LO TRIBUTARIO (nº 635)
“Fumus boni iuris”
La expresión “fumus boni iuris” (el humo de buen derecho), traducida habitualmente en el Foro por “apariencia de buen derecho”, podría tener relación con la combinación de expresiones vulgares, como “algo huele bien o mal” (en referencia cristiana a la santidad: “bonus odor Christi”, el buen olor de Cristo) o “por el humo se sabe dónde está el fuego”. Pero no hay que buscar orígenes ni derivaciones, cuando se trata no sólo de una expresión generalizada en el ámbito jurídico, sino que, incluso, se ha incorporado al ordenamiento jurídico positivo en el año 2000. El artículo 728 de la Ley de Enjuiciamiento Civil se titula: “Peligro por la mora procesal. Apariencia de buen derecho. Caución”. Y desde antes, pero también desde después de ese precepto, cuando se cuestiona, se indaga o se emplea la expresión “fumus boni iuris” se identifica, de inmediato con las medidas cautelares, como ocurre con el “periculum in mora”.
Parece obligado recordar que las medidas cautelares son precauciones procesales o procedimentales acordadas para evitar que se perjudique el objeto que debe ser el resultado de un procedimiento o que constituye la pretensión de un recurso. En el procedimiento, la medida cautelar debe ser justificada, motivada, temporal y sin causar perjuicios de imposible o difícil reparación. En una impugnación la medida cautelar debe procurar que no se produzca el perjuicio (por ejemplo, económico, para el acreedor o para el deudor) que puede provocar la tardanza en la resolución. Como ya anuncia el artículo de la LEC, las medidas cautelares “no salen gratis” y suelen ir acompañadas de una caución. En los litigios se añade “otra cautela” a las medidas cautelares: ni el argumento de la solicitud para que se adopten, ni la consideración pare decidir sobre ellas, pueden llevar a conocer y pronunciarse sobre el fondo del asunto anticipadamente.
Precisamente por ese motivo y también porque se trata de una medida que se procura fundamentar en una realidad presumida, anticipada, adivinada, inventada, las medidas cautelares se miran “con cautela” en la jurisprudencia. Tanto, que la doctrina, a partir de la experiencia jurisprudencial, ha llegado a señalar una relación de las características que permiten pedir y adoptar medidas cautelares: nulidad de pleno derecho manifiesta, ejecución de disposición anulada, sentencia anulatoria en fase anterior, reiterada jurisprudencia en el mismo sentido. Desde luego, el “fumus boni iuris” se emplea en el ámbito civil; y también en el administrativo, aún sin necesidad de recurrir a la argumentación de supletoriedad normativa (art. 4.2 LEC respecto de DF 1ª LJCA)
En el ámbito tributario se regulan las medidas cautelares en actuaciones específicas como las de inspección (art. 146 LGT) o en general, para asegurar el cobro de las deudas tributarias (art. 81 LGT). Medida cautelar es la anotación preventiva de embargo (art. 170 LGT); y también lo son las garantías exigidas para la suspensión de la ejecutoriedad del acto impugnado (arts. 224 y 233 LGT) o en el aplazamiento o fraccionamiento del pago de deudas tributarias (art. 82 LGT). En un Taller de tributación se trata del empleo del “fumus boni iuris” en los expedientes sancionadores: la complejidad de las normas, su diversa aplicación y su posible interpretación razonable, debería exculpar todo lo que no fuera maquinación para defraudar, dolo, más allá de la jurídicamente impresentable identificación (art. 179.2.d) LGT) de lo razonable con el criterio de la Administración.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Agar madre de Ismael. “Saray, esposa de Abrán, no le había dado hijos, pero tenía una esclava egipcia, llamada Agar. Saray dijo a Abrán: - Mira el Señor me ha hecho estéril, acércate por favor a mi esclava, y quizá tenga hijos de ella. Abrán asintió al ruego de Saray. Cuando Abrán llevaba ya diez años asentado en la tierra de Canaán, Saray, esposa de Abrán, tomó a su esclava egipcia Agar, y, al ver que había concebido, miraba con desprecio a su señora. Entonces dijo Saray a Abrán: - Recaiga sobre ti mi agravio; yo puse en tus brazos a mi esclava, y ella cuando ha visto que está encinta, me mira con desprecio. Que el Señor juzgue entre tú y yo. Abrán respondió a Saray: - Ahí tienes a tu esclava a tu disposición, haz con ella lo que te parezca mejor. Entonces Saray la maltrató; y ella huyó de su lado.
Pero el ángel del Señor la encontró en el desierto junto a una fuente de agua, junto a la fuente del camino del sur, y le dijo: - Agar, esclava de Saray ¿de dónde vienes y a dónde vas? Ella respondió: - Huyo de la presencia de Saray, mi señora. El ángel del Señor le dijo: - Vuelve a tu señora y humíllate ante ella. El ángel del Señor añadió: - Multiplicaré tu descendencia, tanto que no podrá contarse a causa de su gran número. Y aún le dijo el ángel del Señor: - He aquí que estás encinta y darás a luz un hijo; le llamarás Ismael, porque el Señor escuchó tu aflicción. Será como onagro humano; levantará su mano contra todos y todos las manos contra él, y acampará frente a todos sus hermanos. Ella llamó al Señor que le había hablado: “Tú eres El-Roy”. Porque se dijo: “¿Verdaderamente, he visto yo aquí al que me ve? Por eso se le llama el pozo que está entre Cadés y Béred pozo de Lajay-Roy. Agar dio a Abrán un hijo; y Abrán puso por nombre Ismael al hijo que dio a luz Agar. Tenía Abrán ochenta y seis años cuando Agar dio a luz a Ismael para Abrán” (Gn 16,1-16)
“El Señor cambió el nombre de Abrán por Abrahán, padre de multitud de pueblos (Gn 17,5) y el nombre de Saray por Sara (Gn 17,15). El Señor visitó a Sara como había dicho, y le concedió lo que le había prometido. Sara concibió y dio un hijo a Abrahán en su vejez, en el plazo que Dios le había fijado. Abrahán puso por nombre Isaac al hijo que le había nacido, el que le había dado Sara. Y Abrahán circuncidó a su hijo Isaac cuando éste tenía ocho días, tal como Dios le había ordenado. Abrahán tenía cien años cuando le nació su hijo Isaac.” (Gn 21,1-5).
“El niño creció y dejaron de darle de mamar. Abrahán dio un gran banquete el día que dejaron de dar de mamar a Isaac. Pero Sara vio al hijo que Agar la egipcia había dado a Abrahán jugando con Isaac. Y dijo a Abrahán: - Expulsa a esa esclava y a su hijo, pues no va a heredar el hijo de esa esclava con mi hijo Isaac. A Abrahán le desagradó mucho la petición respecto de su hijo. Pero Dios dijo a Abrahán: - No te desagrade lo del muchacho. Haz que caso a Sara en todo lo que te dice, pues, por Isaac, una estirpe llevará tu nombre; también al hijo de la esclava lo constituiré en un gran pueblo, por ser descendencia tuya. Muy de mañana, Abrahán se levantó, tomo pan y un odre de agua, y se lo dio a Agar; se los puso a la espalda con el niño y la despidió. Ella se marchó y anduvo errante por el desierto de Berseba…” (Gn 21,8-14)
“… Dios estaba con el niño, que creció, habitó en el desierto y se convirtió en un buen arquero. Habitó en el desierto de Parán, y su madre le buscó una esposa en el país de Egipto” (Gn 21, 20)
LA HOJA SEMANAL
(del 10 al 15 de agosto)
Lunes (10)
San Lorenzo, diácono y mártir (19ª TO)
Palabras: “El que se ama a sí mismo se pierde …” (Jn 12,25)
Reflexión: y el que se aborrece a sí mismo en este mundo se guarda para la vida eterna
Propósito, durante el día: Colocar el “yo” en su sitio, hasta desaparecer
Martes (11)
Santa Clara, virgen (19ª TO)
Palabras: Si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el Reino de los cielos (Mt 18,3)
Reflexión: Vuestro Padre del cielo no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños
Propósito, durante el día: Dame, Señor, paciencia, humildad y sencillez
Miércoles (12)
Santa Juana Francisca de Chantal, religiosa y fundadora (19ª TO)
Palabras: “Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre …” (Mt 18,20)
Reflexión: … allí estoy yo en medio de ellos”
Propósito, durante el día: Comunión de lo santos: para ellos, con ellos, gracias a ellos
Jueves (13)
San Ponciano, papa, y san Hipólito, presbítero, mártires (19ª TO)
Palabras: “No te digo hasta siete, sino hasta setenta veces siete” (Mt 18,22)
Reflexión: Le preguntan a Jesús: Si mi hermano me ofende ¿debo perdonar siete veces?
Propósito, durante el día: Ayúdame, Señor, a saber perdonar y a pedir perdón
Viernes (14)
San Maximiliano Kolbe, presbítero y mártir (19ª TO; día de penitencia)
Palabras: “Pues lo que Dios ha unido no lo separe el hombre” (Mt 19,6)
Reflexión: De modo que ya no son dos, sino una sola carne
Propósito, durante el día: Señor, te pido por los novios, por los matrimonios
Sábado (15)
La Asunción de la Virgen (Nª Sª de los Reyes)
Palabras: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!” (Lc 1,42)
Reflexión: Desde ahora me felicitarán todas las generaciones
Propósito, durante el día: Madre, en el cielo, dile a Dios cosas buenas de mí
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 9, domingo (19º TO, ciclo A; santa Teresa Benedicta de la Cruz) nos acercan a la presencia de Dios: “Después del fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con la mano…” (1 R 19); “Los patriarcas de quienes, según la carne, nació el Mesías, el que está por encima de todo” (Rm 9); “¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!” (Mt 14). Dios está a nuestro lado; nuestro deseo debe ser que todos lo sientan así; y así debemos vivir y pedir. Con la ayuda de nuestra Madre.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “La compasión, la ternura que Jesús ha mostrado respecto a la multitud no es sentimentalismo, sino la manifestación concreta del amor que se hace cargo de las necesidades de las personas. Y nosotros estamos llamados a acercarnos a la celebración eucarística con estas mismas actitudes de Jesús: en primer lugar, compasión de las necesidades de los otros. Esta palabra que se repite en el Evangelio cuando Jesús ve un problema, una enfermedad o esta gente sin comida. “Tuvo compasión”. Compasión no es un sentimiento puramente material; la verdadera compasión es padecer con, tomar sobre nosotros los dolores de los otros. Quizá nos hará bien hoy preguntarnos: ¿yo tengo compasión? Cuando leo las noticias de las guerras, del hambre, de las pandemias, tantas cosas, ¿tengo compasión de esa gente? ¿Yo tengo compasión de la gente que está cerca de mí? ¿Soy capaz de padecer con ellos, o miro a otro lado o digo “que se las arreglen”? No olvidar esta palabra “compasión”, que es confianza en el amor providente del Padre y significa valiente compartir.
María Santísima nos ayude a recorrer el camino que el Señor nos indica en el Evangelio de hoy. Es el recorrido de la fraternidad, que es esencial para afrontar las pobrezas y los sufrimientos de este mundo, especialmente en este momento grave, y que nos proyecta más allá del mundo mismo, porque es un camino que inicia en Dios y a Dios vuelve.” (Angelus, día 2 de agosto de 2020)
- “La Iglesia, aunque administre la gracia sanadora de Cristo mediante los Sacramentos, y aunque proporcione servicios sanitarios en los rincones más remotos del planeta, no es experta en la prevención o en el cuidado de la pandemia. Y tampoco da indicaciones socio-políticas específicas (cfr S. Paolo VI, Cart. ap. “Octogesima adveniens”, 14 de mayo 1971, 4). Esta es tarea de los dirigentes políticos y sociales. Sin embargo, a lo largo de los siglos, y a la luz del Evangelio, la Iglesia ha desarrollado algunos principios sociales que son fundamentales (cfr “Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia”, 160-208), principios que pueden ayudarnos a ir adelante, para preparar el futuro que necesitamos. Cito los principales, entre ellos estrechamente relacionados entre sí: el principio de la dignidad de la persona, el principio del bien común, el principio de la opción preferencial por los pobres, el principio de la destinación universal de los bienes, el principio de la solidaridad, de la subsidiariedad, el principio del cuidado de nuestra casa común. Estos principios ayudan a los dirigentes, los responsables de la sociedad a llevar adelante el crecimiento y también, como en este caso de pandemia, la sanación del tejido personal y social. Todos estos principios expresan, de formas diferentes, las virtudes de la fe, de la esperanza y del amor.” (Audiencia general, día 5 de agosto de 2020)
(9.08.20)
Noticia fiscal. El RD-L 27/2020, de 4 de agosto (BOE del 5) contiene normas tributarias. Así: la D.Ad. 3ª regula el régimen fiscal de la “UEFA Women´s Champion League”; la D.Ad. 4ª establece el tipo 0% en el IVA para bienes necesarios para combatir los efectos del Convid-19; la DF 2ª modifica el texto refundido de la LITPyAJD en su artículo 45. I. B) 30 referido a la exención de las escrituras de formalización de préstamos y créditos hipotecarios y de arrendamientos y préstamos, leasing y renting sin garantía hipotecaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario