LO TRIBUTARIO (nº
951)
Ciencia de la Hacienda: 9) el sistema
tributario (1)
Cuando una inculta tributaria escribió que un impuesto
no era confiscatorio porque no recaudaba la totalidad del objeto gravado, no
pudo evitar leer la réplica: ¡el sistema! El artículo 31 CE dice que el sistema
tributario no será confiscatorio. El sistema es el conjunto de tributos que se
exigen en los distintos ámbitos territoriales. Al sistema refiere la
Constitución la condición de justo y los principios de igualdad, progresividad
y la no confiscatoriedad. Y cada persona (“todos”, dice la el texto constitucional)
debería poder conocer cuánto paga de tributos (impuestos, contribuciones
especiales, tasas, exacciones) locales, autonómicos y estatales, durante un
determinado período (año, mes …), para saber qué parte de su capacidad
económica se ha visto minorada. La ley (art. 3.1 LGT) señala otros principios: justicia,
generalidad, igualdad, progresividad, equitativa distribución de la carga
tributaria y no confiscatoriedad.
Esa es la meta del juego fiscal y, para jugar, se
deben repartir en cada ámbito territorial los distintos tributos. Y, en cuanto
a los impuestos, en el ámbito estatal se debe recordar que hay impuestos
“directos” que se exigen por la manifestación directa de una capacidad
económica y directamente a su titular (la renta ganada, el patrimonio que se
tiene) e impuestos “indirectos” que recaen indirectamente (mediante
repercusión) sobre el que manifiesta su capacidad económica cuando gasta su
renta adquiriendo bienes o servicios. A la hora de elegir naipes, en los
impuestos directos sobre la renta ganada es obligado separar el impuesto sobre
personas físicas y el exigible a personas jurídicas, a residente y a no
residentes; y elegir un impuesto personal o varios impuestos a cuenta; y, en
cada impuesto, un diseño analítico o sintético. En la imposición indirecta
también se pudo imaginar, en la pura teoría, el único impuesto sobre las
fuentes de energía sucesivamente repercutible en las fases de obtención
natural, transformación, comercialización mayorista y minorista; o diversos
impuestos uno general y otros especiales sobre cada bien de consumo; y en cada
impuesto un diseño, en cascada o sobre el valor añadido y, en éste, por adición
o por sustracción, en las bases imponibles o en las cuotas. Como en todos los
juegos, hay niveles avanzados de práctica y conocimiento. Así, se llega a
distinguir y optar entre impuestos sensibles, o no, a la coyuntura económica;
entre impuestos elásticos o no, según su reacción a los cambios en sus
elementos determinantes (base imponible, tipos impositivos; reducciones,
desgravaciones, deducciones, bonificaciones, exenciones; regímenes especiales).
Otras circunstancias obligan a determinar el tributo que se debe por
estimación.
En la reforma de 1978 se decidió acabar con los
impuestos generales sobre la renta y con los impuestos de producto a cuenta de
los generales y se estableció un impuesto personal sobre la renta de las
personas físicas, analítico (con diversos componentes: rendimientos, ganancias
e imputaciones) y un impuesto sobre la renta de las personas jurídicas,
sintético (la base imponible es el resultado contable modificado por ajustes
fiscales). En los impuestos indirectos se suprimió, para operaciones
empresariales o profesionales, el impuesto general “en cascada” (IGTE), el
impuesto sobre el Lujo y algunos impuestos especiales y se estableció el IVA
(teóricamente neutral, con repercusión y deducción de la cuota); y para
operaciones no empresariales se mantuvo un impuesto monofásico sobre
transmisiones onerosas, actos jurídicos documentados…
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Ha sido fácil confirmar que democráticamente se puede
acabar con el Estado de Derecho. El problema empieza cuando hay que juzgar,
aplicar o convivir sin Derecho.
El cristiano avanza por la vida, año a año. La
liturgia le ayuda y llena su camino de referencias del paisaje que son textos
bíblicos que le orientan y animan, que le ayudan a levantarse y reemprender el
camino. El camino hacia el cielo debe ser camino de alegría. “Y cantarán los caminos
del Señor, porque grande es la gloria del Señor, porque el Señor es excelso y
se fija en el humilde, pero al soberbio lo conoce de lejos” (salmo 137, 5-6). Y
mientras se camina hacia el cielo, mientras se siente que el cuerpo pesa más,
vienen los recuerdos: “Tú has formado mis entrañas, me has plasmado en el
vientre de mi madre. Te doy gracias porque me has hecho como un prodigio: tus
obras son maravillosas, bien lo sabe mi alma. No se te ocultan mis huesos,
cuando en secreto iba yo siendo hecho, cuando era formado en lo profundo de la
tierra. Todavía informe, me veían tus ojos, pues todo está escrito en tu libro,
mis días estaban todos contados, antes que ninguno existiera… Mira si voy por
el mal camino y guíame por el camino eterno” (salmo 138, 13-16.24).
Se acerca el final del año litúrgico. Otra etapa del
camino hacia el cielo. Con Jesús, siguiendo sus pasos, pero muy cerca de Él.
Sin perder un detalle de su mirada, de sus gestos, del tomo de su voz. Recogiendo
y meditando sus preguntas: “Hubo entre ellos una contienda sobre cuál era el
mayor. Y Él les dijo: Los reyes de los gentiles los dominan y sus príncipes se
llaman bienhechores. No así vosotros, sino que el mayor sea como el menor, y el
que manda como el que sirve. Porque ¿quién es mayor, el que está a la mesa o el
que sirve? ¿No es verdad que el que está a la mesa? Yo estoy entre vosotros
como el que sirve” (Lc 22,24-27; cf. Mt 20,26-27)). La llamada al servicio es
una característica de la vocación del cristiano: “Entonces Jesús se sentó,
llamó a los doce y les dijo: - Si alguno quiere ser el primero, que sea el
último de todos y el servidor de todos” (Mc 9,35). Porque el Hijo del hombre no
ha venido para que ser servido, sino para servir y a dar su vida en redención de
muchos” (Mc 10,45) o también: “Así como el Hijo de hombre no vino para que le
sirvan sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos” (Mt 20,28). En
el Evangelio son muchas las llamadas al servicio: “Nadie puede servir a dos
señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y
despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas” (Mt
6,24). “Si alguien me sirve que me siga, y donde yo estoy allí estará también
mi servidor. Si alguien me sirve, mi Padre le honrará” (Jn 12,26).
En las cartas de los apóstoles también encontramos
referencias al servicio: “Que cada uno ponga al servicio de los demás el don
que ha recibido, como buenos administradores de la múltiple y variada gracia de
Dios” (1 Pe 4,10). “Que la caridad esté libre de hipocresía, abominando del
mal, adhiriéndoos al bien; amándoos de corazón unos a otros con el amor
fraterno, honrando cada uno a los otros más que a sí mismo; diligentes en el
deber, fervorosos en el espíritu, servidores del Señor, alegres en la
esperanza, pacientes en la tribulación, constantes en la oración, compartiendo
las necesidades, procurando practicar la hospitalidad (Rm 12,9-13). Siempre
disponibles para servir, preparados para servir mejor: “Para servir, servir… No
basta querer hacer el bien, hay que saber hacerlo” (san Josemaría, “Es Cristo
que pasa” 50)
LA HOJA SEMANAL
(del 20 al 25 de noviembre)
Lunes (20)
San Crispín, obispo (33ª TO)
Palabras: “¿Qué quieres que haga por ti? Señor que vea otra vez” (Lc 18,41)
Reflexión: Recobró la vista y lo siguió glorificando a Dios
Propósito, durante el día: Señor, contigo sin descanso y sin cansancio
Martes (21)
La Presentación de la Virgen María
Palabras: “Todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos… (Mt 12,50)
Reflexión: … ése es mi hermano y mi hermana y mi madre”
Propósito, durante el día: Madre, mientras mi vida alentare, todo mi amor para ti
Miércoles (22)
Santa Cecilia, virgen y mártir (33ª TO)
Palabras: “Al que tiene se le dará, pero al que no tiene … (Lc 19,26)
Reflexión: … se le quitará hasta lo que tiene”
Propósito, durante el día: Todo lo que tengo es tuyo, dispón de mí según tu voluntad
Jueves (23)
San Clemente I, papa y mártir (33ª TO)
Palabras: “Porque no reconociste el momento de mi venida” (Lc 19,44)
Reflexión: Te arrasarán con tus hijos dentro y no quedará piedra sobre piedra
Propósito, durante el día: No permitas que el Enemigo me arrebate el tesoro de mi alma
Viernes (24)
San Andrés Dung-Lac, presbítero y compañeros mártires (33ª TO) (abstinencia)
Palabras: “Mi casa es casa de oración” (Lc 19,46)
Reflexión: El pueblo entero estaba pendiente se sus labios
Propósito, durante el día: Domine, Ut videam, Domine ut sit
Sábado (25)
Santa Catalina (33ª TO)
Palabras: “Los que sean juzgados dignos de la vida futura… (Lc 20,35)
Reflexión: … son como ángeles, son hijos de Dios, participan de la resurrección”
Propósito, durante el día: Consuelo del mortal, ampárame y guíame a la patria celestial
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 19, domingo (33º TO, ciclo A) son
una llamada al bien hacer en las tareas habituales de la vida corriente. Así,
en la mujer: “Una mujer hacendosa ¿quién la hallará? Vale mucho más que las
perlas” (Pr 31); en todos: “No vivís en tinieblas, para que se día no os
sorprenda como un ladrón porque todos sois hijos de la luz e hijos del día” (1
Tes 5); “Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo
poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor” (Mt 25). Amor
de Dios.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
-
“Y el Evangelio nos da el consejo adecuado para no descuidar el aceite de la
vida interior, "el aceite del alma": nos dice que es importante
prepararlo. Y en el relato, vemos que las vírgenes ya tienen las lámparas, pero
deben preparar el aceite: deben ir a los vendedores, comprarlo, colocarlo en
las lámparas... (cf. vv. 7.9). Así es para nosotros: la vida interior no se
improvisa, no es una cuestión de un momento, de vez en cuando, de una vez para
siempre; la vida interior hay que prepararla dedicando un poco de tiempo cada
día, con constancia, como se hace para cada cosa importante. Entonces, podemos
preguntarnos: ¿qué estoy preparando en este momento de la vida? Dentro de mí,
¿qué estoy preparando? Quizá estoy intentando ahorrar algo, estoy pensando en
una casa o en un coche nuevo, en proyectos concretos... Son cosas buenas, no
son cosas feas. Pero, ¿estoy pensando también en dedicar tiempo al cuidado del
corazón, a la oración, al servicio a los demás, al Señor que es la meta de la
vida? En definitiva, ¿cómo está el aceite de mi alma? Que cada uno de nosotros
se pregunte lo siguiente: ¿cómo está el aceite de mi alma? ¿Lo alimento y lo
conservo bien?” (Angelus, 12 de noviembre de 2023)
- “Este es
el momento favorable al anuncio de Jesús. Por eso quisiera decir nuevamente a
todos: “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los
que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del
pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo
siempre nace y renace la alegría” (“Evangelii gaudium” 11). No olvidemos esto.
Y si alguno de nosotros no percibe esta alegría, se pregunte si ha encontrado a
Jesús. Una alegría interior. El Evangelio va en el camino de la alegría,
siempre, es el gran anuncio. Invito a todo cristiano, en cualquier lugar y
situación se encuentre, a renovar hoy mismo su encuentro con Jesucristo. Cada
uno de nosotros hoy se tome un poco de tiempo y piense: “Jesús, Tú estás dentro
de mí: yo quiero encontrarte todos los días. Tú eres una Persona, no eres una
idea; Tú eres un compañero de camino, no eres un programa. Tú eres Amor que
resuelve muchos problemas. Tú eres el inicio de la evangelización. Tú, Jesús
eres la fuente de la alegría”. Amén.” (Audiencia general, 15 de noviembre de
2023)
(19.11.23)
Noticia del blog. El día 14 de noviembre de 2023 el blog “El hecho imponible” superó las 106.000 páginas visitadas en los diez años desde que apareció. Os damos gracias.
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