescriptivos establecidos para la finalidad comentada, como remedios de su injustificada pasividad y que se pueda emplear dichos plazos, no en favor del contribuyente, sino de la propia Administración, valiéndose de los mismos de manera torticera haciéndole perder su sentido y fundamento. De ahí que no pueda otorgarse efectos interruptivos a actuaciones que se paralizan en el tiempo por períodos muy superiores a lo razonable, sin causa justificada alguna, sin otra razón más que la falta de diligencia y la pasividad de la Administración que utiliza el plazo prescriptivo a modo de autorizaciones quinquenales sucesivas con sólo producir un acto intermedio capaz de interrumpir el cómputo" (TSJ Andalucía, 16 enero 2001). “De ahí que no pueda otorgarse efectos interruptivos a actuaciones ajenas a la finalidad de la propia actuación inspectora, ajenas al impuesto en concreto objeto de la actuación, sin que pueda tener amparo jurídico la conducta tendente a la mera producción formal de actos, puesto que le bastaría a la Administración para siempre evitar la prescripción producir un acto intermedio capaz de interrumpir el cómputo" (TSJ Andalucía 24 diciembre 2001)

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Recordando la Biblia (2): El Dios verdadero

Ajab convocó a todo Israel al monte Carmelo, y también reunió a los profetas. 

Entonces Elías se acercó al pueblo y dijo: ¿Hasta cuándo saltarán de un pie al otro? Si Yavé es Dios, síganlo; si lo es Baal, síganlo. El pueblo no respondió.

Elías dijo al pueblo: Soy el único que queda de los profetas de Yavé, y ustedes ven aquí a cuatrocientos cincuenta profetas de Baal. ¡Dennos dos toros! Ellos tomarán uno, lo descuartizarán y lo pondrán sobre la leña sin prenderle fuego. Yo, prepararé el otro toro y lo pondré sobre la leña sin prenderle fuego.

Luego invocarán el nombre de su dios; yo invocaré el nombre de Yavé. El Dios que responda enviando fuego, ese es Dios. Todo el pueblo respondió: ¡Muy bien!

Elías dijo a los profetas de Baal: Como ustedes son más, elijan primero su toro. Prepárenlo, invoquen el nombre de su dios, pero sin prender fuego.

Tomaron pues el toro que les pasaron, lo prepararon e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta la noche, gritando: ¡Baal, respóndenos!

Pero no se oyó nada ni hubo respuesta alguna mientras saltaban delante del altar que habían levantado.

Llegó el mediodía; Elías se mofaba de ellos: ¡Griten más fuerte!, les decía. Si bien es dios, tal vez está meditando, o está ocupado o anda viajando; a lo mejor está durmiendo y tienen que despertarlo. 

Gritaban pues cada vez más fuerte mientras se hacían, según sus costumbres, incisiones con cuchillos para que corriera la sangre.

Siguieron gesticulando toda la tarde hasta el momento en que se presenta la ofrenda vespertina, pero no se oía nada: ¡ni una respuesta, ni tampoco reacción alguna! 

Elías dijo entonces a todo el pueblo: Acérquense a mí. Todo el pueblo se acercó a Elías mientras éste levantaba de nuevo el altar de Yavé que había sido derribado.

Tomó doce piedras, según el número de las tribus de Jacob, del hombre que había recibido esta palabra de Yavé: Tu nombre será Israel. Elías arregló las piedras, después cavó alrededor del altar una zanja que podía contener como treinta litros de agua. Acomodó la leña, partió en trozos el toro y lo puso sobre la leña.

Luego dijo: Llenen con agua cuatro cántaros y vacíenla sobre el holocausto y la leña. Así lo hicieron y les dijo: ¡Háganlo de nuevo! Lo hicieron por segunda vez. Añadió: ¡Una vez más! Y lo hicieron por tercera vez. El agua escurría del altar y llenó toda la zanja.

En la hora en que se presenta la ofrenda de la tarde, Elías el profeta se adelantó y dijo: Yavé, Dios de Abrahán, de Isaac y de Israel, que sepan hoy que tú eres Dios de Israel, que yo soy tu servidor, y que en todo actúo según tu palabra. ¡Respóndeme, Yavé, respóndeme! ¡Que sepa este pueblo que tú eres Dios, tú Yavé, y que tú eres el que convierte su corazón!

Bajó entonces el fuego de Yavé, que consumió el holocausto y la leña y absorbió toda el agua que había en la zanja.

Al ver esto, todo el pueblo se echó con el rostro en tierra, gritando: “¡Yavé es Dios! ¡Yavé es Dios!”. (1R 18,20-39)

LA HOJA SEMANAL
(del 15 al 20 de agosto)

Lunes (15)

La Asunción de la Virgen
Palabras: “Desde ahora me felicitarán todas las generaciones… (Lc 1,48)
Reflexión: … porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mi”
Propósito, durante el día: Madre de Dios y Madre nuestra, ruega por nosotros

Martes (16)

San Roque (20ª TO)
Palabras: “El que por mí deja casa, hermanos o hermanas… (Mt 19,29)
Reflexión: … recibirá cien veces más y heredará la vida eterna”
Propósito durante el día: Señor, todo lo mío me lo has dado, dispón de mí

Miércoles (17)

Santa Clara de Montefalco, virgen (20ª TO)
Palabras: “¿Vas a tener tu envidia porque yo soy bueno? (Mt 20,15)
Reflexión: Los últimos serán los primeros y los primeros los últimos
Propósito, durante el día: Señor, dame tu amor y tu gracia que eso me basta

Jueves (18)

San Alberto Hurtado, presbítero (20ª TO)
Palabras: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta? (Mt 22,12)
Reflexión: Muchos son los llamados y pocos los escogidos
Propósito, durante el día: Señor, no permitas que me aparte de Ti, defiéndeme

Viernes (19)

San Juan Eudes, presbítero y fundador (san Ezequiel Moreno) (20ª TO) (abstinencia)
Palabras: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, … (Mt 22,37)
Reflexión: … con toda tu alma, con todo tu ser” … y al prójimo como a ti mismo
Propósito, durante el día: Señor, dame amor para que ponga amor donde no hay amor

Sábado (20)

San Bernardo de Claraval, abad y doctor de la Iglesia (20ª TO)
Palabras: “El primero entre vosotros será vuestro servidor” (Mt 23,11)
Reflexión: El que se enaltece será humillado, el que se humilla será enaltecido
Propósito, durante el día: Madre, ven conmigo a todas partes, no me dejes solo

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 14, domingo (20º TO, ciclo C; san Maximiliano Kolbe) nos recuerdan que cristianismo es lucha y heridas: “Han tratado inicuamente al profeta Jeremías arrojándolo al aljibe donde morirá de hambre…” (Jr 38); “Recordad al que soportó la oposición de los pecadores y no os canséis ni perdáis el ánimo. Todavía no habéis llegado a la sangre en vuestra pelea con el pecado” (Hb 12); “Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla” (Lc 12). Ningún día sin cruz.

 

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “A veces, en efecto, nos sentimos presos de un sentimiento de desconfianza y de angustia: es el miedo a no lograrlo, a no ser reconocidos y amados, el miedo a no conseguir realizar nuestros proyectos, a no ser nunca felices, etc. Y entonces nos afanamos buscando soluciones, para encontrar algún espacio en el que emerger, para acumular bienes y riquezas, para obtener seguridades; ¿y cómo terminamos? Terminamos viviendo en la ansiedad y en la preocupación constante. Jesús, sin embargo, nos tranquiliza: ¡no temáis! Fiaos del Padre, que desea daros todo lo que realmente necesitáis. Ya os ha donado a su Hijo, su Reino, y siempre os acompaña con su providencia, cuidando de cada uno de vosotros cada día. No temas: ¡esta es la certeza a la que atar el corazón!” (Angelus, día 7 de agosto de 2022)

- “Aquí, en la tierra, está la etapa de nuestro “noviciado”: somos aprendices de la vida que -entre mil dificultades- procuran apreciar el don de Dios, asumiendo la responsabilidad de compartirlo y de hacerlo fructificar para todos. El tiempo de la vida en la tierra es la gracia de este tiempo. La petulancia de parar el tiempo -querer la eterna juventud, el bienestar ilimitado, el poder absoluto- no sólo es imposible, es delirante.

Nuestra existencia en la tierra es el tiempo de la iniciación a la vida: es vida, pero que te lleva a una vida más plena, la iniciación a la vida más plena; una vida que sólo en Dios encuentra la realización. Somos imperfectos desde el inicio y permanecemos imperfectos hasta el final. En el cumplimiento de la promesa de Dios la relación se invierte: el espacio de Dios, que Jesús prepara para nosotros con todo cuidado, es superior al tiempo de nuestra vida mortal. Es decir, la vejez acerca la esperanza de este cumplimiento. La vejez conoce definitivamente, ahora, el sentido del tiempo y las limitaciones del lugar en que vivimos nuestra iniciación. La vejez es sabia en esto: los viejos son sabios en esto. Por eso es creíble cuando invita a alegrarse por el correr del tiempo: no es una amenaza, es una promesa” (Audiencia general, 10 de agosto de 2022) (traducción propia)

(14.08.22)

Noticia fiscal. La creación de las nuevas “prestaciones patrimoniales”, encubriendo verdaderos “sobreimpuestos”, provoca la confusión de las noticias publicadas que se refieren a tasas que no son tributos, a tasas que son impuestos, a impuestos que son tasas. En el recuerdo, aquellos exámenes orales del centro católico, hace más de medio siglo, a una sola pregunta con suspensos masivos: ¿un impuesto es un tributo?, ¿todo tributo es un impuesto?, ¿una tasa es un impuesto?, ¿una tasa es un tributo?  

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