LO TRIBUTARIO (nº 947)

Ciencia de la Hacienda: 7) la carga fiscal

Cuando se puso de moda comparar la “presión fiscal” en cada nación, se consideró un índice mejorable si se tenía en cuenta el “esfuerzo fiscal”, que relacionaba las variaciones entre renta nacional y presión fiscal. Y, superando la referencia global, se construyó la “carga fiscal”. En todos los conceptos, el problema fue los términos a considerar: renta nacional o producto interior bruto; tributos con o cotizaciones a la Seguridad Social. La “carga fiscal”, aunque tiene el atractivo de ser un índice individualizable (todos los tributos soportados por cada persona / familia; también por sectores económicos, empresariales, profesionales…), tiene la misma opacidad que el artículo 31 CE cuando se refiere al “sistema tributario” (todos los tributos), dificultando el cálculo y la consideración por referencia a la justicia, igualdad, progresividad y confiscación de cada tributo. Sin duda el impuesto sobre las grandes fortunas (Ley 38/2022) es un impuesto injusto, discriminatorio y confiscatorio, pero para deducir consecuencias de esas violaciones hay que explicar lo evidente: no hay compensación fiscal entre los tributos de un sistema; ni cada tributo ni el sistema pueden atentar contra la igualdad ni contra la no confiscación.

La consideración económica del fenómeno fiscal pone de manifiesto efectos de la tributación de los que el más claro y trascedente es la traslación por la que el “percutido” por un impuesto puede trasladar a un “incidido” la carga fiscal que soportó. Según las circunstancias puede ser “hacia adelante” (a los demandantes adquirentes), “hacia atrás” (a los factores de producción) u oblicua (en el precio de bienes sustitutivos o complementarios). La traslación hacia adelante obligatoria y establecida por ley se llama “repercusión”. En la regulación de las “prestaciones patrimoniales” sobre los beneficios de entidades energéticas y financieras, la ley prohíbe la repercusión (arts 1.8 y. 2.7 Ley 38/2022), pero, como ocurrió con el cambio de sujeto pasivo en las escrituras de préstamos hipotecarios (art. 29 pár. seg. TR LITPyAJD), la traslación es un fenómeno de realización diversa y compleja. Otros efectos llevan a cambios de conducta económica de los percutidos, o de los incididos, como ocurre con la remoción, según Pantaleoni, o a la transformación, según Seligman. La difusión es un efecto que se manifiesta en la reducción del consumo por causa del pago del impuesto.       

La consideración sociológica, doctrina de la ilusión financiera de Puviani, llevó a distinguir entre impuestos “anestesiantes” e “irritantes”. Paradigma de éstos son los impuestos directos al comprobar lo que hay que tributar por la renta obtenida después de todo el esfuerzo, riesgos y privaciones sufridos durante el año. Y ejemplo de los impuestos anestesiantes son los incorporados al precio (como el IVA o los Impuestos Especiales) y el exigible en tiempos de desgracia o de alegría, como el ISyD (según el dolor familiar -la viuda inconsolable- o la ausencia de afecto con el causante -el sobrino que encuentra la fortuna). Aunque, en esa clasificación, como ocurre en los estudios de la conducta humana, las conclusiones y aplicaciones no son acertadas en todo caso. La elevadísima tributación “progresista” sobre las herencias determina muchas renuncias. Otros efectos fiscales son inesperados: la exención en el IVA si no está en la fase de consumo impide la deducción; en las donaciones, hay dos gravámenes simultáneos: por la plusvalía manifestada en el donante y por el patrimonio que recibe el donatario.  

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Es preferible invocar la ley en vez de la Constitución. La LGT contiene principios sobrados para impugnar situaciones contrarias a Derecho. Hay leyes ilegales y alegales.

El cristiano en el camino hacia el cielo que es la vida descubre las maravillas de Dios, “magnalia Dei” y queda extasiado hasta el extremo de cantar: “Te envuelves en luz como de un manto, extiendes los cielos como una tienda. Construyes sobre las aguas tus altas moradas, haces de las nubes tu carroza, caminas sobre las alas del viento. Haces de los vientos tus mensajeros, de los fuegos llameantes, tus ministros. Asentaste la tierra sobre sus bases: no vacilará jamás. El abismo la cubría como un vestido; sobre los montes permanecían las aguas; pero huyeron ante tu amenaza se precipitaron ante el sonido de tu trueno. Suben los montes, bajan los valles a los lugares que les habías asignado. Les pusiste un límite: ni lo traspasarán, ni volverán a cubrir la tierra. Tú haces afluir las fuentes en los arroyos y a través de los montes se abren camino las aguas. En ellas abrevan las bestias del campo y apagan su sed los onagros. Sobre ellas habitan las aves del cielo, que emiten sus trinos entre la fronda. Tú, de tus altas cámaras, irrigas los montes: del fruto de tus obras se sacia la tierra. Haces germinar hierba para el ganado y plantas para que sirvan al hombre y pueda sacar el pan de la tierra, el vino que alegra el corazón del hombre, el aceite, con el que da lustre a su rostro, y el alimento que da fuerza al corazón del hombre. Se sacian los árboles del Señor, los cedros del Líbano que Él plantó. Allí anidan los pájaros, en sus copas hace su casa la cigüeña. Las altas peñas son para las cabras monteses, las rocas, madrigueras para los conejos” (salmo 103,2-18).

Y, así, ensanchada el alma, lleno de amor de Dios el corazón, el cristiano sigue a Jesús, atento a sus palabras, meditando sus preguntas: “Estando reunidos los fariseos, Jesús les preguntó: ¿Qué os parece del Mesías? ¿De quién es hijo? Contestáronle: De David. Díceles: Pues ¿cómo David con inspiración le llama Señor cundo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies? Si David le llama Señor ¿cómo es su hijo? Y nadie podría contestarle palabra. Y desde aquel día ninguno se atrevió a preguntarle más” (Mt 22,41-46; Mc 12, 35-37; Lc 20,41-44). Y desde el recuerdo del cristiano, el corazón llama otros pasajes evangélicos: “¿Quién dice la gente que soy yo? Ellos contestaron: Jun el Bautista. Y hay quienes que dicen que Elías, y otros que uno de los profetas. Entonces Él les pregunta: - Y vosotros quién decís que soy yo? Le respondió Pedro: Tú eres el Cristo. Y les ordenó que no hablasen a nadie sobre esto” (Mc 8,27-30; Cf. Mt 16,13-19, Lc 9,18-21). Cristo es la traducción literal del hebreo Mesías.

Pero Cristo tenía que padecer y padeció hasta morir en la Cruz. “Desde entonces Jesús comenzó a mostrar a sus discípulos que debía ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas de parte de los ancianos de los sumos sacerdotes y de los escribas, y ser muerto” (Mt 16,21-23; cf. Mc 8,31-33, Lc 9,21-22; y también en: Mt 17,22-23, Mc 9,30-32, Lc 9,43-45; y Mt 20,17-19, Mc 10,32-34, Lc 18,31-34). “Entonces comenzaron a escupirle en la cara y a darle bofetadas. Los que le abofeteaban decía: - Profetiza, Cristo, ¿quién es el que te ha pegado? (Mt 26,.67-68) “Puesto que Cristo padeció en su carne, armaos también vosotros con esta consideración: quien padeció en la carne ha roto con el pecado, para vivir el tiempo que le queda de su vida mortal, no ya según las concupiscencias humanas, sino según su voluntad de Dios” (1 Pe,4,1-2)

LA HOJA SEMANAL
(del 6 al 11 de noviembre)

Lunes (6)

San Pedro Poveda, mártir
Palabras: “Cuando des un banquete invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos” (Lc 14,13)
Reflexión: Dichoso tú porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos
Propósito, durante el día: Dichosos los mansos porque poseerán la tierra

Martes (7)

San Baldo de Tours, obispo (31ª TO)
Palabras: “Sal a los caminos y senderos e insísteles hasta que entren” (Lc 14,23)
Reflexión: Los convidados ponían excusas para no ir al banquete
Propósito, durante el día: Dichos los pobres de espíritu porque suyo es el Reino

Miércoles (8)

San Claro, presbítero (31ª TO)
Palabras: “El que no renuncia a todos sus bines no puede ser discípulo mío” (Lc 14,33)
Reflexión: Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío
Propósito, durante el día: Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios

Jueves (9)

Dedicación de la Basílica de Letrán (Nª Sª de la Almudena, patrona de Madrid)
Palabras: “Destruid este templo y en tres días lo levantaré” (Jn 2.19)
Reflexión: Y cuando resucitó los discípulos se acordaron de que lo había dicho
Propósito, durante el día: Dichosos los pacíficos porque serán llamados hijos de Dios

Viernes (10)

San León Magno, papa y doctor de la Iglesia (31ª TO) (día de abstinencia)
Palabras: “Los hijos de este mundo son más astutos con su gente… (Lc 16,8)
Reflexión: … que los hijos de la luz”
Propósito, durante el día: Dichosos los que lloran, porque serán consolados

Sábado (11)

San Martín de Tours, obispo (31ª TO)
Palabras: “Dios os conoce por dentro… (Lc 16,15)
Reflexión: … La arrogancia con los hombres Dios la detesta”
Propósito, durante el día: Madre quiere decir amor, cariño, miradas, sacrificios

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 5, domingo (31 TO; ciclo A; santa Ángela de la Cruz) nos advierten contra nuestras desviaciones en el amor a dios y al prójimo: “¿No tenemos todos un solo padre? ¿No os creó el mismo Señor? ¿Por qué, pues, el hombre despoja a su prójimo? (Mlq 1); “No cesamos de dar gracias a Dios, porque al recibir a palabra de Dios… la acogisteis…” (1 Tes 2); “El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido” (Mt 23). Dios es amor.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

-Dios siempre nos precede”, nos anticipa con su infinita ternura (cfr. 1 Jn 4,19), con Su cercanía, con Su misericordia, porque Él siempre está cerca, es tierno y misericordioso. Un niño aprende a amar en el regazo de la mamá y del papá, y nosotros lo hacemos en los brazos de Dios: dice el Salmo (131,2), «como un niño tranquilo en el regazo de su madre», así debemos sentirnos en los brazos de Dios. Y allí, absorbemos el cariño del Señor; allí encontramos el amor que nos empuja a donarnos con generosidad. Lo recuerda San Pablo cuando dice que la caridad de Cristo tiene en sí una fuerza que nos empuja a amar (cfr. 2 Cor 5,14). Y todo comienza a partir de Él. No puedes amar seriamente a los demás si no tienes esta raíz, que es el amor de Dios, el amor de Jesús. El segundo aspecto que se desprende del mandamiento del amor. Vincula el amor a Dios al amor al prójimo y significa que, amando a los hermanos, nosotros reflejamos, como espejos, el amor del Padre.” (Angelus, 29 de octubre de 2023) 

(5.11.23)

Noticia fiscal. La Orden HFP/1180/2023, de 26 de octubre (BOE del 31) modifica los modelos 189 (información de valores y seguros) y 720 (información de bienes y derechos en el extranjero. 

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