LO TRIBUTARIO (nº
941)
Ciencia de la Hacienda: 4) la incidencia
económica
Es general la respuesta a la pregunta: ¿quién debe
tributar más? Diciendo: “el que más tiene”. Y, en lo que quizá sea un atavismo,
todos los que así contestan consideran que el sistema tributario debe tener en
el Impuesto sobre el Patrimonio el centro recaudatorio y la manifestación
indiscutible de la capacidad económica para contribuir, según el mandato
constitucional (art. 31.1 CE) que reitera el artículo 3.1 LGT, abriendo así el
camino jurisdiccional a posibles recursos, sin necesidad de ira la vía política
del TC. En nuestro sistema tributario, después del intento del ministro
Bugallal en 1913, hay que referirse al Impuesto Extraordinario sobre el
Patrimonio de las Personas Físicas creado por la Ley50/1977, mantenido con un
cambio de nombre en la Ley 19/1991 y complementado por el Impuesto Temporal de Solidaridad
de las Grandes Fortunas aprobado por ley 38/2022. Aprobado éste por ley de 27
de diciembre la entrada en vigor el día 31 de diciembre fue un desaprecio a la
seguridad jurídica (art. 9 CE), pero lo que en la actualidad tendría difíciles
expectativas en el TC que resuelve transido de criterios políticos, tendría
mejores perspectivas cuando se sigue la vía contenciosa y se invoca la
infracción de normas legales.
En este sentido, junto a otros motivos, se ha señalado
la evidente lesión por el nuevo impuesto de la normativa legal reguladora de la
financiación autonómica, pero es indiscutible que, al no limitarse la sujeción
al aumento patrimonial en el período impositivo, la exigencia sobre el patrimonio
personal íntegro, hace que “el mismo patrimonio” se grave año tras año, sin que
por él se haya modificado la capacidad económica. Y también hay confiscación en
el gravamen si el patrimonio se redujo en el período. Más finos de
inteligencia, en la fiscalidad primitiva se abandonó la imposición sobre el
patrimonio porque lo relevante era su rentabilidad y ésta difería a igualdad de
patrimonio. Y mucho más finos fueron los que consideraron que, si un componente
de la renta ganada sometida al IRPF eran las ganancias patrimoniales, había que
incluir en el sistema un gravamen sobre el patrimonio que proporcionara un
censo de elementos patrimoniales y que, con gravamen reducido, fuera un
complemento de progresividad discriminador contra las rentas del capital (patrimonio),
como perpetuas y no trabajadas.
Precisamente para explicar de forma elemental por qué
la progresividad es un elemento esencial de la justicia fiscal se desarrolló la
teoría del sacrificio que hacía el placer de los alumnos “de letras” que, así,
podían multiplicar y dividir. A partir del principio de la ley de utilidades
marginales decrecientes (valor para el sediento del primer vaso de agua, del
segundo… del noveno… del que acabó con su vida), poniendo las unidades
monetarias una sobre otra, cada una con un valor decreciente, tomando como
ejemplo dos sujetos con distinto volumen de monedas, pagarían el impuesto con
las monedas de menor valor. En un impuesto de capitación (a tanto por cabeza)
es evidente la injusticia; en un impuesto proporcional (entrega de monedas
proporcional al número de las acumuladas) también es distinto el sacrificio (la
menor satisfacción de necesidades). Hay que quitar más monedas al que más tiene
y hacerlo de forma más que proporcional: así se puede conseguir que el
sacrificio sea igual, o proporcional (así los alumnos manejan los quebrados) o
progresivo. Y, claro, hay una fórmula más elaborada, para construir la curva de
progresividad y dónde parar cuando se vuelve sobre sí misma.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
¿Delito de la artista porque se le “atribuye” la renta
obtenida mediante sociedades en paraísos fiscales? Suspenso en Dº Tributario:
ni cabe atribución ni es residente.
La vida del cristiano es camino hacia el cielo y Dios
le acompaña y le espera con los brazos abiertos. “Enséñame la senda que debo
seguir, Señor, indícame el camino por donde debo andar. ¡Guíame por medio de tu
verdad, en séñame! Porque Tú eres el Dios que me da salvación; en nadie sino en
Ti tengo esperanza todo el día” (salmo 25,4-5). “El Señor es mi pastor, nada me
falta; en verdes praderas me hace recostar; me conduce a fuentes tranquilas y
repara mis fuerzas. Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras nada temo porque Tú vas conmigo: tu vara y tu
cayado me sosiegan. Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; unges
mi cabeza con perfume, y mi copa rebosa. Tu bondad y tu misericordia me
acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años
sin término” (salmo 22,-6). No se puede exponer mejor el camino hasta el cielo:
Dios con nosotros. Y “si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Rm
8,31).
Una semana de octubre que nos lleva de santa Teresa de
Jesús, el día 15, a san Lucas evangelista, el día 18. En la misa del día del
santo, en la antífona de comunión, se recoge estas palabras de su evangelio,
siempre itinerante, siempre mensajero, siempre misericordioso: “Envió el Señor
a los discípulos a anunciar por los pueblos: Está cerca de vosotros el reino de
Dios” (cf. Lc 10.1.9). De la santa Teresa debe ser permanente el recuerdo que
anima: “Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa. Dios no se muda. La
paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene nada le falta. Sólo Dios basta”.
En el camino que lleva al cielo el cristiano se sabe
acompañado por Jesús. Su mirada, sus gestos, sus palabras, hacen llevadero lo
que de otro modo llevaría al desánimo, a tropezar y caer sin fuerzas para
levantarse, a peligros incontables. El Señor anima con sus preguntas, como al
acabar la parábola de los renteros homicidas: “Tenía todavía uno: el hijo
querido. Se lo envió el último, pensando: respetarán a mi hijo. Pero los
labradores se dijeron: éste es el heredero; vamos a matarlo y la herencia será
nuestra. Lo cogieron, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña. ¿Qué hará el
amo de la viña? Irá, matará a los labradores y dará la viña a otros” (Mc
12,6-9; cf. Mt 21,37-41, Lc 20,13-16). Es inevitable la identificación del hijo
y encontrarlo en otros pasajes. En el bautismo de Jesús: “Y nada más salir del
agua vio los cielos abiertos y el Espíritu que, en forma de paloma, descendía
obre él; y se oyó una voz desde los cielos: -Tú eres mi hijo, el amado, en ti
me he complacido” (Mc 1,10-11; cf. Mt 3,13-17, Lc 3,21-22). Y en la
transfiguración: “Entonces se formó una nube que los cubrió y se oyó una voz
desde a nube: - Éste es mi Hijo, el amado; escuchadle” (Mc 9,7; cf. Mt 17,5, Lc
9,35). Las mismas palabras que se oyeron en el bautismo, pero referidas a la
transfiguración, las reproduce Pedro en su carta: “Y esta voz, venida del
cielo, la oímos nosotros estando con él en el monte santo” (2 Pe 1,18). Y en el
evangelio de Juan se dice de Juan el Bautista: “Juan dio testimonio diciendo: -
He visto el Espíritu que bajaba del cielo como una paloma y permanecía sobre
él” (Jn 1,32)
El cielo nos espera. Hay que hacer bien el camino
porque: “Todo es nada y menos que nada lo que se acaba y no contenta a Dios”
(santa Teresa de Jesús, Vida 20,26)
LA HOJA SEMANAL
(del 16 al 21 de octubre)
Lunes (16)
Santa Margarita maría de Alacoque, virgen (28ª TO)
Palabras: “La gente se apiñaba alrededor de Jesús” (Lc 11,29)
Reflexión: No se le dará más signo que el signo de Jonás
Propósito, durante el día: Señor, en la hora de la muerte llámame
Martes (17)
San Ignacio de Antioquía, obispo y mártir (28ª TO)
Palabras: “Dad limosna de lo de dentro y lo tendréis limpio todo” (Lc 11,41)
Reflexión: Por dentro rebosáis de robos y maldades
Propósito, durante el día: Señor, Tú me sondeas y me conoces
Miércoles (18)
San Lucas, evangelista
Palabras: “Decid: Está cerca de vosotros el reino de Dios” (Lc 10,9)
Reflexión: Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed, curad y decid
Propósito, durante el día: Todo lo puedo en Aquel que me conforta
Jueves (19)
San Pedro de Alcántara, presbítero (28ª TO)
Palabras: “Ay de vosotros… que no habéis entrado … (Lc 11,52)
Reflexión: … y habéis cerrado el paso a los que intentaban entrar”
Propósito, durante el día: Corazón de Jesús, en ti confío
Viernes (20)
Palabras: “No tengáis miedo…” (Lc 12,7)
Reflexión: Valéis más que los gorriones y ni de uno solo se olvida Dios
Propósito, durante el día: Pasión de Cristo, confórtame
Sábado (21)
San Hilarión, abad (28ª TO)
Palabras: “Al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará” (Lc 12,12)
Reflexión: Al que hable contra el Hijo del hombre se le podrá perdonar…
Propósito, durante el día: Madre del Amor Hermoso, ayuda a tus hijos
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 15, domingo (28º TO, ciclo A;
santa Teresa de Jesús) nos anuncian el cielo: “El Señor de los ejércitos
preparará para todos los pueblos… un festín de manjares suculentos, un festín
de vinos de solera; manjares enjundiosos, vinos generosos” (Is 25); “Mi Dios
proveerá de todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme a su
espléndida riqueza en Cristo Jesús” (Flp 4); “La sala del banquete se llenó de
comensales” (Mt 22). Jesús, José y María os doy el corazón y el alma mía.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “Con esta
parábola, Jesús nos recuerda lo que sucede cuando el hombre se cree que se hace
a sí mismo y olvida la gratitud, olvida la realidad fundamental de la vida: que
el bien viene de la gracia de Dios, que el bien viene de su don gratuito.
Cuando uno olvida esto, la gratuidad de Dios, termina por vivir la propia
condición y el propio límite no ya con la alegría de sentirse amado y salvado,
sino con la triste ilusión de no tener necesidad de amor ni de salvación. Uno
ya no se deja querer, y se encuentra prisionero de su propia codicia,
prisionero de la necesidad de tener más que los demás, de querer estar por
encima de los demás. Este proceso es feo, y nos sucede muchas veces. Pensémoslo
en serio. De ahí provienen muchas insatisfacciones y recriminaciones, tantas
incomprensiones y tantas envidias; y, a causa del rencor, se puede caer en el
torbellino de la violencia. Sí, queridos hermanos y hermanas, ¡la ingratitud
genera violencia, nos roba la paz, nos hace hablar gritando, sin paz, mientras
que un simple “gracias” puede restablecer la paz!” (Angelus, 8 de octubre de
2023)
- “Ante
esto yo me pregunto: ¿cuál es el secreto de santa Bakhita? Sabemos que a menudo
la persona herida a su vez hiere; el oprimido se convierte fácilmente en
opresor. Sin embargo, la vocación de los oprimidos es la de liberarse a sí
mismo y de los opresores convirtiéndose en restauradores de humanidad. Solo en
la debilidad de los opresores se puede revelar la fuerza del amor de Dios que
libera a ambos. Santa Bakhita expresa muy bien esta verdad. Un día su tutor le
regala un pequeño crucifijo, y ella, que nunca había poseído nada, lo conserva
como un tesoro celoso. Mirándolo experimenta una liberación interior porque se
siente comprendida y amada y por tanto capaz de comprender y amar: esto es el
inicio. Se siente comprendida, se siente amada, como consecuencia capaz de
comprender y amar a los otros. De hecho, ella dirá: “El amor de Dios siempre me
ha acompañado de forma misteriosa… El Señor me ha querido mucho: es necesario
querer a todos… ¡Es necesario compadecer!”. Esta es el alma de Bakhita.
Ciertamente, com-padecer significa padecer con las víctimas de tanta
inhumanidad presente en el mundo, y también compadecer a quien comete errores e
injusticias, no justificando, sino humanizando. Esta es la caricia que ella nos
enseña: humanizar. Cuando entramos en la lógica de la lucha, de la división
entre nosotros, de los malos sentimientos, uno contra otro, perdemos la
humanidad. Y muchas veces pensamos que necesitamos humanidad, de ser más
humano. Y este es el trabajo que nos enseña santa Bakhita: humanizar,
humanizarnos a nosotros mismos y humanizar a los otros.” (Audiencia general, 11
de octubre de 2023)
(15.10.23)
Noticia de los blogs. En el blog “Por entero y sin condiciones” se ha publicado el cuaderno “Seguridad jurídica” con cerca de 200 páginas de doctrina y resoluciones.
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