LO TRIBUTARIO (nº 939)

La Ciencia de la Hacienda: 3) los principios de la tributación

Es necesario explicar, entender y asimilar que la Ciencia de la Hacienda es una ciencia que estudia la justicia social en su manifestación de la contribución coactiva de todos al sostenimiento de gastos públicos decididos también de forma coactiva, democrática o no, porque la “elección pública” (public choice) nunca es aclamación unánime. Pero no debe ser la ciencia de una conducta pública arbitraria, sino que debe ser una ciencia de una conducta pública racional y moralmente inspirada. Los ciudadanos obligados a contribuir se escandalizan con razón cuando se establece un impuesto para perjudicar a determinados sectores o a ciertos territorios y por eso sienten que su conciencia exige que el establecimiento y la exigencia de los tributos responda a un principio de generalidad. Y así lo dice la Constitución de 1978 cuando el artículo 31.1 empieza diciendo “Todos contribuirán” y lo concreta el artículo 3.1 LGT cuando establece que “el sistema tributario se basa en la capacidad económica de los obligados a contribuir y en los principios de justicia, generalidad, igualdad, progresividad, equitativa distribución de la carga tributaria y no confiscatoriedad”.

Porque el sistema tributario debe ser justo es por lo que ha ido evolucionando en la imposición directa sobre la renta ganada, pasando de tantos impuestos como manifestaciones de fuentes de renta hay (trabajo, capital, trabajo y capital) a un impuesto personal (que incluye también las ganancias patrimoniales porque es una renta que se pone de manifiesto cuando por una alteración del patrimonio resulta un mayor valor (cf. art. 33 LIRPF). Del mismo modo, porque el sistema debe ser justo se establece un impuesto sobre las entidades porque su personalidad jurídica les permite actuar como las personas físicas en la vida de los negocios, en el consumo y la inversión, y obtener renta. Y es también una razón de justicia la que lleva a la “atribución” a sus miembros de las rentas obtenidas mediante entes sin personalidad (cf. art. 35.4 LGT: herencias yacentes, comunidades de bienes, patrimonios separados…) y la que llevó a la “imputación” a sus socios de rentas obtenidas a través de sociedades de mera tenencia de bienes, de cartera de valores, de profesionales, artistas y deportistas. En cambio, la justicia se resiente cuando, suprimida por ley la transparencia fiscal (que sólo pervive en la internacional), se mantiene de hecho en la aplicación de los tributos cuando, contra Derecho, se utilizan institutos jurídicos ajenos, como la simulación, o cautelas fiscales, como la vinculación, para que los socios tributen por la renta obtenida por una sociedad, en clara e impune contradicción con la realidad social, jurídica, negocial, en la que se han realizado negocios válidos, lícitos y eficaces.

Fue una tributación justa también la que llevó a la evolución de la imposición indirecta, que empezó establecida sobre mercaderes, en ferias o mercados y en la entrada fronteriza de las ciudades, que pasó a ser números impuestos especiales sobre determinados productos hasta llegas a casi su unificación en un impuesto general. Y, siendo esta imposición la que hace recaer el gravamen en el consumidor final por la renta que gasta (manifestación indirecta de su capacidad económica), se pasó de la múltiple imposición acumulativa del impuesto en cascada (IGTE) al impuesto sobre el valor añadido que, mediante deducciones, debe ser neutral en fases anteriores al consumo y sólo se desvirtúa en algunos regímenes especiales de estimación objetiva.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Si hiciera fortuna la pretensión de desjudicializar los delitos más graves contra el Estado aunque se avise que se volverán a cometer, es razonable que sea así en lo fiscal.

Octubre. Mes del Rosario. Las cuentas y la sucesión de los misterios en sus cuatro partes hacen que muchos cristianos trasladen el camino de la vida cotidiana a lo que se medita, desde el anuncio a la Virgen María a su coronación como Reina de cielos y tierra. Desde el himno “A solis ortus cardine” (Sedulio, siglo V) y su estrofa: “Enixa est puérpera quem Gabriel praedixerat, quem matris alvo gestiens clausus Ioannes senserat” (La Doncella ha dado a luz al que anunció Gabriel, al mismo que Juan, aún en el seno materno, presintió que María llevaba consigo”. Al “Satabat mater” (siglo XIV, quizá de Iacopone da Todi) y a su segunda parte (“Eia Mater”) con la estrofa: “Iuxta crucem tecum stare ac me tibi sociare in planctu desidero” (Deseo acompañarte, estar de pie junto a la Cruz, y unirme a ti en el llanto). Y hasta llegar a último misterio glorioso con el himno “Gaudium mundi” (siglo XI, san Pedro Damián, OSB Camald): “Gaudium mundo, nova stella coeli, procreans solem, pariens parentem, da manum lapsis, fer opem caducis, virgo María” (Oh, Virgen María, alegría del mundo y estrella nueva del Cielo, que engendraste al Sol, de Quien tú misma eres creatura;no dejes de acercar tu mano y auxiliar al caído). Camino al cielo, con Jesús a nuestro lado, con su Madre, que es nuestra Madre, también a nuestro paso. Con todos los ángeles y santos mirando.

Y, siguiendo los pasos de Jesús, meditamos sus preguntas: “Llegó al tempo y cuando estaba enseñando, se le acercaron los príncipes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo y le dijeron: “Con qué autoridad haces esto? ¿Y quién te ha dado ese poder? Respondióles Jesús: También yo os voy a hacer una pregunta y, si me contestáis, os diré yo con qué autoridad hago esto: el bautismo de Juan, de dónde era ¿del cielo o de los hombres? Ellos pensaban para sus adentros: si decimos del cielo nos dirá: ¿pues por qué no le creisteis? Y si decimos de los hombres, hemos de temer al pueblo, ya que todos tienen a Juan como profeta. Respondieron y dijeron a Jesús: No sabemos. Díjoles Él a su vez: Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto” (Mt 21,23-27; Mc 11,27-33; Lc 20,1-8). En el recuerdo: “Cuando terminó Jesús estos discursos las multitudes quedaron admiradas de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene potestad y no como los escribas” (Mt 7,28-29; Mc 1,22). “¿Qué es esto? Una enseñanza nueva con potestad. Manda incluso a los espíritus impuros y le obedecen” (Mc 1.27; cf. Lc 4,36). “Pues aquel a quien ha enviado habla las palabras de Dios porque da el Espíritu sin medida, El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en sus manos” (Jn 3,34-35)      

Rosario, corona de flores a la Virgen que es maestra de amor de la que aprendemos a vivir en caridad: “El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es maleducado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límite, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites” (1 Co 13,47). Así se hace el camino al cielo evitando peligros y obstáculos: Evita discusiones necias e insustanciales, pues ya se sabe que degeneran en peleas. Y no es propio de uno que sirve al Señor pelearse, sino ser amable con todos, hábil para enseñar, paciente, que corrija con mansedumbre a los que disienten por si Dios les da un arrepentimiento que les lleva a reconocer la verdad (2 Tm 2, 23-25). Camino esforzado, pero placentero, porque el Padre nos mira y no espera.

LA HOJA SEMANAL
(del 9 al 14 de octubre)

Lunes (9)

San Juan Leonardi, presbítero (27ª TO)
Palabras: “¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo?” (Lc 10,36)
Reflexión: El que practicó misericordia con él. Dijo Jesús: haz tú lo mismo
Propósito, durante el día: Quien se alegra porque da, ya sabe lo que es amar

Martes (10)

Santo Tomás de Villanueva, obispo (27ª TO)
Palabras: “Sólo una cosa es necesaria. María ha escogido la parte mejor … (Lc 10,42)
Reflexión: … y no se la quitarán”
Propósito, durante el día: No hay más amor que el Amor

Miércoles (11)

San Juan XXIII, papa (Nª Sª de Begoña) (27ª TO)
Palabras: “Perdónanos nuestras deudas … (Lc 11,4)
Reflexión: … porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo
Propósito, durante el día: Perdónales porque no saben lo que hacen

Jueves (12)

Nª Sª del Pilar (Patrona de la Hispanidad)
Palabras: “Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios … (Lc 11,28)
Reflexión: … y la cumplen”
Propósito, durante el día: Madre, ruega por nosotros

Viernes (13)

San Teófilo de Antioquía (27ª TO) (día de abstinencia)
Palabras: “El que no está conmigo, está contra mi … (Lc 11,23)
Reflexión: … el que no recoge conmigo, desparrama
Propósito, durante el día: Todo a Jesús por María. Todo a María para Jesús

Sábado (14)

San Calixto I, papa y mártir (27ª TO)
Palabras: “Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron” (Lc 11,27)
Reflexión: Mejor los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen
Propósito, durante el día: Madre, ven conmigo a todas partes y solo nunca me dejes

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 8, domingo (27º TO, ciclo A) (Nª Sª del Buen Remedio) nos hablan de la ingratitud y del amor y confianza en el Señor: “Esperó que diese uvas, pero dio agrazones” (Is 5); “Nada os preocupe; sino que en toda ocasión, en la oración y en la súplica con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios” (Flp 4); “Este es el heredero; venid, lo matamos y nos quedaremos con su herencia” (Mt 21). Nuestra vida debe dar buenos frutos; frutos de amor: a Dios y para todos con su amor.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Mirémonos ahora a nosotros mismos y, a la luz de todo esto, hagámonos alguna pregunta. ¿Frente al cansancio de vivir una vida honesta y generosa, de comprometerme yo -cada uno dice, me comprometo- según la voluntad del Padre, estoy dispuesto a decir “sí” cada día, aunque cueste? Y cuando no lo consigo, soy sincero en el enfrentarme con Dios sobre mis dificultades, mis caídas, ¿mis fragilidades? Y cuando digo "no", ¿vuelvo atrás? Habla con el Señor sobre esto. ¿Cuándo me equivoco, estoy dispuesto a arrepentirme y a regresar sobre mis pasos? ¿O hago como si nada y vivo llevando una máscara, preocupándome solo en aparecer como bueno y correcto? En definitiva, soy un pecador, como todos, ¿o hay en mi algo de corrupto? No lo olviden: pecadores sí, corruptos no. Que María, espejo de santidad, nos ayude a ser cristianos sinceros.” (Angelus, 1 de octubre de 2023)

- El Sínodo sirve para recordarnos que nuestra Madre Iglesia tiene siempre necesidad de purificación, de ser “reparada”, porque todos nosotros somos un Pueblo de pecadores perdonados -ambas cosas: pecadores y perdonados-, siempre necesitados de volver a la fuente, que es Jesús, y emprender de nuevo los caminos del Espíritu para que llegue a todos su Evangelio. Francisco de Asís, en un período de grandes luchas y divisiones entre el poder temporal y el religioso, entre la Iglesia institucional y las corrientes heréticas, entre cristianos y otros creyentes, no criticó ni atacó a ninguno, sólo abrazó las armas del Evangelio, es decir, la humildad y la unidad, la oración y la caridad. ¡Hagamos lo mismo también nosotros! Humildad y unidad, oración y caridad.” (Homilía, Apertura del Sínodo, 4 de octubre de 2023)  

(8.10.23) 

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